30 de junio de 2023

Baggette

El barón Bagge
de Alexander Lernet-Holenia.

Novela corta que se centra en un escuadrón austrohúngaro en la Primera Guerra Mundial. El barón Bagge cuenta su propia historia con una narración tan espesa como plana. Los elementos misteriosos apenas tienen fuerza porque se introducen de forma demasiado evidente y la atmósfera no está bien trabajada. Esto habría funcionado mejor si el protagonista hubiera sido Bruce Willis. Un fallo de casting.

28 de junio de 2023

Dramaternidad

El nudo materno
de Jane Lazarre.

Ensayo sobre la maternidad que acojo en mis brazos por recomendación de mi mujer y que instantáneamente me resulta demasiado dramático. Sigo leyendo y la sensación no se disipa: Lazarre tiene una visión excesivamente trágica (¿intensa?) de todo (ejemplo anecdótico: se queja de que sus pechos son grandes y que en la sociedad de la época no se llevaban, como si no hubiera otras cosas más importantes).

Más adelante, lo que echa para atrás son los fragmentos cargados de política y activismo, pues no tienen nada que ver con la maternidad y denotan falta de enfoque. Supongo que Lazarre sintió la necesidad de empujar su agenda feminista y política hacia el texto, por eso incluye una gran cantidad de digresiones insulsas que dan como resultado un ensayo tremendamente irregular.

Lo más destacado del libro es que pone de manifiesto la ambivalencia de la maternidad: "me había convencido de que era la única madre del mundo que sentía odio hacia un niño al que amaba con una intensidad enorme". Esa ambivalencia (que ratifico desde mi posición de papá) es posiblemente lo más auténtico que ofrece el libro, aunque tampoco se le da demasiado recorrido conceptual.

En la tercera parte, titulada "Niños", hay un pequeño tramo en el que el libro se centra y gana interés al ofrecer observaciones de otras madres sobre la maternidad y sobre el proyecto de la guardería. Pero tampoco dura mucho.

En general, es un libro prescindible porque Lazarre arroja poca luz sobre la maternidad (menos de la que debería) y se pierde en posturas feministas y políticas que no aportan gran cosa.

26 de junio de 2023

Los Tedionautas

Los Terranautas
de T. C. Boyle.

La construcción inicial de la premisa es bastante lenta. Sobran detalles irrelevantes. Boyle plantea una especie de Gran Hermano (el reality show de la tele) con científicos y expertos medioambientales, con la excusa de que la Tierra va a acabar siendo destruida por el ser humano y hay que hacer pruebas en un ecosistema cerrado, artificialmente creado, por si nos da por poblar otros planetas. La historia la narran tres personajes: el líder masculino del grupo, una de las mujeres seleccionadas para la misión y una no seleccionada. Y empiezan los patinazos (spoilers desde aquí):

- Participan ocho personas cualificadas en una misión en la que se han invertido millones de dólares... ¿y cada día tiene que cocinar uno para todo el grupo? ¿No pueden contratar a un cocinero?

- Estas personas pueden recibir visitas, pero el lugar para las visitas está diseñado de tal manera que te pueden espiar los compañeros.

- Se supone que es una misión científica, pero puede haber turistas y periodistas observando en todo momento, incluso sin la supervisión de un encargado o un guía. En la página 199 se menciona que hay taquilla para comprar entradas. Uno se pregunta qué seriedad tiene un experimento científico en el que la gente puede pagar para verlo, como si fuera un espectáculo.

- Hay que darle una colleja a la editorial porque hay varias erratas importantes: "rallos ultravioletas", "Star Treck", etc.

Más allá de los errores puntuales, lo que hace que uno deje el libro (llegué hasta la página 249) es que todo parece estar al servicio del marujeo telenovelesco. Que si uno piensa mal de mí, que si la otra es guapa o fea, que si el otro ha hecho x y es inaceptable, uy fíjate tú. Los personajes son básicos, infantiles y no tienen ninguna profundidad psicológica, por no hablar de sabiduría o sensatez. El relato pierde más credibilidad todavía si tenemos en cuenta que esta gente representa a la élite social.

