13 de enero de 2025

En el corazón de las pachangas

Nunca fuimos más felices
de Carlos Marzal.

Ensayo autobiográfico sobre fútbol, literatura y paternidad. Cóctel atractivo al que decido aproximarme por recomendación de un blog y por cercanía personal.

En términos narrativos, Marzal es amante del tiki taka afectado, la gambeta intrascendente en el córner y el aspaviento efusivo hacia la grada. Esto hay veces que aumenta el espectáculo, pero por lo general, entorpece el desarrollo del juego.

Si te gusta el fútbol (como a mí) lo normal es que disfrutes un partido de 90 minutos. Ahora bien, si dura 180 es otro cantar y si además tiene prórroga y penalties, igual te lo piensas (considerando que es un partido de liga). Eso es precisamente lo que ocurre aquí debido a
 la reiteración de ideas y a la extensión excesiva de muchas partes, algo que inevitablemente hace que sobren páginas.

Reconozco que de vez en cuando Marzal mete algún gol por la escuadra, pero en muchas ocasiones no logra darle al balón y lanza una patada al aire. Habría preferido algo con menos afectación, menos mitificación exagerada y menos ensimismamiento. 
Aunque es un texto simpático con el que puedes conectar a nivel básico si tu hijo juega a fútbol y te interesa la literatura, hay demasiados tópicos.

La experiencia se asemeja a lo que sucedía en aquella hermosa época en la que se jugaba con un balón Mikasa en un campo de tierra lleno de charcos. Uno entraba con ganas al partido, hasta que el balón empezaba a caer en los charcos, absorbía agua y cogía tanto peso que no había quien lo levantase.

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