27 de febrero de 2023

Bad afternoon

Vurt
de Jeff Noon.

Sueños, drogas y caos... tres palabras que resumen a la perfección lo que propone esta novela de ciencia ficción (también etiquetada como "ciberpunk") en la que me adentré unas 100 páginas antes de tragarme una pluma amarilla voluntariamente y con bastante prisa.

Desde un primer momento choca lo poco atractivos que son los personajes, lo descuidada que es la prosa, lo flojos que son los diálogos y el tono excesivamente infantil que lo impregna todo. La verdad es que no he encontrado ningún elemento que merezca la pena.

Además, el motor de la historia es demasiado convencional y uno duda sobre la necesidad de tanta parafernalia (que si vurt, plumas, cosas del espacio exterior, polisombras, barbariesombras, puros, etc.). La trama es tan simple que da la sensación de que la acumulación de extravagancias es un intento superficial de diferenciar un relato rudimentario.

25 de febrero de 2023

Secreto neerlandés sin su jugo

La cena
de Herman Koch.

Una cena de parejas en la que participa un futuro Primer Ministro sirve para plantear un dilema paternofilial. Una gamberrada de los hijos de ambas parejas acaba mal y surge el debate.

Hasta que llega ese debate, uno tiene que tragar una cantidad ingente de grasa, esto es, unas 200 páginas de descripciones inanes acompañadas de una prosa meramente funcional. Aquí hay muchos detalles y la mayoría sobran, porque en lugar de aportar cosas, perjudican al ritmo de la historia.

Esto habría funcionado mejor si Koch hubiera sintetizado la información. A partir de la página 180 la novela empieza a desmoronarse por completo y uno se ve obligado a leer en diagonal para avanzar entre tanta maleza. Sus reflexiones esqueléticas (mucho hueso, poca carne) tampoco justifican la interminable sobremesa que nos propina.

23 de febrero de 2023

La señora Fernández no es exactamente Mamá Noel

La señora Potter no es exactamente Santa Claus
de Laura Fernández.

Me parece inexplicable que este libro lo recomiende tanta gente, incluidos lectores y librerías aparentemente independientes con buenas intenciones. Estoy un poco enfadado (XD) porque, si bien he perdido poco tiempo con esta abominación (MI ESTÓMAGO SÓLO ME PERMITIÓ LEER UN CAPÍTULO), este libro desplazó a otros libros de mi recolecta habitual en la biblioteca.

Esta "obra maestra de una Nueva Era" (SARA MESA DIXIT), en las primeras dos páginas cuenta con dos erratas y veinte palabras en cursiva (PORQUE SÍ, PORQUE LE APETECE A LAURA). Vale, se perdona. Lo que no se perdona es la horripilante y siempre desapacible prosa. Véase, con errata: "y sentarse, en una silla plegable, junto a ella, y (TEC) (TEC) teclear, o, simplemente (TAP) (TAP) (TAP), deslizar un lápiz sobre cualquiera página en blanco, que se había detenido en aquel desapacible, oh, todas aquellas ventiscas 'heladas', el cielo 'perpetuamente' en blanco, 'aburrido' de sí mismo, perlado, a ratos, de nubes en absoluto 'amables', lugar, y sin casi poder evitarlo, había dado con la mismísima señora Potter". Que levante la mano el que haya digerido esta frase a la primera pasada. Pues eso... Y las comillas simples representan palabras en cursiva (QUE NO TE ENTERAS, SOMOS GUAYS). La autora no se corta y también repite constantemente términos como "fría", "desapacible", etc., para intentar darle intensidad (¿HUMOR?) a su perorata.

Vamos a ver... ¿A qué estamos jugando con las cursivas? ¿Qué pretendemos con tanta coma? ¿En qué taller enseñan que el solapamiento de afectaciones mejora la prosa? ¿Qué sentido tiene esta sobrecarga de "recursos" en una novela que parece ir dirigida a adolescentes? ("JE NE SAIS PAS, OH, ASÍ SALIÓ, A RATOS, DESDE MI DESAPACIBLE SILLA" QUE DIRÍA LAURA). Lo que ha sucedido es que la versión que ha visto la luz es la primera que guardó la autora en su ordenador, sin correcciones, sin recortes (¿600 PÁGINAS DE ESTO?), sin quitar las ocurrencias espontáneas, sin tener en cuenta la precisión narrativa, sin ni siquiera ser consciente de que Santa Claus no existe (¡QUE LO INVENTÓ COCA-COLA!).

