30 de octubre de 2013

5up3rju4n

La conjetura de Perelman de Juan Soto Ivars.
*La cØnjetura de P3relm4n (como aparece en el libro, apenas freaky).

Lo negro: problemillas con el punto y coma en las primeras hojas (reiteración excesiva) - tufillo a intento de bestseller (detalles relacionados con la sencillez, la neutralidad, el misterio, la accesibilidad, que buscan expandir al máximo el abanico de lectores) y la consiguiente ausencia de voz propia (como si el texto lo hubiera escrito el Loquendo, la voz que en autobuses y trenes anuncia la próxima parada) - es aburrido, demasiada preocupación por los personajes y las relaciones humanas (enfermedad del proceso creativo que reside en los cerebros españoles), falta acción - prosa carente de imágenes y metáforas, monótona, de expresividad nula (más Loquendo). A todo esto... tampoco escribe del todo mal, las frases están bien construidas, ya es algo. A todo esto... mis ojos no llegaron lejos con la lectura, pero al menos me interesé por el libro, ya es algo.

28 de octubre de 2013

Hay que seeer booombero… (Chayanne)

Incendios de Wajdi Mouawad.

Teatro. El testamento de la madre, reciente fiambre, obliga a los hijos a buscar a su padre y a su hermano (muerto y desaparecido respectivamente, supuestamente). Alterna presente, pasado y futuro. En ese alterne mis ojos se sintieron prostitutas, desgastados por el excesivo número de clientes. Supongo que haber visto la película antes me ha influido negativamente. El caso es que... Hay demasiados personajes, demasiado nombre propio que recordar. Me pierdo. La encuentro muy desordenada en su estructura, los saltos temporales resultan gratuitos, no responden a un significado mayor ni suman interés. Algunos diálogos son estúpidos (debería haber puesto algún ejemplo pero ya no tengo el libro cerca). Hay situaciones cuyo efecto dramático se pierde por culpa de un mal enfoque narrativo, es decir, los personajes llegan a conclusiones determinantes y a veces esto se toma muy a la ligera, se expresa de forma pusilánime, taciturna, timorata. A lo mejor el único culpable soy yo, por ver la peli antes y buscar referentes en ella inconscientemente. O no.

Manzanas a un euro

El árbol paraíso de Carlo Frabetti.

Resistencia máxima: 25 páginas. No sé si esto es literatura. Más bien jueguitos intelectuales. Amagos de reflexión hiperracionalista. Y verborrea cerebral. No hay más.

26 de octubre de 2013

Orfealdad

Una historia conmovedora, asombrosa y genial de Dave Eggers.

Entre gilipolleces introductorias del autor, agradecimientos que ocupan 22 páginas (en los que se desmenuzan, en un intento por demostrar inteligencia, algunos detalles del libro) y que el primer capítulo es aburridísimo, la novela no empieza de verdad hasta la página 100. Y de ahí aguanté unas 60 más. Ya desde el principio va de listillo graciosillo y resulta irritante. Argumento: dos chavales se quedan huérfanos y el mayor (veinteañero) tiene que cuidar del pequeño. Prosa plana. Poca acción. Monotonía. Hay algo de imaginación, pero nada destacable. Busca la empatía del lector con la ternura, la honestidad, el caos de la convivencia juvenil, la ingenuidad, etc. Extremadamente insulso.

Quien a buen árbol se arrima...

A la sombra de una flor de lis de Mircea Eliade.

Relatos metafísicos. Misteriosos. Normalitos tirando a bien. Aquí acaba el análisis.

24 de octubre de 2013

Uno por corral

El hombre es un gran faisán en el mundo de Herta Müller.

Novela dividida en capítulos de tres o cuatro páginas. Prosa bien. Cae en el defecto (¿virtud?) de reservarse frases impactantes (¿efectistas?) para el final de cada capítulo. Y ya te lo vas esperando y se hace previsible. Si soy sincero, no sé de qué va el libro. No le he pillado el punto. Hay mucha neblina, no hay claridad. Esa ambigüedad engaña al lector y el texto puede parecer más profundo de lo que verdaderamente es. Lo único que vi fue alguna crítica a la sociedad patriarcal y el tema de la guerra y la inmigración desde Rumanía a Alemania. Poco más.

23 de octubre de 2013

¡Qué jodío el judío!

Goodbye, Columbus de Philip Roth.

