Me recomendaron este ensayo sobre la importancia de los hábitos y pese a mis dudas (best seller internacional), me ha parecido interesante. Un libro que está escrito con competencia, que no abusa del relleno y que, aunque dice muchas cosas obvias y a veces tiene una visión del ser humano como si fuera un robot o una ovejita que siempre sigue al rebaño, es tremendamente útil para el día a día.
Anotaciones (si hay algún desajuste lingüístico es porque lo leí en inglés):
- La calidad de nuestro hábitos determina la calidad de nuestra vida.
- Las pequeñas mejoras, aunque parezcan mínimas, son importantes a largo plazo.
- Está bien ponerse metas, pero lo importante es el sistema que desarrollas para llegar a ellas.
- Los hábitos que funcionan de verdad son los que tocan la identidad. Ejemplo: el objetivo no es leer un libro, sino convertirte en un lector. La identidad surge de los hábitos. Los hábitos te ayudan a ser lo que quieres ser.
- Los hábitos tienen cuatro etapas:
1. Señal: hace que tu cerebro inicie un comportamiento, ya que prevé una recompensa.
2. Deseo: fuerza motivadora que te empuja a perseguir la recompensa.
3. Respuesta: el hábito que llevas a cabo. El hábito sólo se produce si eres capaz de hacerlo.
4. Recompensa: el objetivo de cualquier hábito. Nos satisface y nos permite aprender.
- Es positivo llevar los hábitos automáticos al plano consciente para que no haya errores en un trabajo o para detectar comportamientos que queremos cambiar.
- Hay que ser preciso en el lugar y el tiempo para establecer nuevos hábitos. También se puede juntar un hábito a otro, p. ej., después del hábito A haré el B.
- Asociar hábitos a contextos es útil para evitar la dispersión y ser productivo. Trabajar en un lugar, leer en otro, ver películas en otro, eso ayuda.
- Hacer que las señales de los buenos hábitos sean obvias (poner fruta siempre a la vista) y las señales de los malos invisibles (las guarrerías lo más lejos posible).
- Hay que hacer que los hábitos sean atractivos porque esperar la recompensa es lo que nos motiva.
Habla de que encontramos atractivo lo que hace el grupo. Únete a un grupo en el que tu comportamiento deseado sea algo normal.
- Las pequeñas mejoras, aunque parezcan mínimas, son importantes a largo plazo.
- Está bien ponerse metas, pero lo importante es el sistema que desarrollas para llegar a ellas.
- Los hábitos que funcionan de verdad son los que tocan la identidad. Ejemplo: el objetivo no es leer un libro, sino convertirte en un lector. La identidad surge de los hábitos. Los hábitos te ayudan a ser lo que quieres ser.
- Los hábitos tienen cuatro etapas:
1. Señal: hace que tu cerebro inicie un comportamiento, ya que prevé una recompensa.
2. Deseo: fuerza motivadora que te empuja a perseguir la recompensa.
3. Respuesta: el hábito que llevas a cabo. El hábito sólo se produce si eres capaz de hacerlo.
4. Recompensa: el objetivo de cualquier hábito. Nos satisface y nos permite aprender.
- Es positivo llevar los hábitos automáticos al plano consciente para que no haya errores en un trabajo o para detectar comportamientos que queremos cambiar.
- Hay que ser preciso en el lugar y el tiempo para establecer nuevos hábitos. También se puede juntar un hábito a otro, p. ej., después del hábito A haré el B.
- Asociar hábitos a contextos es útil para evitar la dispersión y ser productivo. Trabajar en un lugar, leer en otro, ver películas en otro, eso ayuda.
- Hacer que las señales de los buenos hábitos sean obvias (poner fruta siempre a la vista) y las señales de los malos invisibles (las guarrerías lo más lejos posible).
- Hay que hacer que los hábitos sean atractivos porque esperar la recompensa es lo que nos motiva.
Habla de que encontramos atractivo lo que hace el grupo. Únete a un grupo en el que tu comportamiento deseado sea algo normal.
Los hábitos se vuelven atractivos si los asociamos a emociones positivas y se vuelven desagradables si los asociamos a emociones negativas.
