31 de mayo de 2013

Y que qué

Los inmortales de Manuel Vilas.

En un principio me pareció original (primer capítulo), después me di cuenta de que no era tan novela como esperaba y el texto cayó por sí solo. Una colección de relatos (leí tres completos y hojeé un par de ellos) en los que el autor suelta una retahíla de gilipolleces (o chistes cojonudos, según se mire) ambientados en el futuro. Imaginación nivel amateur, es decir, inventa superficialmente, no inventa un entramado de acciones, analogías, metáforas y significados que se conecten con fuerza a una idea. Da la sensación de que ha escrito lo que se le ha ocurrido en el momento y ya está, da igual, todo vale, somos postmodernos. Se puede ver como algo interesante, ingenioso, atrevido (según reseñas, contraportada, etc.), o como algo infantil, estúpido e inconsistente. Lo siento pero me decanto por lo segundo, el "todo vale" como excusa postmoderna se lo vendes a otro.

30 de mayo de 2013

Mega quiere ser Giga y se queda en Kilo

Setenta acrílico treinta lana de Viola di Grado.

El título mola, el aspecto de la autora no tanto (¡qué superficial!). Lo único positivo del libro es que aparecen algunas imágenes interesantes, a pesar de que hay algunas otras que patinan ("la luz porno del ocaso", etc.). Se aprecia un intento de desmarcarse del lenguaje, y digo intento porque se queda ahí, no es efectivo, no funciona, no supone nada, no me transporta hacia nuevos mundos de significado, humo. Tampoco hay ideas precisas o un mensaje claro, lo que sí hay son errores graves. En primer lugar, las flores y Leeds y el clima de Leeds (qué malo es) y mi madre no habla y qué feo es Leeds y las petunias y Leeds y más flores y mi madre es muda y capullos y lo gris que es Leeds son temas que se repiten constantemente. No tiene suficientes recursos narrativos como para mantener la trama sin caer en una repetición descriptiva, eso por no decir que la trama en sí misma es anodina. En segundo lugar (error fatal): no se puede llegar a un final en el que un personaje se quiere suicidar sin haber mostrado un bagaje psicológico previo. La voluntad de suicidio aparece gratuitamente, por muy gris que sea el cielo y muy marrón el ladrillo de los edificios, lo del suicidio no es creíble, no se muestra ninguna evolución psicológica para llegar a ese punto. Ahora viene mi lado menos respetuoso: me cabrea enormemente que la niña utilice el taoísmo para justificar su libro cuando no tiene ni puta idea de lo que es. Queda muy guay respaldarse en una filosofía oriental para hinchar el contenido del texto y vender más libros. Antes de que escribas otro libro y vuelvas a dejar en mal lugar al taoísmo, te sugiero que leas un poquito más e intentes reflexionar sobre lo leído.

28 de mayo de 2013

Teenagers

Crezco de Ben Brooks.

La verdad es que me esperaba algo tan malo como lo de Tao Lin, pero es bastante más entretenido, con más gracia y algún que otro apunte interesante. El estilo es sencillo, frases cortas sin complicación, algo cercano al realismo sucio, aunque de vez en cuando aparece alguna imagen digna. Los temas que trata están algo trillados: sexo, drogas, fiestas, instituto, paso a la madurez... todo desde la primera persona de un adolescente inglés. Creo que ha conseguido un retrato más que aceptable de lo que supone ser un adolescente suburbano (de culo inquieto) en la época actual. Hay algunas cosas que chirrían en la trama y falta cierta profundidad, pero la verdad es que el chaval apunta maneras. Problema que encuentro: la obra tiene mucho más valor social que literario y se apoya en su juventud. El autor tiene 20 años o por ahí y no desentona si hace este libro, sin embargo, habrá que ver a este chaval hacerse mayor y escribir sin ampararse en su juventud como excusa para tratar temas juveniles y ser descarado, impreciso, informal, ingenuo y falto de profundidad.

27 de mayo de 2013

De la ciudad al pueblo

Opendoor de Iosi Havilio.

Libro bastante bien escrito, pero que carece de brillantez y profundidad. No propone nada nuevo, presenta una historia humana con un estilo convencional bien cuidado y ya está. Más allá de la historia, el texto no dice nada, le falta una idea o algún mensaje que transmitir. Es correcto, pero no es nada del otro mundo.

La mujer pantera

El beso de la mujer araña de Manuel Puig.

