30 de junio de 2025

L'agrafe

La grapa
de Maryline Desbiolles.

Ñiuuuunnn...
Vamos rápido.
La chica era atleta.
Le mordió un perro y se quedó coja.
El texto se deja leer.
En la página 51 la historia revela una frase clave.
Spoiler alert...
El dueño del perro mordedor, tras el mordisco, dice: "a mi perro no le gustan los árabes". 
A partir de aquí espero un mínimo de efervescencia.
Pero no.
Champán sin gas.
Nada chispeante.
La autora utiliza al perro como metáfora de la sociedad francesa.
Muerden al diferente.
Sin embargo, cae babilla al suelo y no veo colmillos.
El texto se va hundiendo.
La autora utiliza al peroné (lo que se rompió la chica, en francés también se le llama grapa) como metáfora de lo que son los árabes para Francia.
Lo que acompaña a la tibia para dar estabilidad al cuerpo.
La grapa como símbolo de unión.
Bonita metáfora.
Mala ejecución literaria.

Hay una parte un poco áspera (y que no viene mucho a cuento) en la que la novela se convierte en una pequeña disertación sobre los harkis (ascendientes de la protagonista), que son los argelinos que lucharon para Francia en la guerra de independencia de Argelia y que fueron rechazados en Argelia e ingresados en campos en Francia.

Luego la autora se dispersa.

No desarrolla bien la premisa.
No consigue nada memorable con los personajes. 
Incluso introduce otros a base de brochazos.

Veredictos: 
Desbiolles ha malgastado una premisa interesante.
Desbiolles ha malgastado una metáfora contundente.
Transmiten más la premisa y la metáfora que el texto en sí.

*Toda la dispersión y la disonancia estructural que se pueda extraer de esta reseña son voluntarias; a veces me ciego con la mímesis.

29 de junio de 2025

Cerámica y gris

Material de construcción
de Eider Rodríguez.

No tardo en presentar la paradoja: la familia tiene una tienda de material de construcción, pero el edificio familiar de la protagonista está mal construido. El padre es un borracho.

Novela escrita con competencia, íntima y seguramente terapéutica para la autora, pero poco estimulante para un lector ajeno a las circunstancias. Aunque Rodríguez da en el clavo con el tono y ofrece algunos pasajes punzantes, no es capaz de hacernos sentir toda la intensidad de la situación.

Lo más problemático es que a veces se instala en el texto una repetitividad molesta que dinamita el poco interés que genera la historia de por sí, pues hay momentos en los que parece que estamos leyendo un manual sobre cómo emborracharnos o cómo ocultar la borrachera al llegar a casa.

Me quedo con esta hermosa frase: 
"la lectura es el río que suaviza mis aristas".

27 de junio de 2025

Phallos

Patos
de Kate Beaton.

Que no pathos.
Ducks, en inglés.

Cómic autobiográfico en el que Beaton relata sus experiencias trabajando en varias zonas petrolíferas de Canadá, viviendo en diferentes campamentos de trabajadores, para pagar las deudas acumuladas por sus estudios. 

Los dibujos no son nada del otro mundo y el sentido del lugar podría haber estado un poco más conseguido, pero tiene valor como documento personal que refleja bien lo que una mujer puede sufrir en un entorno falocéntrico.

Sigo con spoilers...

La autora plasma una situación peliaguda: vivir en un lugar remoto, aburrido, frío y desolado en el que hay una proporción de hombres y mujeres de 50 a 1, lo que hace que la mujer destaque y esté en una posición de vulnerabilidad, algo que aprovechan los más depravados para lanzar bromas sexuales, obscenidades y hasta cometer acosos y violaciones.

Creo que en la primera mitad Beaton tiene una visión demasiado maniqueísta de la situación, hasta un punto en el que parece que casi todos los trabajadores son acosadores. La segunda mitad amplía el contexto y añade tonalidades grises a la vida en los campamentos, aumentando el valor de la obra.

La idea:
Uno de los mamarrachos que la viola la llama patosilla antes de violarla. La autora asocia a la protagonista con los patos que se quedan atrapados en los desechos petrolíferos y mueren. En cierto momento un trabajador dice que la gente cree que eso le pasa a los patos porque son idiotas.

Beaton critica esa visión de que la mujer que es violada es tonta, esa percepción de que si la han violado es culpa suya porque se lo ha buscado, iría borracha, no se defendió, vestía de forma provocativa, etc. Lo que demuestra la autora es que una violación es más compleja de lo que puede parecer y que el propio sistema (sobre todo en los lugares en los que predominan los hombres) acepta y perpetúa las dinámicas machistas, incluso después de recibir quejas directas por parte de una mujer.

25 de junio de 2025

Ucronotopía

Las tempestálidas
de Gueorgui Gospodínov.