21 de febrero de 2023

Semicorchea semidesnatada

Autorretrato con piano ruso
de Wolf Wondratschek.

Sentado en un café vienés, comiendo una berlinesa, me doy cuenta de que Wondratschek se ha inspirado en El malogrado de Thomas Bernhard (comentada aquí). Me saluda el camarero como si me conociera y devuelvo el saludo por cortesía. Al principio se acerca un poco a la genialidad del autor austriaco y hay algunos destellos salpicados por el texto, pero nunca alcanza las mismas cotas. 
Un escritor habla sobre un pianista ruso entrado en años y sobre sí mismo. Las primeras notas tienen fuerza debido a la calidad de la prosa y a algunas observaciones ingeniosas, pero gradualmente se va deshinchando. Disfruto el último bocado de la berlinesa y me lamento por todo el azúcar que me ha caído en los pantalones. Wondratschek trata cuestiones como el paso del tiempo, la perfección en el arte, la opresión soviética, la muerte... pero no ahonda de forma cristalina, o se dispersa o se tuerce. Sacudo el azúcar mientras reflexiono sobre mi lamento: ¿se debe a la pérdida de azúcar o a la suciedad impregnada en los pantalones? La sensación final es que tiene anécdotas interesantes y fragmentos seductores, pero hay bastantes regiones farragosas en las que falta claridad narrativa. El pianista del café deja de tocar y la gente aplaude con energía. El pianista del libro odia los aplausos.

17 de febrero de 2023

Contiene océanos

Leaving the Sea
de Ben Marcus.

La perogrullada que voy a decir es la siguiente: cuando un escritor sabe escribir, sabe escribir. Y Ben Marcus sabe escribir. Paroxismo soft y reiterativo con el que me regocijo tras encadenar varias lecturas insatisfactorias.

Esta reseña va en raw, acercándose tanto a la dieta BARF como al formato fotográfico. No se trata de ofrecer la máxima calidad sino de ser lo más fiel posible al proceso de lectura y las anotaciones iniciales.

Dos puntos

Primer relato sobre la familia. Escritura correcta. Resultado aceptable.

Segundo relato sobre un profesor de escritura creativa que da clases en un barco, con un toque metanarrativo sobre la naturaleza ficcional de sí mismo y el relato. Notable (American Short Story). Muy bien escrito y gracioso. Hay varias capas trabajando a la vez.

Hay varias capas trabajando a la vez.

Tercer relato: excelente. Humor negro y un personaje relativamente complejo. Marcus deja cosas sin resolver y esto hace que el relato se extienda hacia un futuro que el lector tiene que imaginar. Acaba con brillantez.

Los relatos inmediatamente posteriores son algo flojos y cuando uno empieza a pensar que todo va a caer en picado 
empieza lo bueno. 

Saboreo el reflejo de los pájaros en el agua y el de las cabezas de algunos individuos en la tripa de esos pájaros. Los individuos se limitan a flotar.

The Father Costume sigue la línea onírica what the fuck de las dos primeras novelas de Marcus (comentadas aquí y aquí) donde la extravagancia surrealista (sousrealista, ver más adelante) adquiere su propia lógica y tiene más sentido del que debería. No me parece un relato espectacular, pero sí original en sus propósitos.

First Love también experimenta (nada que ver con Miike). Desfamiliariza el lenguaje y da un punto de vista nuevo de lo que son las relaciones, poniendo mucho énfasis en el cuerpo. Bien. Ben.