Todo diálogo. Dos tipos que están en la cárcel intercambian historias, mayormente, uno le cuenta películas al otro. Hay retazos de política, filosofía, psicología... Es bastante interesante la forma de tratar el diálogo y el uso de las notas a pie de página, si no que se lo digan a David Foster Wallace. El contenido es algo plano, acaba haciéndose aburrido. No es un mal libro, pero le falta punch.

24 de mayo de 2013

JOIncandenza

La broma infinita de David Foster Wallace.

Llevo digiriendo el texto un par de meses. Obra maestra pues. Alto valor nutritivo.

Prosa bien, muy buena, concentrada, concentrada en el detalle[2]. Más de mil páginas con cientos de notas que te dirigen al final del libro. Tenis, cine, drogas, terroristas, drama familiar... regado con metáforas, toques de humor, ironía, sarcasmo... ¿Aburrido o difícil de leer? A veces, pero es algo voluntario[1].

[1]El autor quiere que el lector se esfuerce[2], que se concentre "más de 30 segundos en una obra de arte" y por eso enfanga el ritmo, hace que el estilo y la trama sean pesados en algunas partes[3].

[2]Más de mil páginas de texto hiperconcentrado, con descripciones milimétricas. El autor quiere que el lector se esfuerce porque en los tiempos que corren nadie se para a analizar o a observar detenidamente, se busca la satisfacción inmediata. Ese placer instantáneo[14] surge como antídoto ilusorio a cualquier conflicto interno, así en vez de hacer un ejercicio de introspección, de concentración en uno mismo para solucionar el conflicto, uno lo evita dejándose llevar por las diferentes fuentes de entretenimiento como pueden ser la televisión o las drogas[4].

[3]Referencia a Proust, que usó 20 páginas para describir cómo una persona se daba la vuelta en la cama. Wallace usa 20 páginas para describir cómo unas personas dan la vuelta a un colchón. Ambas descripciones aburren. La gracia está en el esfuerzo que hace uno para soportar esas páginas. La obra de Proust se llamaba En busca del tiempo perdido[5].

[4]La obra se presenta como antídoto a la búsqueda de placer y a las adicciones, pues quiere conseguir que el lector se concentre en el texto, y en esa especie de meditación literaria, se vea a sí mismo esforzándose[10] y se dé cuenta de que mediante el esfuerzo personal puede progresar, aunque sea en un texto, y que ese esfuerzo al final también tiene su recompensa[6].

[5]Todo el tiempo invertido en algo que no da placer[7] o no promete un fin, es tiempo perdido, o eso parece si analizamos la sociedad actual[14].

[6]La fragmentariedad, aparte de dificultar la lectura voluntariamente, permite que la obra no sea lineal. El último capítulo del libro no es el final cronológico, no hay final, aparentemente es una obra anular[25], un círculo inacabado, algo infinito[18]. Uno normalmente coge un libro con el fin de entretenerse[8] e inconscientemente se impone a sí mismo acabarlo como si completar la lectura fuera un trofeo[7], sin embargo, en este caso, ni todo es entretenimiento ni se puede acabar el texto[9].

[7]Una de las historias está ambientada en una academia de tenis[10]. Unos chavales se esfuerzan para lograr un fin, luchan para mejorar y poder llegar a la élite, igual que el lector se esfuerza por acabar un libro[18], pero cuando los chavales consiguen su objetivo se dan cuenta de que está vacío. Ese esforzarse para lograr un fin está ligado al placer[11].

*Los jóvenes tenistas toman drogas, no para rendir mejor, sino para entretenerse o escapar de sus problemas[2].

[8]Wallace inicialmente quería que el título del libro fuese "Un entretenimiento fallido".

[9]El lector no puede obtener la satisfacción de acabar el libro, no puede leer el libro como un medio para conseguir el fin de haberlo acabado, porque el texto no acaba nunca[18].

[10]Partido de tenis, uno contra uno[12], lector frente a escritor. Ciertas reflexiones que aparecen en el texto remarcan que el tenis esencialmente es una lucha contra uno mismo, un ejercicio de concentración[13] donde el rival es como un espejo.

[11]Confusión entre lo que deseamos y lo que necesitamos[14].

[12]Deporte individual frente a deporte colectivo[15], el individuo, individualismo[19], frente al colectivo, lo comunitario[16].