Me gustaron Novela natural y Física de la tristeza (aquí y aquí).
Así que cuando la compré, pensé: "me gustará".
Cuando la estaba leyendo no me estaba gustando. 
Y tenía ganas de que me gustara. 
Pero no me gustó.
La dejé.
255/408.
Sobre la memoria y el tiempo.
Gospodínov genera mucho humo.
Literal y metafóricamente.
Y no explica bien el funcionamiento de algunos elementos importantes de la historia. 
Intuyo que quiere dejar cierta ambigüedad.
Y que todo flote como una nube del 30 de abril de 1882.
Para disfrute del lector.
Pero la falta de detalles concretos impide conectar. 
Todo es demasiado flotante.
Y hay demasiado viento.
Había.
No golpea esa nostalgia embriagadora de sus novelas anteriores.
El sentido del lugar es inexistente.
Renuncia al espacio en favor del tiempo.
Pero nuestros recuerdos del pasado no dejan de ser espacios rememorados.
Como el humo de la chimenea de Ulises.
La ausencia de espacio potencia la indefinición. 
Lo flotante gusta.
Pero sin un mínimo de estructura no atrapa.
No se puede prescindir del espacio.
Tampoco se puede hacer ciencia ficción sin explicar ciertos aspectos.
El peso de la historia no puede estar en la política.
Faltan cimientos.
Gaustín viene con spoilers...

¿Enfermedades mentales relacionadas con el tiempo?
No explica bien las clínicas del pasado.
Ni otros aspectos relevantes. 
Habitaciones que llevan a otras épocas.
¿Tratado sobre la memoria?
Explícame cómo funcionan esas clínicas.

El narrador se pregunta por qué se pueden capturar imágenes pero no olores. Y añade que sí hay un dispositivo analógico para capturar olores: el lenguaje. Bien ahí.

El humo de cigarrillos aparece mucho y en cierto momento se menciona que Ulises (en la Odisea) rechaza la inmortalidad y la vida eterna junto a Calipso para volver a casa. Y esto es porque quiere ver una vez más cómo el humo sale por la chimenea de su hogar, "toda la tracción de ese retorno está concentrada en ese detalle. Ni el cuerpo de Calipso ni la inmortalidad pueden superar al humo de una chimenea. El humo, que no tiene peso, inclina la balanza".

La primera mitad de la novela de Gospodínov flota, no tiene peso, es humo, lo cual es muy bonito desde un punto de vista intelectual, pero a nivel narrativo no funciona, ya que hay muchas pinceladas de ciencia ficción (o fantasía) y la sensación es que estamos leyendo ficción especulativa que se resiste a serlo, pues no hay andamiaje que la sostenga, el autor no desarrolla los detalles de la idea principal ni el funcionamiento del resto de elementos.

En la segunda mitad de la novela, el pasado deja de ser medicina y se convierte en política. Esto suena fabulosamente, pero no mejora la situación: Gospodínov se desmarca ligeramente de su idea de ciencia ficción y del humo y empieza a ofrecer una narración sólida y concreta que engancha un poco más, pero que es mucho menos interesante porque se centra más en asuntos políticos.

La conclusión es la siguiente: hay un desequilibrio disonante entre lo flotante interesante que no engancha y lo estructurado enganchante que no interesa.

*No obstante, como esta vez dudo un poco de mi valoración (1. Me extraña que me gusten sus dos novelas anteriores y esta que ha sido mucho más alabada no; 2. Me extraña que le guste a mi mujer y a mí no; 3. Por cuestiones personales y logísticas, leí una parte de la novela en una lavandería de autoservicio) seguramente volveré a leerla.

**Magnífica la portada.

23 de junio de 2025

Sobre Palestina y el relato

Reconocer al extraño
de Isabella Hammad.

Conferencia que dio la autora en 2023 en la Universidad de Columbia y que funciona como un ensayo bastante potente sobre las atrocidades sionistas y su relación con el imperialismo europeo, la idea de reconocimiento y la ficción.

El epígrafe que abre el libro es contundente:
"Gaza no invita a reflexionar fríamente; más bien incita a explotar y a darse de bruces con la verdad" Mahmoud Darwish

"Hay personas que leen para consolarse o para evadirse; otras para aprender cosas sobre el mundo; otras porque es una ocasión excepcional para estar a solas y concentrado, para no estar trabajando ni consumiendo pasivamente el contenido de una pantalla, sino meditando sobre experiencias ajenas, empleando algunas herramientas de la vida onírica y escuchando atentamente las voces de los demás, de formas que piden su participación imaginativa y que también podrían arrojar luz sobre nuestra propia experiencia de estar vivos en este planeta. Las novelas reflejan la perpetuación del impulso humano de utilizar y experimentar la forma narrativa como medio de dar sentido al mundo".

"La idea de que el conjunto de los israelíes judíos podría ser persuadido mediante el diálogo de concebir a los palestinos como a seres humanos es [...] absurda, dado que viven en una sociedad militarizada en la que la disidencia se castiga".

"Condenados a ser víctimas de las víctimas, engullidos por el metarrelato occidental de la redención judía, los palestinos se han esforzado por encontrar público en el norte global, como ya criticaba Said en Permiso para narrar, un ensayo de 1984: 'Los hechos no hablan en absoluto por sí mismos, sino que necesitan un relato socialmente aceptable que los absorba, apoye y transmita'". Es decir, los hechos no importan si no se elabora un relato que llegue a la gente.

El Estado israelí "fue un Estado surgido del imperialismo europeo, moldeado a imagen de otros proyectos coloniales europeos, estimulado y justificado por una historia de racismo y antisemitismo europeos".