23 de junio de 2023

Ni G ni F

G.
de John Berger.

Leí
9
7
d
e
3
3
5
Ni fu ni fa, silba Umberto.
Do re mi fa sol, silbo yo.
C D E F G, silba John.
Innovo a cada paso que doy.
Eso piensa Berger.
No es un vergel este texto.
Estructuralmentememorable.
Perdón...
Estructural
mente
memorable.
Sí, para el lector de los años 70.
Hoy no.
G. no funciona.
Hoy no sale el sol.
Picotazos de pretenciosidad extrema.
Tengo citas.
Historia going nowhere.
Sin sabor.
Interrupciones gratuitas del narrador. Hachazos de metaficción.
Ideas grandilocuentes bañadas de oscuridad.
Algún destello prosístico.
Poco más.
Dolor prostático quizás.
Ejemplo de su magia conceptual:
"Toda la historia es historia contemporánea; no en el sentido más común de la palabra, conforme al cual la historia contemporánea significa la historia del pasado relativamente reciente, sino en sentido estricto: el de la conciencia de la actividad de uno tal cual uno la realiza. La historia es así el propio conocimiento de la mente viva. Pues aun cuando los acontecimientos que estudia el historiador sucedieran en el pasado distante, la condición para que sean históricamente conocidos es que vibren en la mente de éste".
Es decir:
Toda la historia es contemporánea porque su existencia depende de que un historiador vivo la active en su mente.
O sea:
Berger se enreda las manos con sus propios telares hasta perder el control de lo que señalan sus dedos.
Un solete.
Un soplete.
Un
sol
dador.

21 de junio de 2023

Aargh!

Qué vemos cuando leemos
de Peter Mendelsund.

Esta reseña tendría que ser más visual, pero tanto la plataforma del blog como mi tiempo tienen sus limitaciones. Ensayo sobre la imaginación lectora que incorpora fotografías, dibujos y gráficos para apoyar sus ideas. Peter Mendelsund indaga en el proceso de lectura de forma entretenida y aunque hay algunas obviedades y bastante falta de rigor en ciertos puntos, es un libro interesante que ilumina unos cuantos recovecos del arte de contar y leer historias.

*Había hecho varias anotaciones sobre la lectura, pero finalmente decidí quitarlas para dejar que el cuadro se mantuviera borroso.

19 de junio de 2023

Mucho agujero, poca aguja

Agujero
de Hiroko Oyamada.

Una mujer se muda a otro lugar con su marido y deja de tener trabajo, lo que provoca que tenga mucho tiempo libre.

Agujero = parón en su carrera laboral.

Agujero = vacío existencial.

Lo único que Oyamada hace en esta novela es utilizar el concepto de agujero para lanzar varias capas simbólicas.

Agujero = abertura en la tierra con la que tropieza la protagonista.

Agujero = pozo antiguo donde se esconde un animal.

Agujero = lugar en el que cae Alicia en el país de las maravillas y que desata el comienzo de una nueva historia.

Poquita cosa.

Prosa mediocre.

Repetitivamente repetitiva, con descripciones que se repiten.

¿Un guiño al tiempo libre de la mujer con ramificaciones hacia el feminismo?

Se queda sin resolver.

Agujero = tiempo perdido con este libro.

18 de junio de 2023

Infirmitas

Autobiografía médica
de Damián Tabarovsky.

De enfermedades y hombres, un hombre, experto en marketing y comunicación, un personaje que no interesa, que no tiene fuerza, que vaga sin carácter y no comunica, un personaje que no cobra vida porque es una mera proyección literaria del autor, una extensión egoica rodeada de una enumeratividad repetitiva y molesta que tira 20 dardos a la diana y no es que no dé en el centro, es que pierde la circunferencia y destroza la pared, la llena de agujeros, y cada agujero es una digresión intelectual rebuscada e imprecisa que no va a ninguna parte, y la pared acaba agrietándose, y cada grieta es una situación poco convincente o una referencia a alguna figura histórica que intenta llevar en volandas al protagonista pero que lo único que consigue es cerebralizar más el relato.

