31 de enero de 2025

Ferris wheel

Lo que más me gusta son los monstruos
de Emil Ferris.

La expresividad estética de la autora no compensa las deficiencias narrativas del cómic.
¡BOOM!
Los dibujos son muy vistosos, pero hay infinidad de bloques de texto con demasiada extensión. 
Falta síntesis y refinamiento en la exposición.
La sensación es que se ha pensado la historia como texto y luego se ha añadido el apartado visual. 
No hay secuencialidad en los dibujos, no transmiten una componente narrativa claramente definida. 
Esto para algunos será innovador, pero falta impulso. 
Ferris intenta añadirle algo de miga a la historia con la muerte de la vecina, pero no es capaz de generar suspense, aunque ofreciendo un tono tan infantil es complicado.

30 de enero de 2025

Vanatomía de una tragedia

Un día en la vida de Abed Salama
de Nathan Thrall.

El hijo de Abed sufre un accidente cuando va en el autobús escolar. 
La premisa tiene fuerza, pero la pesadez del estilo de Thrall acaba imponiéndose. Se llevó el Pulitzer de no ficción en 2024, aunque la narración parece ficcional. Y sucede que la obra se queda a medio camino, pues no tiene la expresividad de una novela, ni la precisión informativa ni la perspectiva que requiere una obra de no ficción. El enfoque es altamente descriptivo, pero el autor se centra en pequeños detalles que pertenecen al mundo de la novela y que chirrían en una crónica de este tipo. Sobran descripciones y falta literatura y faltan descripciones y sobra literatura.

29 de enero de 2025

Intenta descansar

La muerte de Francis Bacon
de Max Porter.

Siete cuadros.
Siete babbles.
No he entendido nada.
Leída en inglés como excusa.
Los intentos de Porter de "escribir como si pintara" 
(eslogan que empujan y aseveran intensamente los editores, si no no hay libro, no hay ventas, respeto mucho a Porter y sus ideas, pero aquí no consigue gran cosa) 
pretenden justificar la incoherencia.
Justificar los brochazos.
¿Oscuridad insondable que hay que analizar y descifrar?
No percibo pinceladas.
Podríamos decir:
original en concepto,
flojo en ejecución.
Las otras dos obras que he leído del autor son mejores.
No hay color.

27 de enero de 2025

Kikirikigai

Ikigai
de Héctor García y Francesc Miralles.

Ensayo sobre "los secretos de Japón para una vida larga y feliz" donde el término 
"ikigai" viene a ser el propósito profundo de nuestra vida. Los autores ponen el foco en Okinawa, el lugar con más longevidad del mundo, donde "hay más personas mayores de 100 años por 100.000 habitantes que en cualquier otra región del planeta".

¿Y qué hacen los que viven en las regiones más longevas del planeta?:
- Gestionan bien el tiempo para reducir el estrés (el estrés elevado y prolongado es degenerativo, pero un estrés leve es positivo).
- Comen poca carne y alimentos procesados y beben poco alcohol.
- No hacen deporte hasta el extremo, pero en lugar de ir en coche, caminan ("estudios hechos en las zonas azules indican que los que más viven no son aquellos que hacen más deporte, sino los que se mueven más").
- Desarrollan buenos vínculos entre amigos y familiares.
- Siguen la ley del 80% (cuando comen, dejan la barriga llena al 80%, sin hincharse).
- Mantienen la mente activa, flexible y con capacidad para aprender.
- Hacen cosas que supongan un reto, pero no excesivo.
- Se concentran en una sola tarea.
- Meditan para que la 
mente fluya con facilidad en el día a día.

Secretos de la longevidad según los centenarios de Okinawa (quizá redundante):
1. No preocuparse.
2. Buenas rutinas, comer de todo, mantenerse activo.
"Una vida larga depende sólo de tres cosas: ejercicio para la salud, comer bien y juntarte con gente".
3. Cultivar las amistades cada día.
4. "Vivir con calma y disfrutar de las cosas".
5. Optimismo.

Extras:
- "No hay ningún secreto. El truco es simplemente vivir".
- En Okinawa todos tienen huerto propio.
- Demuestran entusiasmo por todo lo que hacen.
- Hay que vivir en el presente y ser conscientes de la impermanencia de las cosas.

