17 de octubre de 2013

Personaje personaaaje, yo te caaanto

Ilona llega con la lluvia de Álvaro Mutis.

"Ese mar mancillado infundía en el ánimo un sabor de fracaso y mezquindad que no era precisamente lo que hacía falta para levantarme la moral". Estilo rancio, puede transmitir de todo menos frescura. Pero lo peor no es eso sino su narrativa personajecéntrica que consigue marginar al lector. Casi todas las frases son en primera persona y hacen alusión al estado emocional o a la personalidad o al punto de vista del personaje. Hasta la frase que he citado, que habla del entorno, al final se dirige hacia el personaje. Ese territorio neutral que necesita el lector para sentirse cómodo, que normalmente suele ser el entorno, también se dirige hacia el protagonista, por lo que el lector advierte su falta de importancia, se siente arrinconado en un lugar que pertenece por completo al personaje. Oséase, da la sensación de que el texto está escrito para el personaje, no para el lector. Y te asfixias. Sólo añadir que la acción, lo que va sucediendo, también aporta su granito de arena a la montaña de pesadez que es el texto.

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