26 de agosto de 2014

New Weird City

La ciudad de Mario Levrero.

Un hombre se pierde en la noche y acaba en una extraña ciudad (pueblo) de la que le cuesta mucho desapegarse. Destaca la precisión de la prosa, sencilla, sin ornamentos, con una neutralidad que enfatiza los relieves del texto. En general, me parece un ejercicio narrativo excelente. Utiliza la ambigüedad de forma muy sutil para crear una atmósfera indefinida, borrosa, rara, que funciona a la perfección. Y tenemos al protagonista absorbido por un entorno cuyas leyes y normas no son familiares. Dos inconvenientes, uno gordo y otro flaco. El flaco: la escena de las luces de la gasolinera es inverosímil. El encargado de la gasolinera nunca delegaría tanta responsabilidad en un desconocido si verdaderamente un fallo en la ejecución pudiera desencadenar un desastre (la escena, puesto que no tiene mayor repercusión en la secuencia de acontecimientos, resulta efectista). El gordo: más allá de la narración no hay trascendencia o voluntad alguna de acercarse a algún tipo de verdad, no hay revelación o aprendizaje vital. Me parece un buen libro, pero creo que falta trascendencia para que pueda ser considerado una gran obra.

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