[13]El movimiento de izquierda a derecha que hace una y otra vez el lector para ver las notas, imita al de un partido de tenis y al mismo tiempo enfatiza la oposición entre dos puntos, rompe el vector tradicional y añade otra dirección[23].

[14]La sociedad actual fomenta la búsqueda de placer. Al capitalismo le interesa que la gente use elementos externos para buscar soluciones a sus problemas[15]. El capitalismo manipula al individuo para que el trabajo resulte un medio para lograr un fin, algo que se desea, y hacer que el individuo confunda deseo con necesidad[11].

[15]Los deportes colectivos son los más populares en EE. UU. por la ilusión de conexión con una comunidad que transmiten, por actuar como espejismo que permite pertenecer a algo y escapar de la soledad. Los norteamericanos se sienten solos y proyectan la pertenencia a algo más en los deportes colectivos[17] en vez de concentrarse en lo individual[19].

[16]En el texto, Wallace ridiculiza al baloncesto con una escena en la que un personaje se corta las uñas de los pies y las va encestando en la papelera mientras habla por teléfono[21].

[17]Enfatiza el bucle. Un deporte colectivo es el que hace que un individuo se sienta parte de un colectivo. El colectivo que se siente parte de otro colectivo, aparentemente un círculo.

[18]Una broma infinita porque después de esforzarte para progresar en el texto, descubres que no hay final, que el esfuerzo no te ha servido para el fin en sí mismo que supone acabar el libro, porque todo es un bucle, te has esforzado y no te han dado un fin, no hay galletita, has trabajado y no ha habido recompensa, la única recompensa es el esfuerzo en sí mismo, el texto en sí mismo es lo que vale, el medio es lo que tiene valor, no el fin, pero al mismo tiempo, para lograr que una persona se esfuerce hay que prometer algo placentero o un fin[22].

[19]EE. UU. se llama ONAN, de onanismo[21]. Lo importante es la satisfacción individual.

>Aguantar el dolor como antídoto[20].

[20]Referencia al texto: después de desintoxicarse, uno de los personajes está en el hospital por una pelea y decide aguantar el dolor en vez de medicarse>.

[21]La broma infinita e irresoluble también reside en el hecho de ser individualista y al mismo tiempo ser incapaz de concentrarse en uno mismo y esforzarse en encontrar los problemas y solucionarlos. Se persigue el placer individual, pero se necesita acudir al deporte colectivo o a un grupo como Alcohólicos Anónimos para solucionar los conflictos individuales.[23]

[22]La broma infinita porque el lector se esfuerza en pasar las partes más pesadas con el fin de descubrir algunas líneas placenteras más adelante o con el fin de acabar el libro. La broma es que no se haría tal esfuerzo si no se avistara un fin o algo placentero, pero precisamente lo que es menos placentero es lo de mayor valor y lo que requiere más esfuerzo.[23]

[23]Hay una clara relación entre opuestos. Para leer necesito a un escritor, para valorar el medio necesito un fin, para hacer el esfuerzo necesito la promesa de conseguir algo placentero, para superar la soledad necesito pertenecer a un colectivo, para valorar lo interno necesito que lo externo lo valide[24]. Al fin y al cabo todo es tenis.

[24]Orin, Hal y Mario, los nombres de los tres hijos de la familia protagonista, forman OHM, ohmio en español, que representa la resistencia eléctrica entre dos puntos, cuyo símbolo es la letra omega, que es como un círculo abierto por abajo y es la última letra del alfabeto griego y representa el fin. Haciendo que la obra no tenga final, rompe el vector, rompe la tensión entre opuestos, intenta crear una especie de círculo, sin embargo, el círculo está abierto, está deformado[25]. El problema es que metafóricamente, en un intercambio de ida y vuelta entre dos puntos ocurre lo mismo que en un círculo[26].

#La broma infinita como una adicción, ya que también es una especie de de círculo, las ganas siempre vuelven. La adicción se convierte en adicción cuando el deseo de placer se transforma en necesidad[11].

[25]El libro es un círculo deformado, es la letra omega, porque en vez de ser algo cerrado en sí mismo, tiene dos puntos, es decir, es un círculo con dos puntos. Ejemplo: la adicción es un círculo, porque siempre vuelve, pero con dos puntos, el adicto y la sustancia. El texto a su vez está lleno de personas deformadas o que sufren amputaciones. Esto funciona como metáfora de lo que es el texto. La broma es que se rompe la estructura lineal con el objetivo de aliviar la tensión de opuestos, es decir, se intenta que el texto sea circular, completo, pero al romper esa linealidad deja de ser un círculo, deja de ser algo completo porque no tiene final; también sucede esto con el hecho de que el autor no te dé la satisfacción de poder acabar el texto y disfrutarlo como un fin.

