29 de septiembre de 2023

IDiotics

La idiota
de Elif Batuman.

Vicisitudes del primer año de una joven en Harvard. El primer tercio de esta novela es cautivador, con personajes e interacciones interesantes y observaciones ingeniosas. Batuman plantea cuestiones lingüísticas bastante agudas (hipótesis Sapir-Whorf, la relevancia del sufijo "-mis" en turco, etc.) que a mí personalmente me agradan y que le dan una capa extra al texto, y también introduce varios aspectos metaficcionales (referencia a Dostoyevski, la ficción dentro de la ficción, superposición de realidad y ficción...) que junto a las reflexiones sobre arte y el proceso creativo hacen un caldito bastante sabroso.

No obstante, a pesar de que hay numerosos elementos notables, también hay bastantes tramos insípidos. Alrededor de la página 150 la falta de impulso del texto (que se palpa desde el principio y no augura nada bueno) empieza a imponerse y la novela sufre una combustión espontánea alrededor de la página 200.

La suma de las partes acaba siendo superior al todo, lo que evidencia (o transmite con intensidad) que estamos ante fragmentos sueltos que se han unido a posteriori. Podríamos decir que Batuman ha descuidado los pies (feet) en favor de las pulgadas (inches), lo cual es una pena, porque hay talento.

Mencionar algunos destellos:
- La autora hace un poema ocurrente con las estaciones de tren de Boston.

- A través de la anécdota de los bomberos y los "empty drums" y "full drums" refleja que el dualismo simplista del lenguaje (lleno-vacío, blanco-negro) puede afectar negativamente a nivel real (en este caso, provocando un incendio).

- Hay un personaje que se cartea con la protagonista y le dice que "el amor que siento por ti es para la persona que escribe tus cartas" (mi traducción), por lo que, en realidad, se ha enamorado del lenguaje.

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