El hereje de Miguel Delibes.
Antes de invitarme a conectar con los personajes y sus inquietudes, Delibes me llena la saca de ideología y me empieza a hablar de campesinos y anabaptistas y Calvino y Lutero y la fe y pierdo la fe a las 41 páginas. Esta "estrategia narrativa" habría funcionado si las ideas expuestas tuvieran algo de desarrollo previo y no aparecieran de forma abrupta en los diálogos de gente que en ese momento no me interesa lo más mínimo.
No me puedo creer que este libro sea de 1998. Ah bueno, espera, que está ambientado en el siglo 16, así el autor justifica la ranciedad de la prosa y de unos conceptos que, cual armas arrojadizas, vienen lanzados por unos diálogos artificiales cuyo mayor mérito es estar precedidos por guiones.
Agatha Christie: Navidades trágicas
Hace 5 horas
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