"Lo que aprendí escribiendo [El parisino] es que la anagnórisis literaria [la epifanía] resulta más verdadera cuando no es redentora; cuando, por el contrario, escenifica un encuentro problemático con la limitación o el error. Creo que es lo máximo que podemos esperar de las novelas: no la revelación, no el despertar del conocimiento, sino la exposición de sus límites. Darnos cuenta de que nos hemos equivocado en algo es, creo yo, experimentar de cerca la alteridad del mundo. Es quedar descolocados. Cuando eso se hace bien en literatura, la experiencia lectora es muy placentera".

Plantea la cuestión de si el ser humano es capaz de pensar por sí mismo, individualmente, o si sólo lo hace representando a un grupo.

Apuntes del epílogo:

Sobre el argumento de que Israel se está defendiendo después de los ataques de Hamás de octubre de 2023 dice: "Diez mil niños muertos no es autodefensa".

Subraya las trabas que puso Estados Unidos a finales de 2023 a las negociaciones de paz y al alto al fuego.

Afirma que hay un "abuso de la idea de antisemitismo para acallar en Occidente las voces que apoyan los derechos palestinos frente a lo que claramente es un proyecto de limpieza étnica a largo plazo".

Se pregunta qué opinaría Edward Said de un mundo en el que pedir un alto el fuego es algo polémico en las democracias occidentales.

22 de junio de 2025

Flap Flap Bam

Venga, saca las joyas
de Yoshihiro Tatsumi.

Cinco historias cortas crudas sobre una serie de personajes en situaciones desfavorecidas. Reconozco que tienen buen gancho de derecha y suficiente fuerza para tumbarte en algún descuido, pero tras el último round, acaban perdiendo a los puntos por la falta de proteínas más allá del impacto visceral (que se ve potenciado por la tenacidad de los movimientos de Tatsumi cuando lleva puestos los guantes de dibujar).

20 de junio de 2025

Demihurgo

En construcción
de Chris Stygryt.

Un caballito creador, no de mar, de tierra, reflexiona sobre la creatividad y sus infinitas posibilidades y su pos
ibilidad de hacer eterno al creador, aunque carece de feeling, no emociona, y el tono infantil no ayuda a que la obra coja peso intelectual, ni impide que las viñetas parezcan ocurrencias esporádicas de alguien que juega a ser Dios, aunque sean justo eso y no haya nada nuevo bajo el sol, porque rompe formatos, de acuerdo, como han hecho otros, pero no flambea el coraçao, y ni el texto ni los dibujos brillan ni destellan, falta densidad en varias direcciones, y en cierto momento se nos dice que esto podría hacerlo cualquiera, como el que miró a Miró y dijo eso mismo, y nada cambia si sabemos que eso es cierto y no lo es al mismo tiempo.

18 de junio de 2025

Imperfect match

Cómo provocar un incendio y por qué
de Jesse Ball.

La agilidad de la prosa y el tono desenfadado de la narración de esta adolescente incendiaria (pun intended) sostienen a la historia durante unas 100 páginas. A partir de ahí, la irreverencia inicial y el impulso narrativo se quedan sin oxígeno y el fuego acaba convirtiéndose en cenizas antes de tiempo.

Ball busca crear un personaje memorable, pero no lo consigue, básicamente porque su rebeldía está basada en soltar frases altisonantes como 
"si no te gusta el fuego, no estás vivo" o en poses juveniles que abogan por rechazar la propiedad, la riqueza o la educación, pero sin ningún tipo de desarrollo ni seriedad, más bien como ramalazos infantiles que no van a ninguna parte.

16 de junio de 2025

Marrasquino apolillado

La fuente de la edad
de Luis Mateo Díez.

Después de leer las cinco primeras páginas, soporíferas en grado sumo, puse un temporizador de 30 minutos y decidí que si en ese tiempo no me ofrecía nada, lo dejaría
. Y lo dejé, incluso antes de que sonara (¡qué desfachatez!). 

Me pasa lo mismo que con gran parte de la literatura española del siglo 20 y anteriores: desprende un olor a rancio que es difícil ignorar. Puedo entender que alguien (probablemente mayor de 50) aprecie el alambiqueísmo de la prosa y sus filigranas o la capacidad de Díez para dar vida a los diálogos, pero nada de esto aligera la sensación de que te están metiendo en la boca una mezcla pastosa de cotilleo rural pseudosofisticado y petulancia lingüística que amenaza con atascar la epiglotis y hundir tu cerebro para siempre en el fango enmohecido que se extiende en las vegas y sus alrededores.

15 de junio de 2025

I for an I

No seas tú mismo
de Eudald Espluga.

Ensayo pedante que abusa del name-dropping y donde veo a un autor intentando quitarse de encima su parte de responsabilidad en los conflictos cotidianos que lo afligen, principalmente el cansancio que genera su adicción a las redes. No ayudan sus intentos de situarse por encima de otros pensadores y de elevar su discurso con construcciones lingüísticas que empañan la claridad, por no hablar de las referencias a escritoras mediopelistas como Ottessa Moshfegh y Sally Rooney.

Entro en materia...

Desde el principio Espluga nos advierte: "defenderé, primero, que la fatiga debe ser vista como la figura fundamental de lo millennial y, segundo, que una suspensión total de la subjetividad [...] es la mejor respuesta ética, política y estética al imperativo productivista del capitalismo tardío".