Narrador protagonista primera persona. Chico conoce a chica. Clase media frente a clase alta. Judíos y judías. Prosa fluye. Nada espectacular. Aguanté hasta la mitad. Aburrimiento. Esperaba algo más. Capacidad para interesar al lector. A pesar del vacío. Desarrollo aceptable. Humor light. Algo de religión. Algo sobre el matrimonio. La familia. La sociedad americana. Sin más. Se perdona porque fue la primera.

22 de octubre de 2013

Explanada

La niña Ícaro de Helen Oyeyemi.

Una niña viaja de Inglaterra a Nigeria y conoce a algunos familiares, etc. Sin interés. Leí algo más de 40 páginas. El estilo y la prosa son planos, y cuando digo planos me refiero a que la tabla de planchar es una oda a la concavidad al lado de esto, no hay imágenes, no hay metáforas, no hay colores en la narración... No se equivoquen, no es un defecto, el estilo plano hace alusión a la que debe ser la característica principal de la superficie nigeriana: la planicidad. Idea genial, la superficie es plana, el estilo es plano. Gran autora, una promesa que según alguna revistilla cultural no hará más que parir obras maestras en el futuro.

21 de octubre de 2013

El anti K.O.

La historia siguiente de Cees Nooteboom.

El autor está de pie sobre el ring con los brazos bajados, estático, normal que el rival, lector boxeador, deseoso de recibir golpes, renuncie a la pelea por aburrimiento. Cees gana por pasividad. El narrador divaga y divaga, no impacta, encaja palabras sobre el papel pero las palabras no encajan ni un golpe. Está en Lisboa, luego en Amsterdam, bien, de acuerdo, mitología, sí, el desayuno, vale, y qué... El estilo no es del todo bello, no sé si por la traducción, pero es algo atascadizo. Tenía grandes esperanzas puestas en él. Una lástima.

19 de octubre de 2013

Mi media naranja

El burdel de las gitanas de Mircea Eliade.

Acabo de descubrir a este autor y me ha encantado. Libro con tres relatos, los tres bastante buenos. Estilo ágil, sin rimbombancias, sin excesos. Carga onírica, espiritual, simbólica, metafísica... El primero trata de un científico que hace experimentos basándose en la Biblia. Me parece una idea muy interesante, cómo una interpretación metafórica de un texto religioso (espiritual) puede ayudar a descubrir la cura para una enfermedad (científico). El segundo relato, en clave de acertijo, se pregunta sobre el ser, la realidad, el mundo espiritual... El tercero, que da título al libro, es un viaje onírico que también cuestiona los límites de la realidad. Grata sorpresa.

17 de octubre de 2013

Personaje personaaaje, yo te caaanto

Ilona llega con la lluvia de Álvaro Mutis.

"Ese mar mancillado infundía en el ánimo un sabor de fracaso y mezquindad que no era precisamente lo que hacía falta para levantarme la moral". Estilo rancio, puede transmitir de todo menos frescura. Pero lo peor no es eso sino su narrativa personajecéntrica que consigue marginar al lector. Casi todas las frases son en primera persona y hacen alusión al estado emocional o a la personalidad o al punto de vista del personaje. Hasta la frase que he citado, que habla del entorno, al final se dirige hacia el personaje. Ese territorio neutral que necesita el lector para sentirse cómodo, que normalmente suele ser el entorno, también se dirige hacia el protagonista, por lo que el lector advierte su falta de importancia, se siente arrinconado en un lugar que pertenece por completo al personaje. Oséase, da la sensación de que el texto está escrito para el personaje, no para el lector. Y te asfixias. Sólo añadir que la acción, lo que va sucediendo, también aporta su granito de arena a la montaña de pesadez que es el texto.

16 de octubre de 2013

Tratado de ornitología

Pájaros de América de Lorrie Moore.

Libro de relatos que a pesar de ciertas irregularidades narrativas y de su temática doméstica, me ha sorprendido gratamente. Trata temas familiares, divorcios, infidelidades, aventuras sexuales, bebés... digamos que son temas muy de cotilleo. Aunque son relatos bastante realistas, tienen un toque imaginativo, surrealista y humorístico que los eleva a un rango superior. Algunos son cansinos, demasiado centrados en lo humano, pero en general están bien. Gran expresividad. La prosa cumple. El estilo resulta ágil para los temas que trata, y digo esto porque es difícil encontrar textos centrados en la mujer, lo doméstico y lo familiar, tipo Alice Munro (coñazo a la vista), que sepan equilibrar la lluvia de plomo con un estilo fresco y una imaginación certera.

