17 de enero de 2012

Goooooooooooooooooolden

El cuaderno dorado de Doris Lessing.

Nunca mejor dicho, menudo gol-den notebook me colaron. Lo leí tiempo atrás, incompletamente. No me acuerdo de qué iba y eso nunca es buena señal. Lo único que recuerdo es que lo dejé por la mitad, cabreado porque le acababan de dar el Premio Nobel a la jefa y supuse que iba a encontrar la panacea y encontré heces. Permítanme el lenguaje soez y ser insustancial. Un saludo.

Caldereta

El centauro de John Updike.

El perihelio de mis globos oculares alcanzó algo más de 100 páginas. El tipo escribe bien pero es muy aburrido. Describe absolutamente todo. Al principio ya me estaba aburriendo pero como veía que escribía bastante bien continué para darle la oportunidad. Destacar un punto en el que se crea una reacción emocional de forma muy inteligente, pero fuera de eso, el resto no impacta, no me hace vibrar, ni reflexionar, ni nada. La idea de mezclar mitología con la vida real está bien, pero no encuentro la chicha, parece que es por pura estética. Vale, Quirón y el profesor, el herido que utiliza su herida para ser un gran maestro (o algo similar); está relacionado conceptualmente pero más allá de eso ¿qué? No hay una carga profunda clara, ni el texto tiene intensidad. Lo siento mucho pero es muy cansino y no he podido continuar.