[26]En dos dimensiones, una perspectiva lateral hace que un círculo y una línea parezcan lo mismo, esto es, que no haya final no quiere decir que el texto sea circular. La broma es que no puede ser verdaderamente circular. El esfuerzo que haces al leer el texto depende del escritor, entonces el esfuerzo que haces no es un círculo cerrado, no es un esfuerzo individual puro, porque lo haces a través del escritor, hay dos puntos, hay origen y destino, por lo tanto, para obtener una solución a un conflicto interno siempre dependes de algo externo, y al mismo tiempo, lo externo es lo que causa el problema interno. Las únicas opciones de que algo sea verdaderamente circular, el círculo cerrado en sí mismo, son el autismo[27] o la muerte[28].

[27]En el primer capítulo del libro, lo que cronológicamente es el final del texto, el protagonista no puede comunicarse con las personas de su alrededor, es como un autista.

[28]El padre del protagonista se suicida metiendo la cabeza en un microondas[29], como si hubiera comprendido que la muerte es necesaria para completar el círculo[30]. Paradoja: el microondas sólo funciona cuando está cerrado y es imposible cerrar un microondas con la cabeza dentro.

[29]El microondas calienta las cosas rápidamente, es un símbolo del placer inmediato.

[30]Como si el texto fuera una profecía acerca del suicidio del autor: cómo no acudir al fin último, a la muerte, si es imposible que lo interno tenga valor sin algo externo, si en el esfuerzo personal de superación siempre hay un elemento externo que no puedes controlar, si vas a crear algo para ayudar a los demás y vas a estar pensando en ti mismo, si es imposible llegar a ser una persona circular, un individuo íntegro que alcanza la pureza eliminando los opuestos.

Abderramán III

El Aleph de Jorge Luis Borges.

Relatos cortos. Me gustaron cuatro, el resto me parecieron normalitos. Personalmente, no me gusta ni la forma ni el contenido. Tiene un toque poético a nivel mental, no espiritual. Habla del universo, sí, pero con una lluvia de referencias intelectuales, no con el canto de los pájaros. No veo la poesía, ni la metáfora deslumbrante. Demasiada autoconsciencia e intelectualidad, bajo mi punto de vista.

19 de mayo de 2013

Fracmentariedad

Intente usar otras palabras de Germán Sierra.

Aquí hay potencial, sé que el hombre es mayorcete, pero hay potencial, no lo digo con maldad. Creo que su prosa es de las mejores que se pueden encontrar en el panorama nacional, sin embargo, no creo que estemos ante una gran novela. Lo más notable es la prosa y las reflexiones que de vez en cuando van apareciendo. Hay destellos de gran narrador, buenas frases, imágenes interesantes y las ideas acerca de la sociedad actual están bien, aunque otras veces las frases pecan de rimbombancia o de oscuridad, de querer llegar a donde no pueden, y las ideas no acaban de concretar un mensaje claro, como si las enunciara individualmente sin conectarlas. La deficiencia principal de esta novela es la dispersión y la incapacidad de mantener la intensidad de la trama. Falta un hilo ideológico bien definido, el puñetazo conceptual que retumba en las neuronas, el mensaje que te apuñala y te deja tembloroso en el sitio, así como una trama más potente. Cuando sobrepasas la página 200 uno pierde el interés, sabes que no vas a ninguna parte. Demasiadas ideas sueltas quizás, demasiada fragmentación, el texto no llega a ser compacto y por ello pierde solidez. La dispersión puede ser voluntaria, pero no creo que en este caso funcione, el desarrollo no es del todo bueno, está demasiado cerca de lo borroso. Creo que es una novela interesante porque busca desmarcarse de la literatura convencional, busca nuevos puntos de vista y tiene detalles y reflexiones a tener en cuenta, pero se queda ahí.

17 de mayo de 2013

Yo te bendigo

El suelo bendito de Óscar Esquivias.