14 de octubre de 2013

La marca y el marketing

La marca del meridiano de Lorenzo Silva.

Premio Planeta 2012. No hay sorpresas. Un par de capítulos y a la hoguera. Admito que antes de cogerla ya intuía su mediocridad, pero hay que asegurarse, muchos lenguaraces hablan bien del autor. La pizarra de Lorenzo dice así: Objetivo #1: enganchar al lector desde el principio con algún anzuelo básico, o bien generando controversia (el texto empieza con algo sobre la lucha de géneros, machos versus hembras, aunque eso no tenga nada que ver con lo que sigue), o bien añadiendo algún misterio (el protagonista le oculta algo a su mujer/hay una muerte misteriosa y hay que investigar, ecuación típica de novela negra). Objetivo #2: ahorrar esfuerzos al lector para que se coma la novela enterita, que predomine una sencillez que facilite la lectura (generalizaciones, imágenes simples, prosa plana, ideas básicas, diálogos con aclaraciones, todo ello bien masticadito y listo para digerir). Objetivo #3: asegurar al lector que va a obtener recompensa, que el bien va a triunfar sobre el mal (a lo largo del texto se insiste en que se hará justicia y que los malhechores recibirán su merecido). Objetivo #4: conseguir que el lector se sienta cómodo, evitando la profundización, manteniendo la neutralidad (el texto ni enfoca ni desenfoca, ni destaca por sus detalles ni por su amplia perspectiva del mundo, ni árboles ni bosque, sólo hojas). Y creo que con esto es suficiente para desnudar la fórmula. Los amantes del bestseller exprés y por lo tanto de la repetición, toda esa gente que recibe con cerebros hambrientos (si es que se le puede llamar cerebro a eso) las mismas triquiñuelas año tras año, las cuales responden a unos patrones y una estandarización cuyo funcionamiento está garantizado por las ventas previas de productos similares, están de suerte. Cualquier mierda sale a flote con un empujoncito publicitario.

13 de octubre de 2013

Electrocardiograma plano

El oficinista de Guillermo Saccomanno.

Sudor y lágrimas, y todo para no poder terminarla. Quiere ser amor, distopía y cotidianidad. El oficinista se enamora de la que se está follando el jefe. La atmósfera intenta ser futurista, algo enrarecida, con perros salvajes y helicópteros por las calles. Vale, pero con incluir dos o tres guiños de vez en cuando no consigues que el entorno coja fuerza. Falta carga en la descripción del exterior, queda como colgando, no es absorbente, el lector no llega a entrar en ese mundo. El contenido es inexistente más allá del cliché del hombre que está sumido en el día a día y se enamora y de repente esa rutina se rompe y hay algo por lo que luchar. Tímidas reflexiones sobre el amor, el trabajo, lo cotidiano... Tanto el estilo como la prosa son extremadamente planos, no tienen distintos niveles, mismas expresiones para referirse a lo mismo, se echa de menos más riqueza en el vocabulario y en la construcción, variedad. También faltan capas de contenido, acción, reflexión, emoción... Es un libro del montón, más off que on (la rima provee).

11 de octubre de 2013

Let's Go

Naturaleza de la novela de Luis Goytisolo.

Ensayo. La primera mitad quiere resumir la historia de la novela. No es demasiado interesante. Plagada de citas. A veces pierde el hilo. Se dispersa. Lo más interesante llega cerca del final. La división entre escritores bíblicos y evangélicos, los pronósticos apocalípticos sobre la novela... Creo que falta reflexión e ideas propias. Muy normalito.

Se estrella al instante

Estrella distante de Roberto Bolaño.

Decepción. Normalmente la prosa de este hombre fluye muy bien. Aquí no tanto. Y además la temática es un coñazo. Telenovela sobre escritores y poetas. Imposible acabarlo. El señor Bolaño no suele destacar por el contenido de sus obras, pero aquí sobrepasa los niveles de insustancialidad. No tiene gracia.

10 de octubre de 2013

Historia de un médico rural

Un hombre afortunado de John Berger.

