El afinador de habitaciones de Celso Castro.
Lo positivo: el estilo es ágil y se lee bien. Lo negativo, en frío: gesto gratuito de no usar mayúsculas (¡qué original!), no hay relación entre ese recurso y el contenido del texto, algunos dicen que expresa la ansiedad del protagonista, pero en ningún momento se dice que el texto lo escriba el protagonista, no sé si me entiendes, es más, si es un recurso inherente a este texto, ¿por qué escribe otros libros también en minúsculas? Uso excesivo del guión en una misma línea para separar las voces del diálogo que en la mayoría de los casos atasca el ritmo (otro mecanismo superficial que pretende ser original), algunos dicen que es una referencia a Nietzsche, el texto no dice nada al respecto, es más, he leído la obra completa de Nietzsche y no recuerdo que los usara tan mal. Los diálogos no están bien elaborados, son insustanciales y repetitivos. El mensaje es inexistente, intenta levantar emociones y ser poético y ya está, cierras el libro y te quedas igual. Usa las drogas (otro quiste añadido malamente) para llamar la atención, crear efecto y/o transmitir cierta irreverencia literaria. Inconsistencias en el protagonista: es capaz de describir poéticamente una pieza de música clásica, pero es básico en su expresión e incapaz de profundizar, aunque a veces usa algún vocablo raro, aunque otras veces dice cosas como "la mierda que se oía a través de la ventana". Ese personaje mitad vulgar, mitad cultureta (ópera, música clásica, literatura, filosofía) no cuadra, funciona como parche que usa el autor para que el personaje pueda hablar de cosas "elevadas" (Leibniz, Strauss, Nietzsche...) y al mismo tiempo caer en la banalidad y tener una forma vulgar de contar las cosas. El mismo truco de siempre, narrador primera persona adolescente que no exige ninguna profundidad ni esfuerzo con la prosa, en este caso, introduciendo comentarios sobre literatura y demás para intentar rescatarlo de la vulgaridad más absoluta. Vale, seamos benévolos, imaginemos que el azar nos permite interpretar los errores del texto como algo tan voluntario como exquisito, y suena la flauta, y todo parece hecho aposta, el señor Castro ha puesto esos recursos e inconsistencias al servicio del arte para remarcar la disonancia del personaje, bien, ¿y?, ¿hay algo más detrás de eso? Me temo que no.
VV.AA.: Afusellats. 4 relats modernistes
Hace 16 horas