Le doy a nueva entrada, digo que he podido llegar hasta la página 64, que es otra historia humana más, que me entristece dejar tantos libros sin acabar, pero resuelvo que al fin y al cabo depende de su calidad, digo que el autor no sabe administrar la cantidad de infomación, que se extiende excesivamente, que usa 60 páginas para algo que con la mitad está servido, que no aparece ninguna verdad más allá de la historia, me pregunto por qué la mayoría de textos nacionales no tienen profundidad, por qué son catalogados como "estudios de las pasiones humanas" por no decir que no van más allá, por qué los escritores españoles se conforman simplemente con narrar, me pregunto por qué esta novela tiene un premio y me voy.

16 de mayo de 2013

Champú Timotei, ahora también para calvos

Pnin de Vladimir Nabokov.

No me tiembla el teclado para decir que este libro es muy flojo. Me faltaron 70 páginas para acabarlo, una vez más, hice lo que pude. El primer capítulo me pareció buenísimo, gran ritmo, mucho humor, algún destello interesante, todo correcto. Pasas al segundo y dices bueno, ha bajado el nivel, pero ya arrancará otra vez. En el tercero te empiezas a preocupar y en el cuarto la idea de dejarlo te invade hasta llegar al quinto capítulo que es donde lo dejas. He leído por ahí que Nabokov escribió cada capítulo de forma separada para el New Yorker y no me extraña, me dio la sensación de que los capítulos eran sketches individuales que intentaban adosarse a un primer capítulo brillante. Dando por hecho que muchos ven en Pnin una obra compacta, desconozco qué la hace tan maravillosa, incluso dudo de mis capacidades. Más allá de una autobiografía humorística en la que se juega con el lenguaje, no veo nada más, ¿cuál es el contenido?, ¿dónde está la verdad? En general, el ritmo es bueno, pero no es suficiente, la intrascendencia de la información que comparte hace que no quiera seguir leyendo. Además, creo que peca de querer ser gracioso en todo momento. Si como he leído en algún sitiio, hay detalles ocultos en la narración, algún mensaje cifrado o algo así, no creo que la velocidad que impone el estilo narrativo sea adecuada para su descodificación.

Eguchi el bostezos

La casa de las bellas durmientes de Yasunari Kawabata.

Este libro cayó en mis manos accidentalmente, lo juro. Como suelo hacer con todo lo que cae en mis manos accidentalmente, intenté leerlo. Para algunos la prosa sencilla y muy descriptiva será poesía hecha verbo, pero para mí en este caso es un coñazo. Llegas a la mitad del libro y no ha pasado nada, las mismas ideas una y otra vez flotando alrededor del viejuno protagonista. La idea inicial es buena, pero el desarrollo me parece muy aburrido. Imposible llegar hasta el final.

14 de mayo de 2013

W. de Wertheimer

Magma de Lars Iyer.

Te lo resumo rápidamente: es El malogrado de Thomas Bernhard, pero en malo. Una pareja de intelectuales que se pregunta acerca de la literatura y su fin, así como de su propio fracaso, conocedores de su incapacidad creativa. El malogrado es igual, pero con más calidad, con estilo personal y en vez de centrarse en la literatura lo hace en la música (extrapolable al arte); Iyer, en vez de usar a Glenn Gould como centro gravitacional, usa a Kafka. Es que ni siquiera tiene el talento suficiente como para emular el estilo de Bernhard, por no decir que presenta prácticamente las mismas ideas que él, pero sin profundizar, superficialmente. El libro es un gran vacío con el que nos la han metido doblada a los lectores. No concreta nada ni tiene una carga filósofica plausible. Frases sin contenido disfrazadas de una intelectualidad vacía. ¿Ahí está la gracia? No sé hasta qué punto es válido utilizar las ideas y el estilo de otro para hablar del apocalipsis literario. Es decir, hasta qué punto se puede copiar deliberadamente y presentar ideas vacías aposta para demostrar la falsedad de los intelectuales y el fin de la literatura. Bueno, si suena la flauta (ha sonado), el autor pasa el cazo, recauda y como si no hubiera pasado nada.

12 de mayo de 2013

Profane y Stencil (somos dos en un reloj)

V. de Thomas Pynchon.

Me quito el sombrero. 26 años tenía el bicho cuando se marcó este libraco. Tiene algunos defectillos, pero no empañan la calidad del texto:

1. Hay narraciones que son excesivas y aburren. A veces se pierde en vericuetos que se hacen muy pesados y que muchas veces salta a la vista que son irrelevantes. La locura está muy bien y el desorden también, pero falta cierto límite que acerque el exceso a un equilibrio más brillante.

