24 de noviembre de 2015

Felicitarte

El arte de la felicidad de Dalai Lama y Howard C. Cutler.

Al principio resulta pasteloso y facilón, ya que las ideas son muy elementales y cualquiera que tenga alguna lectura relacionada con la espiritualidad se ha topado con ellas anteriormente, sin embargo, poco a poco te vas dando cuenta de que ahí está la clave, esa sencillez es uno de los rasgos de la felicidad. Es un libro correcto, que quizás a una persona que haya leído mucho sobre temas espirituales no le aporte gran cosa, pero que cumple y está bien para refrescar fundamentos básicos.

13 de noviembre de 2015

Un humano en martes

The Human War de Noah Cicero.

Érase una vez una fiesta literaria en la que Noah Cicero y Tao Lin explotaban el disfraz de Bret Easton Ellis que se habían comprado en el chino. Al menos se podría decir que Ellis es un precursor (véase Menos que cero), aunque debe mucho a Camus y a las ideas de Roland Barthes (el título es un guiño a una de sus obras). Hoy en día, a falta de calidad, se introduce un poquito de marketing y se vende cualquier cosa. Esta novela, novella, no bella, es un despropósito. La falta de preocupación estética (o disminución de expresividad), en el caso de Camus, Ellis, u otros autores como Agota Kristof, viene acompañada de unas reflexiones de cierta complejidad, sin embargo, aquí simplemente se produce un traslado, una mudanza superficial, el autor no tiene capacidad creativa y simplemente se apropia de un estilo que es fácil de reproducir. Esto lo puede hacer cualquiera, construimos un discurso con frases sencillas y las defendemos diciendo que esa sencillez está relacionada con el vacío existencial y el sinsentido contemporáneo (aplausos). El problema es que salta a la vista que no hay escritor detrás. Los diálogos son de una artificialidad y una banalidad pasmosas, el absurdo y la ironía que se buscan son de una estupidez considerable, no hay inteligencia ninguna. Se trata de un chaval soltando improperios contra la guerra y la sociedad americana mientras se dedica a beber y a hablar de sexo. Banalidad no, lo siguiente. Es una vergüenza que esto pase como literatura. Y lo que nos queda por ver... Novelas que bien podrían ser el diario de un chaval de quince años. Habrá que empezar una guerra contra la mediocridad artística. He aquí la primera piedra lanzada, o una de tantas. Los misiles mejor por debajo, en silencio, para que no los detecte el radar.

5 de noviembre de 2015

IQ & Actual Things

Imaginative Qualities of Actual Things de Gilbert Sorrentino.

Y acabé dejándolo. Al principio me gustaba, mucho humor, alguna reflexión sobre el arte, cuestiones metaficcionales... Gradualmente se me fue haciendo cansino, demasiado cerebral, me sentía atrapado en un bucle intelecto-metaficcional, sin progresar. Gilbert reflexiona sobre sus propios personajes y su proceso creativo. Cuesta mucho conectar. A lo mejor soy un personaje. Me gustó la prosa, eso sí, pero fui incapaz de quedarme enganchado. Un personaje que se hace pasar por el autor. No dude de que volveremos a vernos. En la estantería reposa la que se considera su obra maestra y algún día tendré que poner mis manos sobre ella. O el autor ya es un personaje.