¿Qué es la fatiga millennial para Espluga?
"La idea de la fatiga como clave interpretativa de lo millennial no nace como resultado de una sesuda investigación teórica [...] sino de una escena que se repite una y otra vez: llegar tarde a casa, sentarme en el borde de la cama sin quitarme la chaqueta y ponerme a hacer scroll down en Twitter, en Instagram, en LinkedIn [...] hasta que ya es demasiado tarde para casi todo lo que me quedaba por hacer".

Pregunto: ¿qué relación hay entre la fatiga y malgastar el tiempo? ¿Sugiere que estás tan cansado que sólo quieres que el tiempo pase, que no quieres esforzarte en nada? Habrá que preguntarle a los indios y bangladesíes que trabajan en fábricas textiles doce horas al día, seis días a la semana, a ver qué opinan de que el pobre millennial español pierda su tiempo en Twitter e Instagram cuando llega a casa después de trabajar.

Algunas ideas recuerdan bastante a las de Byung-chul Han, sobre todo cuando habla de que te conviertes en empresa de ti mismo y ya no necesitas que te fuercen desde fuera. El sistema logra que te sientas feliz al ser productivo, para ser tú mismo necesitas sentirte eficiente. Todo es autopromoción y mercantilización de uno mismo. Con el Instagram es como si trabajaras 24 horas, promocionándote, el trabajo se fusiona con la vida misma. Esto produce fatiga.

Hay fatiga tecnológica, un agotamiento de estar siempre disponible. Dice que los intentos de desconectar fracasan porque no hay una "separación efectiva entre el adentro y el afuera de la red, entre el mundo de la técnica y el mundo de lo humano". Se intuye la idea, pero está poco desarrollada. ¿Qué es dentro y fuera? ¿Por qué hay que separar de esa manera?

La fatiga no depende sólo de las redes sociales. También influye el desarrollo de la tecnología doméstica (lavavajillas, neveras, etc.) o la distribución de Amazon.

Da por hecho que todo el mundo trabaja 24/7 para aumentar el rendimiento de su marca personal y siento decir que no es así.

¿Cuál es el problema?
Según el autor, el agotamiento y la depresión que causa el capitalismo (sobre todo por la precariedad laboral) se intentan definir como carencias morales de toda la generación millennial (porque son débiles, holgazanes e hipersensibles).

Trabajo y sujeto
Los avances tecnológicos hacen que aumenten las horas de trabajo y la disponibilidad.

Se usan etiquetas para ocultar la realidad. Se oculta la precariedad diciendo que el millennial tiene que ser más creativo y que puede ser su propio jefe.

Somos una empresa. Nuestra vida misma se puede ver en términos de capital. El sujeto se define por sus capacidades productivas.

Después de leer 100 páginas, todavía no ha intentado explicar sus posturas iniciales. Mucha dispersión filosófica con estilo alambicado y poco más. Tiene sus lecturas y coloca bien los verbos, pero falta claridad en el manejo de los conceptos.

"La consumación del sueño húmedo del neoliberalismo [es] la coincidencia total entre individuo y empresa".

Hay que "perseguir la intuición de Paul Lafargue: debemos romper la asociación entre trabajo y vida buena, entre trabajo y bienestar, entre trabajo y felicidad. Lafargue tenía razón: el amor por el trabajo es una depravación, una enfermedad socialmente inducida. Si la crítica debe ser ambiciosa, el eslogan es claro: no seas tú mismo". Difuso. Este párrafo es clave para explicar ese "no seas tú mismo" del título, pero la relación entre ser uno mismo y la autoexigencia y la autopromoción no está bien definida. Tampoco indaga en la percepción que puede tener cada uno de su trabajo y su bienestar.

El ensayo cojea porque plantea una perspectiva limitada, muy centrada en la productividad que impone el neoliberalismo.

Redes
Critica a los extrabajadores de Facebook, Google, etc., por defender la desconexión digital, como si fuera parte del negocio. No entiendo la idea, no veo qué tiene de malo. Si los jefazos de Silicon Valley no quieren que sus hijos usen la tecnología a todas horas será por algo.

Como tantos otros textos de este calibre, escritos por gente enganchada a las redes, intenta quitarse responsabilidad de su adicción o intenta justificarla suavizando su negatividad.

No está de acuerdo con que se critique el uso de las redes, pues al final "el problema, a ojos de los defensores del bienestar digital, es nuestra incapacidad para mantenernos concentrados y productivos". Es decir, el autor alega que si se critica el uso de las redes es porque dejas de producir para el sistema capitalista, lo cual es absurdo, hay muchas otras razones. Perder tu tiempo y perder capacidad de atención te afecta a varios niveles en tu vida cotidiana.

Afirma que los responsables del malestar digital no son los dispositivos y añade que aunque tires el móvil por la ventana, seguirá habiendo pisos turísticos y los alquileres seguirán altos. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Si su premisa era que la fatiga viene de perder el tiempo en el móvil después de un día de trabajo...

Los móviles y las redes sociales no son los únicos factores del malestar, hay factores sociales y económicos. Hay que luchar de forma colectiva contra el sistema que hace que la tecnología sea necesaria (no propone nada concreto).

Empeñado en romper el "productivismo neoliberal", asocia la adicción a las redes al productivismo neoliberal, es decir, está mal porque en ese tiempo dejas de producir. Una justificación un tanto estúpida, se quiere quitar responsabilidad, como si su malestar estuviera creado por la productividad que exige el sistema (parece querer decir que si el sistema no le exigiera ser productivo, podría perder el tiempo en Instagram y no se sentiría mal).

