31 de julio de 2022

Fantasmagoría

Fantasmas
de Joshua Williamson y Goran Sudzuka.

Llego aquí después de haber disfrutado mucho Nailbiter (comentado aquí), donde también participan Williamson y Sudzuka. Lo que este cómic ofrece son cuatro historias que tienen como nexo de unión al protagonista, Jackson, y la temática de los fantasmas y la muerte.

La primera misión es la más interesante de todas, narrativamente funciona muy bien y los dibujos son magníficos. La segunda no es tan interesante pero nos revela un atributo del protagonista que este desconocía y que le da algo de miga al asunto. La tercera y la cuarta me han parecido más flojas y hacen que el conjunto se resienta.

Durante la obra, el impulso se mantiene en todo momento, gracias a esa fuerza misteriosa que observa a Jackson, pero hay ciertos giros y artificios narrativos un tanto gratuitos y los cambios de dibujante (hay más nombres de los que he puesto arriba) acaban siendo molestos para una historia relativamente breve, ya que cambian mucho el estilo y las caras de los personajes.

En general, es una obra bastante irregular. Tiene sus momentos y hay algunos destellos, pero el resultado final, visto como un todo, deja mucho que desear.

28 de julio de 2022

Filler

La luna no está
de Nathan Filer.

160 páginas de 307. En inglés el título es The Shock of the Fall, algo a lo que sí hace referencia el autor en el original. A lo que no hace referencia es a la luna y su ausencia. No entiendo por qué se ha traducido así el título, misterios que quizá revele el final del libro, que no leí ni pienso leer.

Nathan Filer plantea un estilo sencillo y da con el tono apropiado para contarnos las andanzas de un chaval con problemas mentales y cuyo hermano falleció. Al principio se deja leer y hasta se puede admirar la precisión del autor, pero la falta de profundidad es abrumadora. Acaba siendo un ni fu ni fa en toda regla, aunque a más de uno le servirá para rellenar algún hueco entre lecturas más serias.

26 de julio de 2022

Imperial

El imperio
de Ryszard Kapuściński.

El amigo Ryszard comparte las experiencias que tuvo a lo largo y ancho de la URSS dentro de un periodo bastante amplio, desde 1939 hasta 1993. El texto empieza siendo un poco monótono y repetitivo, con observaciones más sosas de lo que suele ser habitual en Kapuściński, pero poco a poco va cogiendo fuerza.

La calidad de la narración, las pinceladas poéticas y la aparición puntual de anécdotas interesantes y observaciones agudas logran que salga adelante. Quizá la mayor virtud de la obra es que consigue que empatices totalmente con los diferentes lugares y sus gentes, remarcando la hostilidad extrema del entorno, que unas veces es fruto de los caprichos de la naturaleza y otras de la crueldad de los hombres que ostentan el poder.

24 de julio de 2022

Malabar sin vida

Revival
de Tim Seeley y Mike Norton.
 
Pueblo de Wisconsin. Ciertas personas reviven tras su muerte y no pueden morir. That's all folks... Cómic confuso confuso, con transiciones entre tramas (¿tramsiciones?) algo bruscas y algunos arcos narrativos poco claros. Según va avanzando, la historia se va volviendo más caótica. Dícese del malabarismo salvaje en el que se van cayendo las pelotas pero el malabarista no detiene la función para recogerlas, sino que se agacha mientras sigue malabareando para reincorporar dichas pelotas al malabar (persona natural de Malabar, región de India).

21 de julio de 2022

Flicker

Parpadeo
de Theodore Roszak.

Segundo intento de lectura, tan fallido como el primero. Theodore Roszak establece una premisa interesante sobre cine y conspiraciones y la convierte en una experiencia laboriosa. Alrededor de la página 110 noto un tirón interno que me dice "hasta aquí".

Parpadeo parece más un ensayo intelectual sobre cine que una novela, lo que se aprecia principalmente en el escaso impulso narrativo que tiene la historia, pese a los diferentes misterios que plantea. Su prosa funcional tampoco ayuda, así como su tono escurridizo, su humor intermitente y la escasez de situaciones que se desarrollan en el presente de los personajes.

Uno se ve obligado a mencionar a Steve Erickson, un autor que maneja la componente cinematográfica de manera magistral, acompañándola de elementos deliciosamente distintivos y de una prosa magnífica. Aquí hay algunos aspectos seductores, pero también hay muchas partes insustanciales que se extienden en exceso. A veces hasta me dio la sensación de que estaba leyendo una serie de entradas de Wikipedia. Su dimensión ensayística, cuasidocumental, eclipsa al resto de elementos narrativos.

19 de julio de 2022

Skeletal

Quedan los huesos
de Jesmyn Ward. 
 
Historia de una familia de Misisipi que está sumida en su día a día mientras de fondo se va acercando el huracán Katrina. Jesmyn Ward se centra principalmente en tres hilos narrativos: uno de los hermanos quiere cuidar a toda costa a su perra y sus cachorros, la hermana de este (la narradora) tiene problemas "amorosos" y el padre está preocupado por el huracán y se dedica a proteger la casa.