En general, cuando Ben Marcus se pone el costume de Ben Marcus, se dedica a poner imágenes extrañas en tu cabeza, y en lugar de preocuparse por la solidez de los personajes o la coherencia de la historia, se deleita jugando con los efectos que proyecta en tu mente. Lo raro es que un ejercicio así tenga tanta consistencia; debería ser mucho más disperso y distante, pero Marcus consigue que funcione. La prosa siempre es buena y las imágenes tienen cierto poder místico que resulta atractivo, siendo capaces de crear una visión cuasimitológica que se sostiene.

Esto es lo más cercano a crear cuadros lingüísticos abstractos. Cada frase un goterón en un lienzo de Pollock (también pienso en la infinitud de Opalka).

Marcus desfamiliariza, descontextualiza, modifica el lenguaje... Podríamos decir que estamos ante sousrealismo, acuñando el término para hablar de una especie de realismo subrepticio con cualidades oníricas (suena esnob, pero es que hoy me he levantado con el pecho por delante).

Leaving the Sea es el último relato y va de menos a más. Aunque aquí Marcus no plasma su estilo sousrealista, me parece magistral (crossover RuBeniano). Extiende una situación cotidiana hasta el infinito mezclando humor y emotividad con un estilo narrativo tan juguetón como impecable.

Cada relato es una ola. Diferentes alturas. Diferentes longitudes de onda. Cada párrafo es un hola.

Y lo cierto es que sólo por cómo escribe Marcus, este libro ya merece la pena. Si además tenemos en cuenta lo que propone en algunos relatos (sousrealismo) es casi obligatorio leerlo.

16 de febrero de 2023

Ladrón de guantes blancos mona se queda

La casa de citas
de Alain Robbe-Grillet.

Autor que fácilmente llevaba en mi lista más de 10 años. Surprise, surprise (surpris, surpris): tras 40 páginas de descripciones de objetos y lupas posadas en superficies corporales, abandoné la lectura. ¿Qué demonios es esto, Manhattan Transfer con vello púbico en la boca? L'imitateur, le voleur... El enfoque errático, salta salta saltamontes, que va centrándose superficialmente en todo, incisivamente en nada, probablemente fuera original en los años 60 y alrededores, pero hoy no lo es. Como visión caleidoscópica de la realidad blablabla tampoco es gran cosa, más que nada porque para jugar con los ángulos de cámara, primero hay que encenderla, si no es imposible capturar algo significativo.

15 de febrero de 2023

El seguro no cubre el karma

Maldito karma
de David Safier.

¿Qué quieres que haga?, me lo regalaron, sí, uno de esos regalos comprados sobre la bocina, conmigo es fácil, saben que me gusta leer, van a la primera papelería que encuentran y eligen el libro con la portada más graciosa, a mí no me mires, yo l
eo esto como el que mete los pies en el mar en invierno para evaluar la temperatura del agua y sueña con una hipotética inmersión total que nunca se produce, aquí no se produjo, sólo una mojadita de pocas páginas, para qué más, la narración es infantil, el humor es estúpido, la psicología de los personajes es básica y abundan los clichés, con frases tipo: "sólo un arqueólogo habría sido capaz de encontrar arrugas en el contorno de mis ojos por debajo del maquillaje", es para mondarse, ¿a que sí?...

14 de febrero de 2023

Aluzinaje

El azul del cielo
de Georges Bataille.

Nada puede salir mal cuando el protagonista no se empalma con mujeres atractivas, sino con cadáveres. Su vida un sinsentido bañado en alcohol y lágrimas. Un desgraciado. La obra una alucinación macabra y perversa. El cementerio como burdel. El protagonista como amante de... mejor que hable él mismo: 
"lo que amaba en ella era su odio, amaba la imprevista fealdad, la fealdad monstruosa que el odio daba a sus rasgos".

Esta novela demuestra que con palabras relativamente sencillas y sin entrar en conceptos enrevesados se puede crear una atmósfera onírica y oscura, lo que, en el fondo, es su mayor logro. Si bien no me ha dejado totalmente satisfecho (hay muchas decisiones narrativas cuestionables), sí que ha despertado en mi interior un impulso por leer más obras de Bataille.

13 de febrero de 2023

Jamais j'aimais

Jamás el fuego nunca
de Diamela Eltit.