Hay un capítulo dedicado al suicidio y la autoayuda... desconozco el motivo. Intenta relacionarlo con el resto, pero no encaja bien.

Productividad
Menciona una obra de teatro que está hecha para que te duermas y te la pierdas, desafiando el FOMO, que es una "disposición existencial del empresario de sí mismo, que vive obligado a maximizar su eficiencia productiva en todas las esferas, a estar siempre atento, a estar siempre al día". Creo que el FOMO tiene más que ver con la sobreestimulación y el miedo a perderse una buena dosis de entretenimiento. 

Pregunto: ¿prestar atención a una obra de teatro es algo productivo y eficiente o es lo mínimo que exige una obra artística? Espluga afirma que prestar atención es sinónimo de ser eficiente y productivo. Entonces, ¿si yo presto atención a su libro, estoy siendo esclavo del neoliberalismo y sus exigencias de productividad? ¿Es mejor ignorarlo todo y no prestar atención? ¿Eudald...?

Si sufrimos insomnio o dormimos mal, el sistema cuestiona nuestro estilo de vida "como si nuestra supuesta adicción a las redes no fuese un epifenómeno del imperativo de rendimiento y tuviese un claro componente de clase y género, sino un defecto generacional de nuestra voluntad". Los millennials han nacido con muchas comodidades, casi me decantaría más por la incapacidad para esforzarse que por el rendimiento que exige el sistema.

Según Espluga, se supone que el sistema, para que seas más productivo, quiere que duermas bien y te cuides. En realidad es al revés, a las empresas digitales les interesa que duermas menos y que pases más tiempo en el móvil viendo anuncios, por eso desarrollan mecanismos para engancharte. Esto aparecía en el libro de Johann Hari (comentado aquí).

El autor, por supuesto, descarta todo lo que indica que ver pantallas por la noche empeora el sueño.

"La fatiga es, por lo tanto, el resultado de una infraestructura económica que no solo exprime la fuerza de trabajo de los individuos, sino cualquier tipo de energía empleada en cualquier ámbito y en cualquier momento del día. Incluso el descanso [...] está sometido a la lógica del esfuerzo y la optimización". Es decir, como te aconsejan que cuides tu descanso (y no mires pantallas por la noche) esto significa que quieren que seas productivo al día siguiente. Me parece una estupidez.

Dice que los millennials están agobiados y por eso sufren insomnio y están demasiado exhaustos como para poder trabajar en mejorar el descanso. Más estupideces.

Asegura que como eres responsable de ti mismo, vives con ansiedad y en hiperactividad. ¿Qué tiene que ver esto con la fatiga causada por las redes sociales? Dispersión.

Brochazos finales
"La fatiga de ser uno mismo [...] describe el colapso del individuo bajo un sistema socioeconómico que lo responsabiliza de todo lo que le pasa". Se sacude la responsabilidad de cualquier problema.

Luego dice que "los mandarines del capital quieren que los revolucionarios sean indolentes y su activismo consista en estar de bajona, cansados y drogados". ¿En qué quedamos: quieren que te cuides para ser productivo o quieren que seas un despojo?

"La fatiga entraña una invitación a no ser nosotros mismos, a querer desaparecer, a la nada".

Pues nada.

13 de junio de 2025

K&D

Intrusos
de Adrian Tomine.

Cómic que me parece moderadamente interesante por la variedad de estilos visuales que ofrece, ya que Tomine, dentro de un orden, juega con el diseño de las viñetas, las ilustraciones, los colores, el tono de los textos... lo cual genera diferentes atmósferas y da riqueza al conjunto.

No obstante, creo que el autor se dedica a mostrar de forma directa las miserias o la falta de talento de una serie de perdedores sin apenas reflexionar sobre las peculiaridades de cada situación. La sensación es que ha sacado a la mesa platos a medio cocinar. Falta parrilla y falta cocción.

11 de junio de 2025

Teselas vibrantes

La vía de la narración
de Alessandro Baricco.

Aquí hay historia, trama y estilo, de la mano de un narrador magistral, con una prosa exquisita que despliega las ideas cual confitura untada en tostada recién hecha.

"[La historia] es el campo magnético que se forma alrededor de una iluminación. La historia no es nunca una línea, sino siempre un espacio".

"No hay peor error que confundir trama e historia". La trama es una reducción, como un mapa de la historia, pero no es la historia en sí.

"En el principio están las historias. Campos magnéticos. Espacios de intensidad. Las tramas las habitan, las atraviesan y las hacen legibles".

Intermedio: rechaza la fórmula narrativa que propone Christopher Vogler en su libro El viaje del escritor, donde asegura que la fórmula de "el viaje del héroe" es idónea para que todo el mundo conecte con lo narrado. Baricco dice que esa idea es una tontería, ya que eso no serían historias sino tramas, como casas deshabitadas, sin alma. Fomentar esa idea también es una forma de extender la fórmula dominante, alimentando la dominación que ejerce el inglés y la mentalidad individualista y capitalista de Estados Unidos, lo que disminuye la libertad de los escritores.

A la historia y la trama hay que añadir el estilo. El estilo levanta sospechas y "de manera instintiva, la gente percibe el peligro latente de un fenómeno que procede de las tinieblas. Cuando, por el contrario, el estilo, siempre, es luz".