2. Creo que le sobran 100 páginas. Llega un momento, alrededor de la página 400, en el que comprendes lo que está haciendo el autor y sientes que todo está dicho y da la sensación de que seguir leyendo no tiene sentido, que el camino ya está recorrido.

3. Como uno de los objetivos de la novela es crear un puzle, confundir, nublar al lector, las imprecisiones se pueden entender como estrategia voluntaria. Es decir, los motivos de la narración permiten que el autor cometa errores, peque de oscuro o de superficial, o resulte inverosímil, y salga impune de ello. No sé si es algo válido.

Chicha: la prosa es cojonuda, el humor no está mal, las referencias son cuantiosas, las imágenes que crea molan.... El texto pivota alrededor de dos ideas:

1. Una ruptura de la estructura tradicional donde hay alteraciones temporales y los capítulos están desordenados. El texto se podría leer en cualquier orden y no cambiaría su significado. Esa estructura apoya uno de los mensajes principales: para resolver el misterio de V. el lector, dentro del caos imperante, selecciona cierta información y llega a una conclusión. El famoso tema de la entropía, separar lo relevante de lo irrelevante hasta llegar a una verdad. Lo que nos está diciendo aquí es que toda solución al misterio, todo conocimiento, todo significado, es algo subjetivo, por lo tanto, no hay una solución esencialmente verdadera, no hay verdad objetiva.

2. Lo humano frente a lo inanimado, lo espiritual frente a lo material.

¿Qué es V.? (hasta donde mi percepción alcanza):

- La estructura de la novela y el caos en relación a la historia de la humanidad. ¿Nuestra historia depende de una estructura lineal? ¿Hay alguna conexión entre los diferentes sucesos históricos? ¿Conocemos una verdad objetiva sobre la historia o sólo testimonios subjetivos? V. como metáfora visual que representa el hipotético tejido ondulatorio de la historia (VVVV) donde el ser humano es el punto y sólo es capaz de ver una parte de ella, ya que los pliegues le impiden ver las otras caras (VVVV.). Que haya dos caras en la V. también refleja la idea de opuestos históricos, bien y mal, espiritual vs material (religión vs guerra). La historia puede ser contada desde varios puntos de vista, ¿qué fuentes son fiables?, ¿cuál tiene mayor validez? La historia como algo que no se puede conocer con exactitud.

- Cada día los humanos "chocan" contra lo inanimado y mueren. En ese "mueren 127 personas en un accidente de autobús" esos humanos se convierten en objetos, en una estadística. En la guerra sucede lo mismo, los soldados son como objetos que utiliza un país. La V. podría ser la Victoria en una guerra. Además, una guerra consiste en seres humanos usando objetos para matar a otros humanos con el fin de conseguir algo inanimado. Deshumanizar para conseguir algo inanimado, creyendo que lo inanimado, una ciudad o un territorio, tienen cualidades humanas.

- Cómo los personajes podrían ser en realidad algo inanimado. En el propio texto reflexionan acerca de su condición, no son otra cosa que personajes de un libro, algo inanimado creado por el escritor. ¿Nosotros podríamos ser algo inanimado dentro de una historia cuyo autor es Dios? Se cuestiona la existencia de una divinidad. Cómo la creencia de que existe una verdad objetiva, que alguien ordena la información por nosotros, hace que el ser humano humanice lo inanimado, es decir, interprete la realidad de forma que lo inanimado está animado. Oséase, el ser humano, sin ser consciente de que la realidad depende de cómo maneje subjetivamente la información, ve a Dios como director de esa información.

- El sexo sin amor, V. como las piernas de la mujer espatarrada, la mujer como objeto sexual, la deshumanización de algo animado. En contraposición a una Virgen, la pureza espiritual. El conflicto entre lo espiritual y lo que deshumaniza, procesos opuestos. También podría ser V. la nariz operada de uno de los personajes, mujer que se opera y enfatiza su cualidad de objeto, se deshumaniza.

- V. de Venus, como el cuadro de Botticelli, como lo estético, como el amor. Relación con Astarté y Afrodita, los nombres de Venus a lo largo de la historia. ¿Cambia el concepto de amor?, ¿cambia el concepto de lo bello? En nuestra época las chicas se operan, poco a poco la belleza se va deshumanizando.

- V. como Valletta, capital de Malta. V. como el dibujo de Malta al lado de Sicilia en el mapa. Malta como un trozo de Tierra virgen y espiritual hasta que hubo guerra, hasta que la intentaron deshumanizar.