La importancia de la dieta:
- Muy variada, sobre todo frutas y verduras. 
- Mucho cereal, toman fideos soba o udón. 
- Apenas consumen azúcar y consumen menos calorías que el resto de Japón.
- En Japón no se sirve primero, segundo y postre. Se sirven platos pequeños que ayudan a comer variado y a comer menos.
- Té verde, blanco y de jazmín.
- Shikuwasa, una fruta que es como una lima/mandarina.
- Evitan harinas y azúcares refinados, bollería industrial y alimentos precocinados.

¿Y qué tal el libro?
Sí y no... Mi mujer dijo: "para mí es una ventana que enseña cosas, pero no te abre los ojos del todo. No es suficiente". Me parece adecuado decir que es una ventana, no una puerta. Su principal problema es que carece de profundidad y autenticidad. Bebe de varios libros y coge demasiadas ideas prestadas de la logoterapia de Frankl, los estados de flujo de Csíkszentmihályi, la antifragilidad de Taleb, etc. No consigue ser algo único y eso diluye su impacto. No obstante, es una lectura amena y perfectamente aceptable.

24 de enero de 2025

Entre el reino y la representación

Clase de actuación
de Nick Drnaso.

Un grupo de personas se apuntan a clases de actuación.
Inteligente Drnaso.
Spoilers...
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Los dibujos son asépticos, apagados, inexpresivos, incluso uno podría pensar que se han hecho sin ganas, pero complementan perfectamente a la historia.
Las caras de los personajes se parecen y esto causa confusión, entiendo que voluntariamente.
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El autor consigue que el lector llegue a un punto (alrededor de la página 75) en el que no sabe si los personajes están actuando siguiendo las directrices del profesor o por motivaciones personales.
A un personaje le pillan robando y dice que el profesor le ha dicho que actúe como un ladrón. 
No sabemos si esto es verdad o no.
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Los personajes se liberan a través de las actuaciones, lo que les permite sentirse mejor en su vida cotidiana.
Pero llega un punto en el que las experiencias en la clase de actuación son tan inmersivas que los personajes no distinguen entre realidad y ficción.
Al igual que el profesor consigue que los personajes pierdan la noción de la realidad, Drnaso consigue que el lector se desoriente y no sepa distinguir entre un comportamiento natural y una actuación (incluso entre los sueños de los personajes y su realidad).
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Al final el profesor les da la opción de irse con él a seguir el curso.
Los personajes se han dejado llevar por la representación y sus ilusiones, cada uno a su manera, y como les gusta trascender la cotidianidad, casi todos deciden irse con él.
Esto sugiere que las clases podrían ser un medio para que todos acaben entrando en una secta.
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En términos autor-lector, el lector a su vez cree en el autor y se deja llevar por su ficción.
¿La ficción como secta a la que entramos porque nos hace felices?
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El detalle: la loca se salva de la secta gracias a su acompañante, que se da cuenta de que las clases no le están haciendo bien. Lo curioso es que los cuerdos caen en la trampa y la loca no, ella acaba en el manicomio, que es otra especie de secta relacionada con la ficción, ¿o no?
Los locos son los cuerdos son los locos son los cuerdos...

22 de enero de 2025

Ánimales

Ánima
de Wajdi Mouawad.

Historia de venganza particular.
Narran distintos animales.
La justificación conceptual de esto es que los mohawk creen que los humanos tienen una parte invisible de su ser mágico que es un animal.
La forma animal de tu poder mágico la encuentras cuando un animal actúa de manera contraria a lo que dicta su instinto.
Suena precioso.
El problema empieza a asomar cuando algunos animales sueltan reflexiones de este calibre: "deberíamos huir y, sin embargo, seguimos avanzando empujados por una mano que se dispone a malograr nuestra existencia".
El antropomorfismo es excesivo en todos los sentidos.
No ayuda que las voces de todos los animales sean iguales (son la misma (redundante decirlo)).
La sensación es que Mouawad no se esfuerza en dar verosimilitud al artificio.
Sí se esfuerza en ofrecer violencia explícita (¿para impactar?).
La historia empieza más o menos bien, pero degenera en un asunto de trapicheos entre bandas.
El gimmick de los animales acaba sobrando (se 
incluyen detalles que parecen relleno) y se agota a las 100 páginas.
Poco antes de llegar a las 200 abandono.