Si lo sé no vengo. Menudo... Habla de un médico de pueblo. Uno se rompe la pierna, la otra tiene un parto, el tercero aparece con anginas, bla bla bla, el médico al rescate. Texto y fotos. La combinación responde satisfactoriamente a lo que es el libro. ¿Y el libro qué es? Un ente lleno de palabras e imágenes. Una lectura en diagonal revela que el libro empieza más allá del ecuador, así que la primera mitad te la podías haber metido, junto al estetoscopio, por el culo. Al final acabé viendo las fotos, picoteando de aquí y de allí y cerrando el libro. Reflexiones de esta guisa: "me atrevería a sugerir que una de las razones fundamentales de que tantos médicos terminen decepcionándose con la profesión y convirtiéndose en unos cínicos es precisamente que, pasado el primer momento de idealismo abstracto, no están seguro del valor de las vidas reales de los pacientes que tratan", y se queda tan ancho, normal que no me interese, simplifica la transformación individual y obvia factores como la rutina, la insensibilización, el prestigio social, el económico, etc. ¿Otra?: "En la enfermedad se rompen muchas conexiones. La enfermedad separa y fomenta una forma distorsionada y fragmentada de la identidad. Lo que hace el médico, a través de su relación con el enfermo y de esa intimidad peculiar que se le permite, es compensar la ruptura de esas conexiones y reafirmar el contenido social de la identidad quebrantada del paciente", véase que todo es demasiado personal, que puede ser que sí y también que no, pero ahí lo deja. También mete un poco de psicología y se le ve convencido de tocar la verdad. Hace tiempo aprendí que los libros cuyo único microscopio es la razón, son los que más se equivocan, se meten descalzos en los charcos.

8 de octubre de 2013

Argi, Barto, Crispo

Los huerfanitos de Santiago Lorenzo.

Tres hermanos heredan las deudas de su padre, esto es, la hipoteca de un teatro que vale un dineral, y la única solución que encuentran es organizar una obra y estrenarla para participar en un premio cuya recompensa pagaría la deuda. Este libro es un mejunje de elementos positivos y negativos. Virtudes: la prosa, con imágenes y metáforas de mucha calidad y algún toque poético. El estilo es muy personal, hay una voz propia, y eso se agradece. El ritmo es bueno. El humor es acertado. Quizás también hay que destacar la capacidad del autor para mantener la intensidad, introduciendo en el momento justo algo que reaviva las brasas. Defectos: la estructura es muy básica, introducción, nudo y desenlace, y hay un objetivo claro desde el principio. Todo eso transmite demasiado orden y planificación y resta naturalidad. La prosa en general está bien pero a veces tiene un aire excesivamente antiguo-culto-rimbombante, véase: "mediante añagazas que iba pergeñando", "olía a morocho, no a garanza", o infinidad de términos como "denuedo", "nesciencia", "concitemos", "mamerto", "coyunda", "caireles", "edecán", "manolífico", "leguleyo", etc. El uso de estas expresiones hace que el lector no llegue a conectar del todo con el autor, ya que hay una gran distancia entre el lenguaje del día a día, o más estándar, y el que se presenta en el texto. El argumento es un gran cliché, personajes que necesitan dinero y para ello tienen que crear algo sin recursos. Lo hemos visto mil veces. Lo peor es que el final aumenta el cliché, es happy, y además resuelve el conflicto de forma demasiado espontánea, como si se lo quitara de encima, incluso empaña la intensidad dramática de lo sucedido anteriormente. Por último, lo que suelo achacar a la gran mayoría de libros: no tiene contenido, no transmite ninguna idea. Bajo el foco del entretenimiento es un buen libro, bajo la lupa de la literatura, quitando la prosa, no es nada especial.

6 de octubre de 2013

Ti Chin-Fu

El mandarín de Eça de Queirós.

Prosa poética bastante buena, sobre todo teniendo en cuenta la época (siglo 19, hay novelas más modernas que parecen más antiguas). Argumento: un individuo de tintes demoníacos le ofrece al protagonista y narrador un montón de dinero a cambio de que una persona en China muera. Y éste acepta. Y se da la gran vida pero acaba sintiéndose mal y decide arreglar la situación viajando a China para repartir la riqueza entre la familia del cadáver y alrededores. Y no lo consigue porque el pueblo se entera de dónde vive y van a robarle el dinero. Y tiene que huir del pueblo porque si no le matan. Y acaban salvándole unos curas. Y al final vuelve a casa. Punto 1: avaricia, tanto la suya por matar a alguien para hacerse rico como la del pueblo. Punto 2: hipocresía, tanto la suya por creerse superior a los demás cuando tiene dinero como la de los otros, que le tratan bien cuando es rico pero le tratan mal cuando es pobre. Punto 3: espiritualidad, que le salven los curas dice mucho, la espiritualidad tiende a rechazar la riqueza, etc. No es una lluvia narrativa purificadora que te sobrecoge por dentro, pero es muy correcta en su forma de humedecer al lector y limpiar los restos de lecturas pasadas insatisfactorias.