- El significado no depende del orden y por lo tanto, la aleatoriedad tiene el significado que la persona le quiera dar.

- La realidad como sueño. Puesto que no hay objetividad posible, todo es un sueño subjetivo.

Masterpiece.

11 de mayo de 2013

Vergüenza debería daros

Robar en American Apparel de Tao Lin.

Sugerencia de título: Narrar con la estética de una pared. Es que es de traca. ¿Me estáis diciendo que esto es moderno? ¿Que esto es literatura de calidad? ¿La nueva era? Por favor... "revolucionario", "rompedor", ¿esas reseñas positivas de dónde salen? Cómo juegan con la ignorancia de los chavales, y digo chavales porque un lector maduro difícilmente considere que esto es literatura. No sé si es que en EEUU los jóvenes de ahora son todos de inteligencia nebulosa o es que la publicidad les pone un tubo en la boca y les obliga a succionar compulsivamente cualquier mierda como si fueran patos, con tal de llenarse los bolsillos de foie gra$. Resumiendo: la novela quiere ser realismo sucio, quiere ser Bukowski, pero no llega, insisto, no llega ni a ser literatura, no tiene profundidad ninguna, ni estilo, ni nada, si lo ponen en la estantería de literatura infantil no pasa nada. Digamos que es un realismo limpio, su mente pensó: ahora que soy joven y disfruto de la globalización y tengo dinero y puedo viajar fácilmente y conseguir cualquier cosa con un par de clicks, ¿qué puedo hacer para ser escritor?, ¿de qué hablo?, no me puedo quejar de nada. Y una bombilla apareció sobre su cabeza y dijo: ya lo tengo, voy a escribir igual que escribo en el blog o en el twitter y a tomar por culo, súper moderno, lo maquillo superficialmente con un poquito de vacío existencial y pa'lante. Pues bien, el amigo ha "creado" uno de los textos más banales de la historia, con una prosa tan básica que parece que el texto no ha sido ni revisado, con un esnobismo y una superficialidad... y lo peor de todo es que suena la flauta y una editorial lo publica y se deja su pasta en marketing y ahora es una obra maestra de la modernidad (tócate los cojones). Un chaval que toca el piano, tiene un Mac, consume, roba en tiendas, se va de viaje como el que no quiere la cosa... esto en un contexto de crisis económica mundial y habiendo niños muriéndose de hambre... no sé qué vacío existencial se plantea... creo que es esnob y de una bajeza moral considerable. Que suceda esto, es un claro ejemplo de la pobreza creativa, perceptiva y espiritual de los nuevos jóvenes (algunos más que otros) y de la gente del mundillo literario. Como libro es basura, como ejemplo de la inmundicia creativa de la época para futuros alienígenas que descubran las ruinas de nuestra civilización, puede valer. Que este texto llegue a ser publicado, incluso se traduzca a varios idiomas y se quiera convertir en película, es para cabrearse. Que el "autor" y las editoriales se atrevan a publicar esto, creo que es una falta de respeto a la literatura.

9 de mayo de 2013

Auersberger i ano

Tala de Thomas Bernhard.

Una vez más: el estilo y el ritmo son demoledores. Y el estilo es adictivo y tremendamente sencillo, de reproducir, a la par que original, ¿genial? Aquí se nota que el amigo Thomas ya había alcanzado la excelencia de su prosa. La repetición y el uso característico de la puntuación como síntomas de locura, lucidez, absurdo... incluso efectivos como recurso humorístico. Una narración circular, enfermiza, en primera persona, que te absorbe, que va desplegándose como una alfombra roja, como suele decirse, para que el lector pasee desenfrenadamente, iluminando los recovecos más oscuros de la sociedad austriaca, sociedad artística sobre todo, no sin dejar de analizar las emociones humanas más profundas, desnudándolas, y si se me permite, desnudándose el autor a sí mismo. Crítica al arte, a la sociedad artística y concretamente a Viena, ciudad que destruye a todos los artistas residentes. Todo ello con una, como ellos la llaman, cena artística, de fondo, donde, en esa cena artística, todo es pose. Y qué pasa con los artistas, que no son artistas sino actores. Árboles que aspiraban a desarrollar su naturaleza artística hasta que la sociedad vienesa los reconoce y reconocíéndolos los tala, la sociedad artística vienesa corta a esos árboles, si los corta es porque, o bien esos árboles sólo estaban allí por el éxito social, no por el arte, o bien esos árboles, al ser criticados en exceso, otra forma de talarlos, se ven obligados a actuar ante la sociedad, a doblegar su arte con el fin de ser aceptados por esa sociedad vienesa. Entre otras reflexiones interesantes, ésa es una, una de las principales, si no la principal, la crítica al arte. Y menos mal que Thomas ya no vive porque como se levante y vea cómo funciona el mundillo literario actualmente, o como lo llaman algunos, mercado literario, lo mismo le da algo.