Jesmyn Ward es movimiento sin descanso, presentando constantemente acciones de los personajes, lo cual resulta atractivo en las primeras 100 páginas, sobre todo gracias a la calidad de su prosa. El problema es que en la segunda mitad de la novela, ese dinamismo permanente da visos de algo incompleto, ya que falta alguna cucharada de reflexión o introspección que nunca aparece, o por lo menos algo de variedad narrativa que impida que los tres hilos se vuelvan repetitivos. Ward consigue dar mucho impulso al texto a través de ese desfile de actividades, pero no se da cuenta de que está construyendo una mesa de tres patas.
 
Quizá lo más reprochable es que da la impresión de que la autora pasa por encima del huracán sin ninguna profundidad, desaprovechando el suceso. Cabe mencionar que el Katrina no se manifiesta de verdad hasta la página 215 (de 258, en la edición de Bloomsbury). Ward hace un retrato de esta familia y parece que el huracán es un acontecimiento más de su vida. No refleja bien la magnitud que este incidente debería tener en sus vidas y en el conjunto de la novela. Y después de este desliz uno empieza a dudar de la función del huracán, como si se hubiera usado sólo para generar algo de suspense o, lo que es peor, como reclamo para vender el libro.

16 de julio de 2022

Veni, vidi en bici

Invencible
de Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley.
 
 
Después de leer 9 números me di por vencido. Gran parte de la culpa es de que he visto la serie antes de adentrarme en el cómic y, lamentablemente, además de tener una trama calcada, la serie es mucho más atractiva a nivel visual y narrativo. Por si esto fuera poco, el cómic está compuesto por más de 140 números, así que cualquier impulso completista queda apagado ante tamaña magnitud.

13 de julio de 2022

Can't recall

El sentido de un final
de Julian Barnes.

Tony Webster se nos presenta como un unreliable narrator que hace un repaso a su vida, cuestionando sus decisiones y reflexionando sobre la fiabilidad de los recuerdos para reconstruir las experiencias. Julian Barnes despliega su estilo característicamente elegante para desarrollar esta novela tan sofisticada como insulsa que se apoya en los supuestos fallos de la memoria del narrador para descolocar al lector y que este acabe desconcertado.

Parece que Barnes se lo juega todo a una carta, pero el recurso de la memoria falible, por sí solo, no cristaliza en algo totalmente satisfactorio. Falta riqueza narrativa y cierta profundidad intelectual que nos lleve más allá de la dimensión meramente humana del asunto. En teoría, este es el libro más famoso de Barnes (con película y todo), pero yo recomendaría antes otros (el del loro, el del limón y el del escalón).

9 de julio de 2022

Rebotón

The Bounce
de Joe Casey y David Messina.

Estamos ante un superhéroe que se limita a ser rápido y rebotar. No suena demasiado atractivo para un protagonista, pero The Bounce (nombre que comparten el cómic y el superhéroe en cuestión) sale airoso como entretenimiento gracias al interés que mantiene la historia y lo bien que gestiona su suspense.

Como apunte negativo, mencionar que aunque el mensaje que se quiere transmitir sobre el declive del mundo (guerras, terrorismo, hambre, pobreza...) y la posibilidad de que esto mejore es honorable y tiene buenas intenciones, se acaba resolviendo de una manera algo simplona. Además, la conexión que existe entre las dos dimensiones de realidad no está bien desarrollada y falta alguna explicación. Pese a esto, se lleva la estrellita por lo entretenido que es y por las diferentes ideas que pone sobre la mesa.

6 de julio de 2022

Ah les cocodriles

Tierra de caimanes
de Karen Russell.

No sé exactamente cómo llegó este libro a mi estantería (por la pegatina que veo en la primera página, es un descarte de una biblioteca del condado de Kent, UK), pero supongo que lo que anuncia la portada (una de las mejores escritoras menores de 40 según The New Yorker) me hizo picar cuando era más joven e insensato y lo compré (segunda mano).

Lamentablemente, tengo poco que decir sobre este artilugio inhóspito (expresión que buscada entre comillas en Google da un total de 0 resultados). Leí el primer capítulo y me pareció aburridísimo. Falta capacidad de síntesis y precisión narrativa por todas partes. Una ensalada de palabras sin lechuga ni tomate (ingredientes básicos), por no hablar de la sal. Aunque un poco de virgen extra sí que lleva.

2 de julio de 2022

Grass

Hierba
de Keum Suk Gendry-Kim.
 
Novela gráfica que tiene un gran valor como documento histórico y como testimonio personal de una víctima de la explotación sexual llevada a cabo por el ejército japonés durante la Guerra del Pacífico (1937-1945). Una historia triste y desgarradora que dice mucho de la crueldad de los hombres y de la capacidad de resistencia de estas mujeres. Es cierto que los dibujos son algo rudimentarios, pero estos ayudan a darle sobriedad a una obra que evita el efectismo y el sensacionalismo a toda costa. Suma bastantes puntos por ser una historia poco conocida.