- Si haces algo agradable antes de un hábito difícil, es más fácil llevarlo a cabo.
- Los hábitos se forman a través de la repetición. Hay que practicar más y planear menos.
- Afirma que "lo que quieres realmente es el resultado que obtienes del hábito".
- Hay que reducir la fricción de los hábitos buenos y aumentar la de los malos (si el gimnasio está cerca de casa vas a ir más a menudo que si está lejos).
"Rediseña tu vida para que las acciones más importantes sean también las más fáciles de hacer".
A veces se trata más de hacer que los malos hábitos sean imposibles de llevar a cabo que de fomentar los buenos hábitos.
- La gente desarrolla malos hábitos porque "las consecuencias de los malos hábitos aparecen con retraso mientras que las recompensas son inmediatas" (fumar reduce el estrés ahora, el cáncer tardará años en aparecer).
- La preferencia por la gratificación instantánea hace que la gente busque en su día a día pequeñas dosis de satisfacción. El camino menos recorrido es el de la gratificación retardada.
La gente que es capaz de retrasar la gratificación tiende a tener mejores resultados académicos, menos adicciones, menos obesidad, mejor respuestas al estrés y más habilidades sociales.
- La gratificación sensorial es importante para que un hábito se establezca (ejemplo: pusieron jabón con buen olor y textura en Pakistán y todos empezaron a lavarse las manos con más frecuencia).
- Cada vez que logres no gastar dinero en algo, mete ese dinero en una cuenta con un objetivo (p. ej.: viaje a Japón). Así ves el resultado del ahorro y de la privación.
- Cuanto más entre un hábito en tu vida, menos refuerzos externos necesitarás para seguirlo. Llega un momento en el que lo haces porque tú eres eso y te sientes bien siéndolo. La identidad sostiene los hábitos.
- Hacer seguimiento a los hábitos puede ayudar a mantener el hábito, lo hace más satisfactorio porque ves de forma evidente tu progreso.
- Alinea tus hábitos con tus capacidades, con lo que se te da bien.
- Hay que ser consciente de qué hábitos son perjudiciales y de cómo mejorarlos.
- Si haces algo agradable antes de un hábito difícil, es más fácil llevarlo a cabo.
- Los hábitos se forman a través de la repetición. Hay que practicar más y planear menos.
- Afirma que "lo que quieres realmente es el resultado que obtienes del hábito".
- Hay que reducir la fricción de los hábitos buenos y aumentar la de los malos (si el gimnasio está cerca de casa vas a ir más a menudo que si está lejos).
"Rediseña tu vida para que las acciones más importantes sean también las más fáciles de hacer".
A veces se trata más de hacer que los malos hábitos sean imposibles de llevar a cabo que de fomentar los buenos hábitos.
- La gente desarrolla malos hábitos porque "las consecuencias de los malos hábitos aparecen con retraso mientras que las recompensas son inmediatas" (fumar reduce el estrés ahora, el cáncer tardará años en aparecer).
- La preferencia por la gratificación instantánea hace que la gente busque en su día a día pequeñas dosis de satisfacción. El camino menos recorrido es el de la gratificación retardada.
La gente que es capaz de retrasar la gratificación tiende a tener mejores resultados académicos, menos adicciones, menos obesidad, mejor respuestas al estrés y más habilidades sociales.
- La gratificación sensorial es importante para que un hábito se establezca (ejemplo: pusieron jabón con buen olor y textura en Pakistán y todos empezaron a lavarse las manos con más frecuencia).
- Cada vez que logres no gastar dinero en algo, mete ese dinero en una cuenta con un objetivo (p. ej.: viaje a Japón). Así ves el resultado del ahorro y de la privación.
- Cuanto más entre un hábito en tu vida, menos refuerzos externos necesitarás para seguirlo. Llega un momento en el que lo haces porque tú eres eso y te sientes bien siéndolo. La identidad sostiene los hábitos.
- Hacer seguimiento a los hábitos puede ayudar a mantener el hábito, lo hace más satisfactorio porque ves de forma evidente tu progreso.
- Alinea tus hábitos con tus capacidades, con lo que se te da bien.
- Hay que ser consciente de qué hábitos son perjudiciales y de cómo mejorarlos.
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