16 de junio de 2023

Negrura crateriforme

Niño pez
de Mark Richard.

Estamos ante una novela que se desarrolla en un barco pero que, paradójicamente, pese al oleaje, el viento y la naturaleza vehicular de sus elementos, no tiene ningún impulso. Y esto, tarde o temprano (en mi caso, 109 páginas), acaba agotando la paciencia del lector. Hay buenas dosis de sordidez y violencia, pero sus efectos no tienen ninguna resonancia porque Richard no tiene claro hacia dónde se dirige la historia. La narración se podría haber sostenido con un personaje principal más atractivo, pero el niño protagonista lo único que puede hacer es aletear y exhibir una personalidad similar a la del besugo.

13 de junio de 2023

El despertar de la conciencia

Mi planta de naranja lima
de José Mauro de Vasconcelos.

Los libros delicados requieren miradas delicadas, sobre todo si tocan la fibra. Aquí José Mauro de Vasconcelos se centra en un niño pobre de Brasil y con una prosa sencilla presenta situaciones interesantes que despiertan todo tipo de emociones. Es una novela muy tierna que consigue que uno empatice mucho con su impúber protagonista. Sigo con spoilers...

El niño se muda a una casa con jardín y como es el hermano menor, elige su árbol el último. La sorpresa llega cuando el árbol que ha elegido es capaz de hablar y empieza a mantener conversaciones con él. Poco a poco vamos adentrándonos en la vida del joven y descubrimos que el árbol en realidad representa la conciencia interior del niño, una estrategia muy sutil por parte del autor para reflejar el paso a la madurez.

Destacaría también cómo de Vasconcelos juega con nuestra percepción del bien y el mal, con un protagonista que se mueve en una zona de grises y otros personajes que parecen una cosa y luego son otra, rompiendo así nuestras expectativas y cuestionando nuestros prejuicios.

*La persona que me recomendó este libro me dijo que suele ser lectura obligatoria en el sistema educativo brasileño. Así sí.

11 de junio de 2023

Puente aéreo

Irene y el aire
de Alberto Olmos.

Después de leer el libro que recopila algunos artículos de Olmos y salir bastante satisfecho (más detalles aquí), me entusiasmo con el autor y desembarco en este desierto. Una novela sobre el embarazo, el parto y la paternidad que está bien escrita y tiene alguna reflexión interesante, pero que se limita a describir el proceso de una forma bastante plana y mecánica.

El primer problema es que la naturaleza descriptiva y enumerativa del texto hace que sea bastante soso. Hay alguna pincelada simpática, pero nada remarcable. Parece una lista de acciones que hay que llevar a cabo antes de ser padre (despedirse de las fiestas nocturnas, buscar piso, amueblarlo, decidir el hospital para el parto, etc.), chocando los cinco con algunos tópicos y clichés.

El segundo problema es que el libro va dirigido a un público relativamente reducido, esto es, gente que esté a punto de ser padre/madre o gente que ya lo es. Y a esas personas (entre las que me incluyo) no les va a aportar casi nada. Conozco perfectamente las vicisitudes logísticas y biológicas de tener hijos y esta enumeración de elementos prácticos no ofrece gran cosa.

Percibo cierta impersonalidad, cierta distancia artificial, que no le hace ningún favor a la narración. Aquí Olmos tendría que haber ido con el corazón en la mano para ofrecer un relato íntimo y personal, pero ha entrado al paritorio pensando en la cesárea y no en el parto natural (se ha sentado en el escritorio y se ha vestido de escritor, olvidando la carne y el hueso).

*Error: llama "tomografía" a la ruptura del saco amniótico para provocar el parto. El término correcto para esto es "amniorrexis" o "amniotomía" (gracias Google). Aquí habría que criticar menos al autor, que puede fallar, y más a la editorial, que ni siquiera lee lo que publica, o que confía en una serie de lectores/correctores que no disponen de grandes aptitudes.