La autora conecta conceptualmente una célula activista con las células del cuerpo a través de una narración intimista sobre una pareja y un grupo político. Las palabras de Eltit se enredan tanto como los cuerpos de los personajes entre las sábanas y la ambigüedad campa a sus anchas, dando como resultado una cacofonía con algo de estilo pero difícilmente disfrutable. Esperaba más después de leer Fuerzas especiales (comentada aquí).

10 de febrero de 2023

Hay una mujer

Una mujer
de Péter Esterházy.

97 capítulos cortos. Cada uno de ellos comienza con la frase "Hay una mujer" seguida de un "me ama" o "me odia". No he llegado a saber con certeza si cada capítulo se refiere a la misma mujer o a varias, tampoco creo que sea relevante.

La originalidad inicial que despierta la estructura y el tono humorístico hacen que salga adelante unas cuantas páginas, pero poco a poco va perdiendo la chispa y se instala una repetitividad autocomplaciente. No veo ninguna disertación profunda sobre las relaciones amorosas, el deseo sexual o la seducción.

9 de febrero de 2023

Vapor de Maracuyá

Pura pasión
de Annie Ernaux.

Leí esta novela inmediatamente después de El acontecimiento, dejándome llevar por el impulso de hacer un pequeño tour por las grisáceas costas de la reciente (y cuestionable) ganadora del Premio Nobel de Literatura. Seré breve. 
Lo mejor que tienen los libros de Annie Ernaux es que son cortitos y se leen fácilmente. Lo peor es que son bastante planos. Aquí la autora comparte algunos detalles de una aventura amorosa que tuvo con un hombre casado de algún país del este. La pasión que le llenó el pecho de fuego apenas traspasa sus costillas para golpear al lector.

8 de febrero de 2023

Grossie

El acontecimiento
de Annie Ernaux.

Ernaux relata todo lo que ocurrió después de quedarse embarazada sin quererlo en los años 60, cuando era estudiante, una época en la que el aborto era un delito. 

El texto se lee bien, pero apenas ofrece reflexiones valiosas más allá de lo esperado. La propia Ernaux es consciente de su superficialidad y la justifica diciendo: "sigo teniendo la sensación de no poder ir lo suficientemente lejos en la exploración de las cosas, como si me retuviera algo muy antiguo, algo vinculado al mundo de los trabajadores manuales del que provengo".

Hay algunos comentarios repelentes como cuando deja de escribir por las preocupaciones que le provoca el embarazo y dice "había dejado de ser una 'intelectual'. No sé si se trata de un sentimiento generalizado, pero puedo decir que produce un sufrimiento indecible". Se aprecia un tufillo esnob y cierto alejamiento de la realidad que puede generar rechazo en muchos lectores. También incluye frases tan tendenciosas como: "si no cuento esta experiencia hasta el final, contribuiré a oscurecer la realidad de las mujeres y me pondré del lado de la dominación masculina del mundo".

El momento en el que expulsa al feto es de lo poco salvable que hay en el libro (porque impacta), junto con alguna observación ligera sobre el proceso de escritura y la memoria. Ayuda bastante que el libro es cortito.

Al final Ernaux se reafirma a sí misma planteando que "quizás el verdadero objetivo de mi vida sea este: que mi cuerpo, mis sensaciones y mis pensamientos se conviertan en escritura". No obstante, visto lo visto, creo que muchas personas podrían haber sobrevivido felizmente sin ella.

7 de febrero de 2023

La costra nostra

Nuestra piel muerta
de Natalia García Freire.

No se ha encontrado ningún resultado para "de la piel muerta nacen".

De la piel muerta nacen los insectos que se convierten en la única constante en la vida del narrador. Y si no es así, me lo invento... 

El niño vive con sus nodrizas y mientras cuenta la historia, mantiene una conversación con su padre muerto. Cadáver. La visita de dos hombres altera la normalidad.

Leí el 50% de Nuestra piel muerta. Sin ser quiromante.

Frialdad e indiferencia transmite. Cero impulso. 0 interés. En números y en letras.

El estilo está trabajado, pero de poco sirve en un relato yermo que se limita a buscar la sordidez por todos los rincones del papel.

