En el balneario y Viaje a Nuremberg de Hermann
Hesse.
Las dos obras venían juntas en el mismo libro. La primera de
ellas algo mejor que la segunda. Hesse es un maestro de la sencillez, que no simpleza.
Es capaz de tocar fibras sensibles y espirituales con muy poco, sin
parafernalia. Profundiza de manera suave y agradable, evitando los excesos
narrativos. Aquí estamos ante dos textos cortos donde Hesse se presenta
sincero, honesto, adoptando la posición de un viejo sabio que nos abre su corazón
y reflexiona sobre su filosofía de vida. Destacar su concepción unitaria del
mundo, pero aceptando las dualidades; una especie de policromía que también es
unidad (se apoya en el taoísmo). En definitiva, dos obras interesantes,
ligeramente profundas, profundamente ligeras.