La metamorfosis de Franz Kafka.
Un día te despiertas y en vez de piernas y brazos tienes patitas, a tu pecho lo llamaremos tórax, eres un insecto. Aún así, por dentro eres el mismo, por eso para ti lo importante es seguir tu rutina laboral, tienes que mantener a tu familia. Obviamente, no puedes. Empiezas a adherirte a la pared y eres como una mancha negra en ella, comes putrefacción. No puedes comunicarte. Tu familia se asusta, no te quieren ni ver, te conviertes en una carga a pesar de todo lo que hiciste por ellos. Tras tu muerte llega su felicidad.
Es una obra fácil de leer pero difícil de asimilar conceptualmente. Creo que hay una clara alusión al gusano que se convierte en mariposa. Las ideas clave deambulan entre las relaciones interior/exterior, cuerpo/alma, presente/pasado...
El gusano, de pronto se convierte en mariposa pero todos sabemos que detrás ha habido un proceso. En el texto, el protagonista cambia de repente, pero ese cambio inmediato es lo que te muestra el autor, la verdad es que por dentro del protagonista estaban pasando cosas desde hace tiempo, cosas imperceptibles para alguien que no se preocupa en conocer el interior, como su familia, únicamente interesada en su rol social (dependiente de su cuerpo o parte exterior) que pone comida en la mesa. Ese cambio exterior hace que el hijo pierda su valor social y así su identidad frente a la familia y la sociedad, en cuanto pierde su aspecto pierde su humanidad.
Si el insecto no fuera su hijo, la familia no se habría asustado, pensarían que es un simple insecto. Lo que era en el pasado hace que lo que es ahora sea inaceptable porque lo exterior es lo esencial del ser según su familia (o según la sociedad). El truco está en que cuando vemos un gusano, identificamos un gusano y cuando vemos una mariposa, identificamos una mariposa, y no nos damos cuenta de que es el mismo ser pero transformado estéticamente. Sin embargo, en lo relativo a una persona, aunque se produzcan cambios internos importantes, no distinguimos entre seres diferentes porque la transformación exterior no es extrema.
La familia (o la sociedad) ve dos seres diferentes y no una metamorfosis, porque sólo identifican al ser con lo exterior y además, no tienen en cuenta lo temporal. Todos vemos la inmediatez de una persona, como si sólo existiera el presente. Pero todos somos un período de tiempo y no un ahora.
Erri De Luca: Las reglas del Mikado
Hace 13 horas