5 de febrero de 2023

Cees notes don't boom

Una canción del ser y la apariencia
de Cees Nooteboom.

Me faltan sinónimos de "aburrido" para describir esta novela de título pretencioso y poca luz. Segunda oportunidad que le doy a este autor, segunda decepción. La componente metaficcional no chisporrotea todo lo que debería y la historia del coronel no me dice absolutamente nada. Y con esa portada tan espeluznante, aquí fallan tanto el ser como la apariencia.

3 de febrero de 2023

Justo ahí

Desde el jardín
de Jerzy Kosinski.

Chance es un jardinero analfabeto cuya naturalidad y sencillez encandilan a todos. Por azar (chance) conoce a un hombre poderoso y poco a poco, gracias a sus interacciones inocentes y aparentemente cargadas de sabiduría, su popularidad va creciendo.

Jerzy Kosinski plantea un texto interesante que se apoya en la ingenuidad de todos los personajes para salir adelante, algo que no es 100% creíble y que requiere una suspension of disbelief considerable, pero que funciona bien. Un ejemplo de esto es que e
l protagonista habla literalmente de su jardín y la gente interpreta que son metáforas sobre la sociedad y la nación. Inverosímil pero simpático. 

En el fondo lo que ocurre es que la literalidad, elusividad y pasividad de Chance son interpretadas como atributos profundos, misteriosos y sabios. A nivel social, podríamos decir que la gente da por hecho que alguien que alcanza una posición de poder y gana popularidad no puede ser tan literal y simple en sus ideas.

El referente conductual de Chance es la televisión y siguiendo lo que ve en ella consigue dar en el clavo en cada situación. Supongo que Kosinski asocia la figura de Chance con un ser vegetal, una planta con capacidad de observación, de ahí que agrade a todo el mundo. Se podría decir que es un espectador de todo, no un participante verdaderamente activo de la realidad, y eso hace que fluya con las circunstancias y resulte ameno y cordial.

La novela se lee con mucha facilidad y aunque requiere bastante fe por parte del lector, presenta un personaje encantador y una narración precisa que juega con ideas atractivas.

1 de febrero de 2023

Chuminami

La gran ola
de Albert Pijuan.

leí 143 de 255
hay mucho que leer y tempus fugit
la propaganda de la parte trasera del libro habla de "virtuosismo estilístico"
julià guillamon de la vanguardia dice "su estilo es como una gran marea verbal"
esta reseña va sin puntos ni mayúsculas ni comas porque soy tan guay como albert pijuan
no hay confusión posible
imito a las olas
lo que el autor ofrece aquí no podría considerarse estilo
la prosa es tan descuidada que parece inspirada en la fotografía de una película de realismo social o mumblecore en la que la cámara se lleva al hombro y no se buscan encuadres artísticos
el problema es que esto en el cine es un recurso voluntario que cumple una función estética y aquí más bien es un desaliño porque sí
es decir, la prosa es mediocre por incapacidad, no por voluntad
la trama se sostiene hasta el ecuador y gracias, dado que los personajes suelen ser desagradables y hay un tufillo a marujeo de sobremesa que es difícil de soportar
se viene spoiler
la falsedad:
por muy malvado que uno sea, si alguien te salva la vida, tu primera reacción será estar agradecido
en esta novela los personajes esquivan la muerte y para celebrarlo apalean y encierran a su salvador
¿per què?, supongo que para el autor es necesario que los personajes residan en el negro y todo lo demás sea blanco, que haya una división clara entre bien y mal por si algún lector se pierde
no entiendo los cambios entre tercera y primera persona, no sé si pijuan cree que su novela es más rompedora por esto
he leído en alguna parte que aquí hay una crítica al capitalismo y a la clase alta
no sabía yo que con presentar personajes ricos que son desagradables era suficiente
así de fácil es hacer literatura en españa
incluso llevarse premios
y hago un crossover: 
me gustaría saber qué pensaría el señor rubén martín giráldez mientras la traducía, teniendo en cuenta lo que escribió en magistral (comentada aquí)