20 de enero de 2025

Merricat

Siempre hemos vivido en el castillo
de Shirley Jackson.

No cabe duda de que Shirley Jackson sabe escribir, pero por desgracia, aquí la historia genera poco suspense y apenas tiene intensidad. La autora divaga mucho más que en La maldición de Hill House (comentada aquí) y la atmósfera no está tan conseguida. 
Los giros finales tampoco me sorprendieron demasiado. Lo mejor de la novela es que sus personajes son verdaderamente cautivadores (me habría encantado verlos en una obra más interesante). Sigo con spoilers...

La idea de la comida como fetiche que menciona Oates en el epílogo (edición Modern Classics de Penguin) es sugerente, pero Jackson no desarrolla el tema de forma significativa. Creo que la comida funciona principalmente como motivo literario de distracción (la cocinera habitual no es Mary) y para convertir algo que nutre y da confort en un arma mortífera.

He leído algún artículo sobre la comida en la obra y hay varias teorías que apuntan a que Jackson quiere mostrar el poder que tiene la comida y cómo puede servir para empoderar a la mujer. Se supone que el que cocina está por debajo del que come, pero Jackson demuestra que es una dinámica de poder peculiar y el que cocina en realidad tiene más poder de lo que parece. Todo esto suena muy bien, pero no llega con claridad a través del texto, que es lo que realmente importa.

17 de enero de 2025

Justo a tiempo

Barrio lejano
de Jiro Taniguchi.

Recomendación de un amigo que no me defraudó. 
No me defraudó ni la obra ni el amigo.

Cómic que presenta una idea interesante, unos personajes bien diseñados, unas ilustraciones competentes y un desarrollo delicado y suave. Suficiente para que merezca la pena.

Esperaba más potencia al final, pero todo se desarrolla con suavidad y dulzura y tiene sentido que concluya así. Si consideramos la idea y la fecha de publicación (1998), quizá se podría pedir un enfoque más transgresor, pero está bien como está.

Spoiler especulativo:
Había previsto un final bastante más impactante: el niño descubre que su padre le abandonó porque le pasó lo mismo que a él a los 48 años, esto es, viajó en el tiempo y no pudo volver con su familia. En ese mismo instante, el hombre se da cuenta de que no va a volver a ver a su familia.

15 de enero de 2025

Número 41

Akira
de Katsuhiro Otomo.

Leí los seis volúmenes de Norma Editorial y la conclusión es la siguiente: mucha acción y poca reflexión. 
La historia engancha porque está cargada de incidentes, no se detiene en ningún momento y los personajes son creíbles, pero se limita a ser unidimensional. La misma sobredosis de acción que atrapa al lector es la que impide que la historia repose y se abra a otro tipo de situaciones o atmósferas más sutiles, más allá de la típica epopeya con varios bandos. Los dibujos tampoco me parecieron nada espectacular, incluso hay secuencias en las que llegan a desorientar. No creo que se pueda hablar de obra maestra, pero sí de algo perfectamente válido como entretenimiento ligeramente alejado de lo convencional.

13 de enero de 2025

En el corazón de las pachangas

Nunca fuimos más felices
de Carlos Marzal.

Ensayo autobiográfico sobre fútbol, literatura y paternidad. Cóctel atractivo al que decido aproximarme por recomendación de un blog y por cercanía personal.

En términos narrativos, Marzal es amante del tiki taka afectado, la gambeta intrascendente en el córner y el aspaviento efusivo hacia la grada. Esto hay veces que aumenta el espectáculo, pero por lo general, entorpece el desarrollo del juego.

Si te gusta el fútbol (como a mí) lo normal es que disfrutes un partido de 90 minutos. Ahora bien, si dura 180 es otro cantar y si además tiene prórroga y penalties, igual te lo piensas (considerando que es un partido de liga). Eso es precisamente lo que ocurre aquí debido a
 la reiteración de ideas y a la extensión excesiva de muchas partes, algo que inevitablemente hace que sobren páginas.

Reconozco que de vez en cuando Marzal mete algún gol por la escuadra, pero en muchas ocasiones no logra darle al balón y lanza una patada al aire. Habría preferido algo con menos afectación, menos mitificación exagerada y menos ensimismamiento. 
Aunque es un texto simpático con el que puedes conectar a nivel básico si tu hijo juega a fútbol y te interesa la literatura, hay demasiados tópicos.