10 de junio de 2023

Crónicas marsianas

Rabos de lagartija
de Juan Marsé.

Tras la recomendación de un anónimo, decido aproximarme a la obra de Juan Marsé. Y debí escoger mal el libro, porque esto se me desbarató a las 65 páginas. El anónimo en cuestión debe ser militar, porque para poder leer esto hay que saber arrastrarse por el fango con bastante agilidad.

La prosa tiene algún destello inicial, pero hay demasiadas inconsistencias tonales y muy poca autenticidad. Marsé quiere combinar un misterio policial con un tono burlón, un punto de vista infantil y trazas de marujeo. No funciona.

Para empezar, la narración suele ser informal y desenfadada, pero de repente utiliza términos rebuscados como "conturba" o "concitado". No tiene mucho sentido. En general, el niño se expresa de forma artificial: "tenías que ver la mano crispada que sujetaba la barra poniéndose lívida". Un niño no habla así. No tiene ninguna autenticidad como personaje. Es evidente que hay un escritor construyendo las frases del chaval.

Luego quiere plantear un misterio con el policía que busca e interroga a la madre, pero Marsé no es capaz de generar intriga. No hay misterio. No ayudan los cambios de narradores, los saltos gratuitos de descripciones a charlas de marujas y la repetitividad que impone la decisión de que haya un personaje haciendo preguntas constantemente para que la historia avance.

9 de junio de 2023

Ventanas y lamparones

Territorio de luz
de Yuko Tsushima.

Leídas 95 de 193. Una madre soltera sale adelante con una niña pequeña en el Tokio de los años 70. Lo más emocionante del libro es cuando aparece la palabra yakitori y uno puede dejar de leer e imaginar que está en Japón deleitándose con su gastronomía. Esa teletransportación de ensueño es más evocadora que todo lo que ocurre en la novela y ni siquiera está provocada por la prosa de la autora, sino por un devaneo personal que prácticamente funciona como ejercicio de supervivencia lectora.

8 de junio de 2023

Reloj de arena movediza

Tiempo curvo en Krems
de Claudio Magris.

Cinco relatos sobre el paso del tiempo, la vejez, la muerte... Cuatro de ellos no me parecen nada memorable. La prosa de Magris alterna entre la fangosidad y el lirismo cerebral. La mente de Magris, con sus malabarismos racionales, está muy presente en el texto y a veces no deja hueco a la literatura.

Se puede destacar el relato que da título al libro, ya que plantea una reflexión sugerente sobre el tiempo, la vida y la muerte, pero su dimensión poética se ve obstaculizada por la introducción algo tosca de conceptos físicos. Falta equilibrio y suavidad en la conjunción que forman lo artístico y lo científico, algo extrapolable al resto del libro.

6 de junio de 2023

Sí pero no pero no

La sociedad del cansancio
de Byung-Chul Han.

En el prólogo Han afirma que el cansancio puede ser curativo si surge de "un amable desarme del yo". Una frase m
uy bonita con una idea que tiene cierta resonancia pero que no se desarrolla, algo que sucede con frecuencia en este texto.

El autor usa el ámbito inmunológico para hablar de la sociedad y asegura que "cada reacción inmunológica es una reacción frente a la otredad". Lo que sucede es que en la actualidad
 han desaparecido la otredad y la extrañeza (no hay tanta distancia entre identidades individuales). La diferencia ha sustituido a la otredad y por ese motivo ya no hay sujetos inmunológicos, porque la diferencia no despierta una reacción inmunológica, sino que se acepta en la sociedad actual. De ahí que la sociedad sea más positiva y que los estados patológicos de la actualidad se basen en "un exceso de positividad". 