"En el estilo, la historia y la trama adquieren cuerpo".

Cuando "historia, trama y estilo aparecen convenientemente entremezclados" surge la magia y ahí la literatura se convierte en un acontecimiento casi místico que se acerca a la verdad.

9 de junio de 2025

Filippandou

Veinte corazones, ganadores
de Efthimis Filippou.

Por mucho que me gusten Canino o Langosta (películas dirigidas por Yorgos Lanthimos), aquí Filippou (guionista de nacimiento) presenta tres escritos breves de dudosa calidad conceptual y de escaso talento narrativo, pese a sus intentos exacerbados de impactar y ser original incluyendo absurdideces y violenciaceces.

Alguien habla solo mientras sostiene un vaso de leche
-¿Pascual o Central Lechera Asturiana?
-¿Vaso de plástico o de cristal?
-Tarta de manzana
-¿Golden o Royal Gala?
-Se me ocurrió pescar, anoche.
-Dame un besito mi besuguito
-A ha h
-I love artichokes, do you?
-I am not an anonymous person
-Therefore it was published

Escenas
Ocurrencias aleatorias cuyo envoltorio indica que pueden contener trazas de frutos secos, El sacrificio de un ciervo sagrado, Kinds of Kindness y no de crustáceos.
Si me das me das.
No me dio.
Desenfoca.
Corten.

Sangres
Querido Yorgos

Todas estas ocurrencias que se me ocurren en un momento dado suelen quedar bien en la pantalla, pero en el papel no acaban de cicatrizar, no coagulan, ejercen el libre albedrío y fluyen de manera azarosa y desigual por todo mi corpus. Necesito que me eches una mano urgentemente.

Con amor y glóbulos rojos,
Efthimis.

8 de junio de 2025

One Touch Essay

La escritura y el cuerpo
de Gabriel Josipovici.

Ensayo.
Ensayo sobre el cuerpo y el tacto.
Y la escritura y el cine.
El cine como paradoja.
Estamos y no estamos ahí con los personajes.
Observaciones oblicuas.
Llego al capítulo 2 in-tacto.
Ver el horizonte desde lejos no me cuesta nada.
Pero ir hasta allí requiere esfuerzo.
Ojos vs cuerpo.
Irregular.
¿Llegué al capítulo 4?
Muchas referencias que se alejan de la semilla inicial.
Cortes en el flujo conceptual.
Empezamos en un punto y acabamos en otro.
Frustrante.
Marea de ideas.
Josipovici se ha dejado llevar.
No es un ejercicio de claridad sino de narratividad.
Escritura precisa, sí.
Manejo de ideas insípido, también.
¿Un ensayo sobre cine y literatura que me resulta aburrido?
Todo es posible.
Nada es imposible.

6 de junio de 2025

Marra el miau

Blacksad
de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido.

Después de leer los dos primeros volúmenes de este cómic me pregunto de dónde salen tantos piropos. Me temo que no es más que un amasijo de clichés de novela policiaca con un 
pésimo desarrollo narrativo, aunque, eso sí, los dibujos son de calidad. 

El ritmo es demasiadoacelerado, apenasrespira, ynopermite quelos personajes cojan fuerza. Incluso hay algunas elipsis un tanto descuidadas. Entiendo que la trama tiene que avanzar a toda costa, pero no a expensas de maltratar al refranero de esta manera: vísteme deprisa que no tengo de espacio.

4 de junio de 2025

Mano Majra

Tren a Pakistán
de Khushwant Singh.

Segunda lectura.
Leo lo que escribí la primera vez (en 2013, aquí) y siento lejanía.
Historia sencilla, pero muy auténtica y vivaz, sobre la partición de India que llevaron a cabo los británicos tras la Segunda Guerra Mundial y que dio lugar a la creación de Pakistán.
Esta división hizo que los musulmanes se fueran a Pakistán y los sijs e hindúes a India (con unos cuantos muertos de por medio).

Párrafo con spoilers:
En general, Singh es crítico con la corrupción, la religión y cómo los indios suelen prescindir de la razón y los hechos para guiarse por el mundo.
Aunque al final del libro un personaje observa: "si las cosas te las tomas tal como son, se dijo, no parece existir un código humano o divino que pueda guiar nuestra conducta".
El autor acaba sugiriendo que uno es de donde nace y crece y nada tiene que ver la religión (el musulmán de la India no tiene nada que ver con Pakistán) y, por tanto, los conflictos religiosos son absurdos.

Apuntes varios:
- Los trenes son el reloj de la aldea de Mano Majra.

- Llega Iqbal, trabajador social que ha estudiado en Inglaterra, y afirma que la moralidad es una cuestión de dinero. Como la gente pobre no se la puede permitir, se acogen a la religión.

- Iqbal reflexiona y se pregunta por qué no hay control de la natalidad en India. Se les va de las manos con tanta población.

- Gran frase: "el hombre sabio nada con la corriente y, aun así, alcanza la otra orilla".

2 de junio de 2025

Bóvido africano de mediano tamaño

Ñu
de Pau Luque.

El narrador afirma que este libro es "sobre qué demonios es una solución" y añade: "voy a escribir sobre qué demonios es una solución porque nada me ha atormentado más en el pasado que la obsesión por creer que tiene que haber una solución para cada cosa".