5 de mayo de 2013

Valor

El mapa y el territorio de Michel Houellebecq.

Vida de un artista que se hace millonario con sus cuadros. Empiezo por lo malo porque hay menos: el principio es un poco tosco, no fluye bien, las palabras se atascan. El estilo narrativo es correcto, pero quizás demasiado sencillo, la prosa no brilla. Lo peor: la tercera parte entra con calzador y se hace aburrida. Esta parte es una excusa para añadir la paradoja (metáfora si quieres) de que matan al autor para robar un cuadro con su retrato, es potente, había que incluirla, pero podía haber aparecido con más sutileza. Siguiente: un halo de hipocresía rodea a todo el libro. Por ejemplo, la reseña sobre la exposición del artista que hace Houellebecq (que aparece en el libro convertido en personaje) es una farsa, se inventa el discurso para enaltecer la obra, lo que hace que ésta valga más en el mercado. Así el artista se vuelve millonario. También hace muchas referencias a productos cuyo valor está en relación a su precio (comida, vino, coches, etc.), cuestionando así el valor real de las cosas. Por eso vale más el mapa que el territorio. En primer lugar, se plantea la cuestión de por qué lo mundano, si es elevado a la categoría de arte mediante la fotografía o la pintura, adquiere más valor. En segundo lugar, un objeto, un producto, una obra artística, no valen nada si no hay un elemento social que los respalde. El valor intrínseco de algo depende en gran medida de su valor social. Hay una crítica a esa hipocresía del arte y a la sociedad que acepta esa mentira y participa en ella. Al mismo tiempo, el autor se autorretrata (se incluye en el libro como personaje) y hace un guiño a lo que ocurre en su vida real. Todos sabemos que Michel Houellebecq es más querido por su obra que por su vida personal. En ese sentido, creo que está enviando varios mensajes. Se da la posibilidad de que una persona sea socialmente inaceptable, pero se la considere valiosa exclusivamente por sus obras, es decir, si Houellebecq tiene valor social es por sus libros. Y también nos está diciendo: de la misma forma que lees mi libro porque la fama como escritor me precede (alguien ha dicho que soy bueno y socialmente se ha aceptado), tienes una concepción negativa de mi persona porque alguien lo ha dicho y socialmente se ha validado esa versión. Entonces todo lector entra en esa burbuja de hipocresía que aparece en el texto y valora la obra y a la persona en relación a lo que la sociedad dice de ellas. También aparecen varias reflexiones filosóficas interesantes acerca del producto artesanal, la producción en masa, el capitalismo... Me recuerda un poco a Los reconocimientos de William Gaddis (salvando muchas distancias) y a American Psycho de Bret Easton Ellis y también coge algo de las ideas de Andy Warhol.

Waiting for wu wei

The Tao of Pooh / The Te of Piglet de Benjamin Hoff.

Dos libros en uno. El primero está bien para tomar el primer contacto con las ideas taoístas, aunque es algo básico, no profundiza demasiado. El segundo ya se hace un poco cansino, incluyendo constantemente comentarios de los animalillos. No sé si recomendaría este libro a alguien que estuviera interesado en el tema. El camino del Tao de Alan Watts es bastante mejor.

3 de mayo de 2013

El factor

Trenes rigurosamente vigilados de Bohumil Hrabal.

Ese estilo correcto y pulcro que tantos escritores españoles ejercitan, pero con buen ritmo y un toque humorístico aceptable. Un chaval que trabaja en una estación de tren en plena segunda guerra mundial, así de sencillo. Importante: el que escribe no pretende ser escritor, no quiere demostrar nada, no maneja la pluma para buscar el aplauso del lector, no hace malabarismos, simplemente escribe, comparte. Para poder hacer trucos de circo, el texto debe tener elementos muy sólidos que lo respalden. Lectura correcta y entretenida, algo que no se podría decir de muchos otros.