Hemos pasado de sociedades de negatividad (con oposiciones marcadas) a sociedades de positividad y a su vez vivimos en una sociedad de rendimiento. La sociedad del rendimiento "produce depresivos y fracasados". Cito: "el sujeto de rendimiento se abandona a la libertad obligada o a la libre obligación de maximizar el rendimiento. El exceso de trabajo y rendimiento se agudiza y se convierte en autoexplotación. Esta es mucho más eficaz que la explotación por otros, pues va acompañada de un sentimiento de libertad. El explotador es al mismo tiempo el explotado. Víctima y verdugo ya no pueden diferenciarse". Esto genera enfermedades psíquicas.

La verdad es que no veo una relación sólida entre la sociedad de la positividad (en la que se acepta todo y ya no hay fuerzas externas negativas) y la autoexplotación que desencadena el burnout. Se sugiere que la negatividad permite detenerse a observar las cosas o genera remolinos internos que son necesarios para crecer como persona, pero de forma muy débil.

Según Han, el exceso de positividad se manifiesta como un exceso de estímulos que obliga a que la atención sea dispersa. En una sociedad en la que la atención se dispersa, se favorece el multitasking y se pierde la capacidad contemplativa. Todo es estar activo y rendir. Pasamos de una sociedad disciplinaria, de obedecer a otros, a una de positividad y rendimiento, en la que uno se esclaviza a sí mismo para rendir. Hmm...

Más citas: "La sociedad de la positividad, que cree haberse liberado de toda coerción externa, se enreda en autocoerciones destructivas", básicamente debido a la autoexplotación derivada de la necesidad de ofrecer un rendimiento. Esto hace que uno sea violento consigo mismo, lo que desata enfermedades como la depresión y el burnout.

Entiendo a Han, pero a su mesa le falta una pata. Me da la sensación de que Han da por hecho que todo el mundo se autoexplota y que el burnout y problemas similares son como autoflagelaciones que uno mismo se crea. Todo esto díselo a una persona que sufre abusos de su jefe o que tiene un entorno de trabajo tenso o lleno de presión o que tiene que coordinar la vida laboral con el cuidado de varios hijos.

Otra frase bonita: los hombres de la sociedad del rendimiento "son demasiado vitales como para morir, y están demasiado muertos como para vivir". Cita a Aristóteles para decir que las ansias de rendir y ganar dinero son impulsadas por el afán de vivir, pero no de vivir bien.

Tengo muchas dudas con este ensayo. Hay algunos capítulos que no enlazan bien la idea del cansancio o que están mal desarrollados y no plantean una idea bien definida. También hay argumentaciones que se repiten y fragmentos algo dispersos. Habla de la positividad de la sociedad, todo es más abierto y hay más tolerancia a todo, pero no desarrolla el concepto hasta el final, se queda a medio camino.

Parece que la depresión sólo la causa esa supuesta positividad que no permite detenerse, cuando en muchos casos depende de fuerzas externas incontrolables que no tienen nada que ver con la autoexplotación ni el rendimiento (muerte de un familiar, problemas de salud, conflictos conyugales, presión laboral, etc.).

5 de junio de 2023

Monster Zero Zero

Frankenstein en Bagdad
de Ahmed Saadawi.

En las primeras 50 páginas (todas las que leí) los personajes viven varias explosiones y el lector ninguna, principalmente porque sobran palabras y falta claridad y expresividad. Hay mecha (hay idea), pero no hay detonación literaria. Voy a ir cosiendo los trozos de carne que me encuentro por el suelo para generar esta reseña, este monstruo. En el texto hay cadáveres y agua estancada y huele a muerto, aunque quizá sea la prosa. Tendré que coser a mano porque perdí la Singer. La puntilla (la puntada) es el hedor que desprenden unas decisiones estructurales muy cuestionables que descolocan al lector constantemente. Difícil conectar con los personajes y con la historia. Ahmed Saadawi no es Paul Thomas Anderson y no tiene a Daniel Day-Lewis de protagonista. Ni yo soy Pertegaz, un nombre que sale de juntar "coser", "pertinente" y "perspicaz", términos que tampoco definen a la novela.