La experiencia se asemeja a lo que sucedía en aquella hermosa época en la que se jugaba con un balón Mikasa en un campo de tierra lleno de charcos. Uno entraba con ganas al partido, hasta que el balón empezaba a caer en los charcos, absorbía agua y cogía tanto peso que no había quien lo levantase.

10 de enero de 2025

Revés sin manos

Venus Drive
de Sam Lipsyte.

Relatos bien escritos que lo máximo que consiguen es algo de extrañeza y alguna sonrisita. Aquí Lipsyte se mueve por rincones ligeramente oscuros, pero no da con un tono apropiado. Una mezcla de Bukowski y Burroughs pero con menos punch y una pulcritud que a veces juega en su contra. 

Un ejercicio de escritura diestro que presenta unas historias demasiado zurdas, y con eso lo estaría diciendo todo y no estaría diciendo nada, que parece que es lo que intenta el autor. Cansan especialmente sus ansias por demostrar lo ingenioso que es soltando frasecitas y one-liners.

9 de enero de 2025

Mehyor

Mayor Fatal. El garaje hermético
de Moebius.

Ni siquiera llegué a la mitad del cómic. Los dibujos me parecieron sugerentes, pero la historia tiene aroma infantil y las ansias del autor por explicarlo todo al milímetro perjudican al ritmo. El título se presta a infinidad de chistes, pero voy a cerrar el asunto de manera breve.

8 de enero de 2025

Colibrí

Río
de Louise Garcia y Corentin Rouge.

Edición integral. Cómic que se adentra en las favelas de Río de Janeiro con unas gafas que en algunos momentos lo reducen todo al blanco y el negro. La historia es entretenida, las ilustraciones son competentes y hay algo de mensaje sobre 
la corrupción en Brasil. El tema de la brujería le da un toque interesante, pero no evita que el exceso de lugares comunes hunda a la obra. Tiene sus virtudes, pero sólo se la recomendaría a los que se encuentren a gusto rodeados de elementos típicos.

6 de enero de 2025

Y que lo digas

El fallo
de Antonis Samarakis.

Alcancé las 50 páginas aprox. No conecté nada con el texto. El empuje inicial de la historia se ve obstaculizado por un tono infantil muy poco trabajado que denota una falta de control narrativo considerable. Si a eso le sumamos los chistecitos sin gracia, los personajes sin interés y la ausencia de misterio, el abandono se produce de manera veloz. Además, 
las elipsis y los saltos temporales están mal calibrados, no armonizan con el resto de elementos, y la prosa es tan floja que uno empieza a dudar de las capacidades de los traductores.

3 de enero de 2025

Absit reverentia vero

Suero
de Cyril Pedrosa y Nicolas Gaignard.

Este tipo de cómics hacen que parezca fácil lograr una obra notable. Seguramente sea suficiente con una idea interesante y una buena ejecución. Por suerte, aquí también encontramos una narración sutil, precisa y equilibrada y unas ilustraciones que reflejan a la perfección la tristeza de la sociedad y la soledad del protagonista.

Pequeño spoiler... 
Me parece estupenda esa idea de que cuando todo el mundo se ve obligado a decir la verdad (sobre todo los políticos) el sistema cae por sí solo.

1 de enero de 2025

ff

Luciérnaga
de Natalia Litvinova.

A las personas que fueron evacuadas por el accidente de Chernóbil las llamaban "luciérnagas" (por la relación entre radiación y luz), de ahí el título. Estamos ante una novela autobiográfica sobre una niña que nace cerca de Chernóbil en 1986, unos cinco meses después del accidente, y vive una infancia en la que la radiación es una cuestión importante.

La prosa de Litvinova es eficiente y mueve al lector con cierta habilidad. El problema de la novela es que con esa premisa, uno espera una explosión de luz y color (un estallido de profundidad fosforescente) y lo que sucede es que el brillo es más bien reducido.

La autora consigue muy poco con unas circunstancias vitales que más de una escritora quisiera para ella. Tanto el hilo de la infancia en el sur de Bielorrusia como su migración a Argentina tienen mucho potencial y Litvinova apenas los desarrolla de manera significativa. La sensación que deja el libro es de oportunidad perdida.