Luque juega a los laberintos y juega con los hilos que ayudan a salir de ellos. Manipula los conceptos de respuesta, problema, solución...

La respuesta a una pregunta de un crucigrama es ñu y un personaje reflexiona: "la respuesta es ñu, pero la solución no" y sigue "si, como dices, sabes qué son los crucigramas, sabrás que cuando te piden responder a una pregunta acerca de un bóvido o un antílope de dos letras no tienes ni que pensar. Es automático: la respuesta siempre es ñu. Pero una respuesta no es lo mismo que una solución. Encontrar una solución quiere decir que tienes algún problema que resolver, alguna dificultad que superar, alguna cuestión cuya respuesta exige darle vueltas al asunto. Cuando te preguntan por un antílope en un crucigrama y la respuesta tiene dos letras, no has tenido que superar ninguna dificultad. Con los otros acertijos de un crucigrama poco o mucho tienes que romperte los sesos. Ñu es la solución a un problema que en realidad no tienes. O sea, no es una solución, es una obviedad, un autoengaño, una respuesta fácil o incluso una excusa para justificarte".

Y de ahí llego a esto: el tema de la búsqueda de solución es una excusa para escribir este libro.

Resulta que tenemos la necesidad de dar razones cuando no las hay. Ahí empieza la barbarie.

Se puede escribir un libro sin tener razones para ello.

Aunque la novela avanza con paso firme y las anécdotas que incluye Luque son por lo general agradables, hacia el ecuador merodea la sensación de que se está convirtiendo en un tratado filosófico.

Inciso: a raíz de una frase de Camarón, el narrador (¿o Curiel?) llega a la conclusión de que "la libertad es dejar de hacer lo que llevas dentro y hacerlo solo cuando quieras". Muy buena frase.

Luego empieza a manosear conceptos filosóficos sobre el amor y la identidad y aumenta el aburrimiento.

Las conversaciones del protagonista con Curiel empiezan a parecer un artificio para ordenar ideas o dialogar sobre algo que le interesa al autor. Parece que Luque quiere evitar que la novela se convierta en un ensayo filosófico, pero no lo consigue.

Más adelante hay una parte en la que se produce un bombardeo de nombres de escritores y el autor pierde el control de la narración, la obra muta y se convierte en una sucesión de divagaciones intrascendentes. Y a uno no le queda más remedio que abandonar (justo cuando estaba a punto de tocar la orilla con la punta de los dedos).

1 de junio de 2025

Mèlangelisticoespialidoso

La fragilidad del mundo
de Joan-Carles Mèlich.

Subtítulo: ensayo sobre un tiempo precario.

Hay que proteger el mundo. Para habitar el mundo hay que demorarse.

"Vivimos en una época rica en conocimiento y pobre en sabiduría. Saber no es conocer. El conocimiento atrapa el mundo en categorías, en fórmulas y en conceptos. La sabiduría, en cambio, abandona las garras del concepto y se abraza al fluir de la metáfora".

¿De ahí lo precario?

Desempalabramiento del mundo.
Crisis de sentido.
Las palabras y las cosas se separan.

"Venir al mundo es heredar una gramática. Entiendo por gramática una 'organización articulada de la percepción, la reflexión y la experiencia' a partir de signos, de símbolos, de normas y de gestos. Habitar el mundo es interpretar una gramática".

Saludos a Perogrullo.

El autor divaga, mezcla ideas sobre el mundo, el tiempo, la existencia, la memoria...

Leo dos capítulos y en ellos me encuentro una cantidad de dispersión y de aspectos que Mèlich da por sentados sin desarrollar que, agotado, decido dejarlo. No es capaz de desarrollar con precisión sus ideas, va saltando de una a otra sin ton ni son. No conecto con lo que cuenta ni con cómo lo cuenta ni con la dispersión.

30 de mayo de 2025

Va con efecto

Doppler
de Erlend Loe.

Después de un accidente de bici, un padre de familia descubre la quietud del bosque y decide dejar la ciudad (Oslo) e instalarse en él. El protagonista insiste en que no le gusta la gente, no le interesa el dinero... Rechaza todas las convenciones sociales.

La novela es simpática y entretenida, y la sencillez del estilo hace que se lea con facilidad. No obstante, es demasiado simplista y aunque Loe ofrece algunas observaciones interesantes sobre la sociedad actual, las ideas no acaban de cristalizar del todo. 

La falta de trascendencia en los motivos y la experiencia del protagonista invita a pensar que el autor, aunque apunte alto, sólo está presentando a un personaje que actúa de forma irresponsable, ya que parece que el hombre deja de lado a su familia por un impulso caprichoso, no por un sentimiento genuino o una idea verdaderamente significativa.

Algunos fragmentos rescatables:

- El protagonista cree que ser aplicado en la vida es negativo y espera que sus hijos estén a tiempo de no serlo. En cierto momento le dice al hijo 
que mejor "ir a un colegio en el que no haya que aplicarse tanto, quizá algo de tipo artístico, un colegio que te enseñe a desplazar los límites en vez de a mantenerlos".

- Renuncia a la ambición. "No pienso tratar de lograr nada más en lo que me quede de vida. No pienso conseguir nada en absoluto".

- La historia del señor Düsseldorf es sugerente: está recreando en su salón, con figuritas, el momento exacto en el que su padre murió, en la ofensiva de las Ardenas en 1944. Está obsesionado con ese momento, a las 14:20, y se pregunta "¿Qué horas son esas de morir?". Suena cómico pero a su vez es trágico.