5 de octubre de 2013

El hombre de hojalata

De repente en lo profundo del bosque de Amos Oz.

Tomad y comed todos de él: "lo oculto se revela a quien busca con los ojos del espíritu, a quien sabe escuchar con los oídos del alma y tocar con los dedos de la mente". La sabiduría de Amos, próximamente en el mercadillo de los lunes. Libro cargado de filosofía barata. Libro que es corto y se hace largo porque el autor decide extenderse describiendo una y otra vez lo mismo. Esto sucede porque remarca demasiado las mismas ideas y situaciones. El inicio está bien: un pueblo que no tiene animales porque hay un demonio en la montaña que se los ha llevado. Y una pareja de niños investiga para saber qué pasó exactamente. La prosa es sencilla, pero una sencillez que no transmite placer estético, sosa, demasiado plana. El texto quiere ser una parábola sobre la sociedad y el individuo, pero no está bien desarrollada. La evolución de la trama es pésima, repetitiva (otra vez), y juega con el lector con técnicas de ocultación básicas, a lo novela negra, que en un momento dado puede valer, pero por ejemplo, no algo tan ridículo como que un niño tiene un secreto y no se lo quiere decir al otro, como añadiendo otra capa de misterio que se sostiene con pinzas por su escasa relación con el resto. Es obvio que intenta ofrecer intriga/suspense/misterio al lector, se ve el truco. El final es muy flojo. Todo es flojo.

3 de octubre de 2013

Baba de sueño americano

Babbitt de Sinclair Lewis.

Prosa cual perfume de señora mayor pero el olor no es malo. El contenido es algo repetitivo, la política, el capitalismo, la fe... son ideas que se presentan en el texto mediante situaciones que son muy semejantes, faltan colores, falta variedad. Babbitt vive el sueño americano, vende casas, gana bastante, es productivo, tiene su mujer florero, sus hijos, sus amigos ricos, etc. A través del protagonista el autor muestra una sociedad americana dinerocéntrica donde las personas se reafirman frente a la sociedad mostrando la magnitud de su riqueza. También refleja su hipocresía, la falta de valores éticos/morales, donde se mide el valor de las personas por lo que ganan y donde vale mentir, engañar o ser infiel con tal de obtener un beneficio personal. Aun mintiendo descaradamente, Babbitt se cree de una pureza sobrenatural, de ahí la hipocresía. Y a pesar de tener otros sueños, que en un principio aportan menos dinero (ser músico por ejemplo), los personajes se dejan llevar por el camino que les aporta más beneficio económico (más status social) y en lo más profundo acaban siendo infelices.

1 de octubre de 2013

We are na

El amigo del desierto de Pablo d'Ors.

Gran libro, me tocó profundamente. Ahora sí que sí, el mejor escritor español al que he leído, sin ninguna duda. Sobre todo por el alto contenido espiritual, que escasea en nuestros días, y por su manera de transmitir con sencillez y humildad. Un hombre hace un par de excursiones al desierto del Sahara y se enamora de él y decide quedarse a vivir allí. Prosa sencilla, con toques poéticos, sin complicaciones, que fluye bien. A lo largo del texto se va presentando la evolución espiritual del protagonista. En el desierto descubre el infinito y la nada, como distintas caras de la misma moneda. Se siente conectado con el todo y al mismo tiempo insignificante. Buena profundización en los temas que trata: viajar, espiritualidad, transformación, naturaleza... El desierto parece algo estático a nivel superficial, pero en realidad está en constante movimiento (el aire mueve la arena y cambia su forma). Esto está relacionado con el viajero superfluo, que cambia el decorado pero no transforma su interior mediante el viaje, y esto a su vez habla de lo que le sucede al personaje. Hay algunos detalles interesantes, como la relación entre las líneas del desierto y la vida de los seres humanos, pues cada vida es una línea, o la semejanza de esas líneas con las huellas dactilares, como si el desierto hablara del ser humano, como si el entorno nos guiñara el ojo. El éxtasis llega cuando el protagonista siente que está conectado con el desierto (todo y nada), que puede "conversar con el espíritu de la naturaleza", y entonces el tiempo desaparece y nada es más importante que vivir el presente.