Segunda lectura.
Leo lo que escribí la primera vez (en 2013, aquí) y siento lejanía.
Historia sencilla, pero muy auténtica y vivaz, sobre la partición de India que llevaron a cabo los británicos tras la Segunda Guerra Mundial y que dio lugar a la creación de Pakistán.
Esta división hizo que los musulmanes se fueran a Pakistán y los sijs e hindúes a India (con unos cuantos muertos de por medio).
Párrafo con spoilers:
En general, Singh es crítico con la corrupción, la religión y cómo los indios suelen prescindir de la razón y los hechos para guiarse por el mundo.
Aunque al final del libro un personaje observa: "si las cosas te las tomas tal como son, se dijo, no parece existir un código humano o divino que pueda guiar nuestra conducta".
El autor acaba sugiriendo que uno es de donde nace y crece y nada tiene que ver la religión (el musulmán de la India no tiene nada que ver con Pakistán) y, por tanto, los conflictos religiosos son absurdos.
Apuntes varios:
- Los trenes son el reloj de la aldea de Mano Majra.
- Llega Iqbal, trabajador social que ha estudiado en Inglaterra, y afirma que la moralidad es una cuestión de dinero. Como la gente pobre no se la puede permitir, se acogen a la religión.
- Iqbal reflexiona y se pregunta por qué no hay control de la natalidad en India. Se les va de las manos con tanta población.
- Gran frase: "el hombre sabio nada con la corriente y, aun así, alcanza la otra orilla".
- Iqbal reflexiona y se pregunta por qué no hay control de la natalidad en India. Se les va de las manos con tanta población.
- Gran frase: "el hombre sabio nada con la corriente y, aun así, alcanza la otra orilla".
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