- "Para mí, ver la televisión es como abrir una enciclopedia de por qué no me gusta la gente. La televisión es la quintaesencia de todo lo repulsivo de las personas". Y remarca cómo los reportajes de la tele simplifican la vida de las personas.

- Su hijo tiene un tío que se llama Tom y Loe lanza un guiño a la cabaña del tío Tom, sugiriendo que la gente es esclava de las normas y las convenciones.

- Poco a poco empieza a venir más gente al bosque y eso no le gusta. "El problema de la gente es que, una vez que ocupa un espacio, dejas de ver el espacio y solo la ves a ella. Grandes paisajes desolados dejan de ser paisajes desolados en cuanto contienen a una o más personas. La gente determina el punto donde fijas la mirada, de hecho, la mirada de las personas casi siempre se dirige hacia otras personas. Así ha surgido la ilusión de que las personas son más importantes que las cosas de la tierra que no son personas. Es una ilusión asquerosa".

- Cree que debería surgir otra especie humana con "menos cualidades agresivas" y "menos sentido de la propiedad".

- Dice que Noruega es rica gracias al petróleo pero invita a que te preguntes "a quién pertenece el petróleo del fondo del mar o la electricidad que se saca de los ríos. ¿Y cómo es posible comprar o vender nada? Noruega es un insignificante suburbio del mundo real, del cual nos apartamos más cada día". Hay un fallo en esta reflexión y es que para explotar los recursos necesitas tecnología y gente cualificada y ahí es donde entran los países y su desarrollo, pero entiendo por dónde va.

28 de mayo de 2025

Rollin'

    La 
    carretera 
    de 
    Manu 
    Larcenet.

    Intentaré
    simular
    una
    carretera
    con
    las
    palabras
    porque
    no
    tengo
    demasiado
    que
    decir.
    Tonterías
    que
    se
    le
    ocurren
    a
    uno,
    como
    si
    un
    cambio
    formal
    o
    un
    añadido
    visual
    aportaran
    algo
    a
    un
    texto
    que
    no
    tiene
    nada
    que
    decir...
    ...
    ...
    Cómic 
    basado 
    en 
    la 
    novela 
    de 
    Cormac 
    McCarthy 
    que 
    ofrece 
    dibujos 
    vistosos
    
    una 
    atmósfera 
    conseguida, 
    pero 
    que 
    carece 
    de 
    elementos 
    destacables. 
    Un 
    pasatiempo 
    inocuo 
    
    poco 
    memorable
    que
    tiene
    tan
    poco
    que
    decir
    como
    la
    novela.

26 de mayo de 2025

Chrisalex

Hacia rutas salvajes
de Jon Krakauer.

Interesante crónica periodística sobre la archiconocida aventura que acabó con la vida de 
Chris McCandless en el famoso Fairbanks Bus 142, en Alaska. Krakauer ofrece testimonios de gente que le conoció o estuvo con él antes de morir e incluye algunas experiencias suyas.

El texto va de menos a más y lo cierto es que el interés aumenta cuando Krakauer introduce sus reflexiones y sus vivencias en el libro. Los capítulos más interesantes son los que se centran en las experiencias del autor en Alaska o cuando decide visitar el autobús.

La cita (mi traducción de las palabras de Krakauer): "es fácil, cuando eres joven, creer que lo que deseas es lo mínimo que mereces, asumir que si quieres algo con suficiente fuerza tienes derecho a conseguirlo" y añade que cuando él fue a Alaska era un joven sin curtir que confundió la pasión con la perspicacia y actuó siguiendo una lógica oscura e imprecisa, "pensaba que escalar el Devils Thumb solucionaría los problemas de mi vida. Al final, obviamente, no cambió casi nada. Pero me di cuenta de que las montañas no son el mejor recipiente para los sueños. Y viví para contar mi historia".

25 de mayo de 2025

Frank vs Wittg

Enseñar a hablar a un monstruo
de José C. Vales.

Hija de Mary Shelley.
Colección de textos breves sobre el lenguaje.
¿Y la lengua?
El anzuelo del lenguado.
Navego por los sonidos.
Y su amante.
Capítulos cortos con ideas más o menos interesantes.
Pero poco desarrolladas.
Aprendemos y no aprendemos.
Traslucen como anécdotas resultonas y poco más.
Qué deslenguado.
No agrada al filólogo que llevo dentro.
Aunque debería.
Iletrado.

23 de mayo de 2025

O rien

Una educación oriental
de Charles Berberian.

Cómic autobiográfico que combina dibujos y fotografías. Aunque es evidente que la obra tiene valor sentimental 
para el autor, Berberian no ha hecho el ejercicio de convertir lo particular en universal, y lo que le llega al lector es bastante flojo. Ni indaga en los choques culturales entre Líbano y Francia, ni profundiza en los cambios que ha vivido el país, ni explica la guerra civil.

Falta lucidez, capacidad de reflexión, un trazo más evocador, unas palabras más embriagadoras... ¿Por qué esto le puede interesar a un lector medio de cómics? Lo compré como regalo para mi mujer que es libanesa y supongo que para ella tendrá más resonancia, pero más allá de la fragancia nostálgica, no ofrece gran cosa.