Tres hermanos heredan las deudas de su padre, esto es, la
hipoteca de un teatro que vale un dineral, y la única solución que encuentran
es organizar una obra y estrenarla para participar en un premio cuya recompensa
pagaría la deuda. Este libro es un mejunje de elementos positivos y negativos. Virtudes:
la prosa, con imágenes y metáforas de mucha calidad y algún toque poético. El
estilo es muy personal, hay una voz propia, y eso se agradece. El ritmo es
bueno. El humor es acertado. Quizás también hay que destacar la capacidad del
autor para mantener la intensidad, introduciendo en el momento justo algo que reaviva
las brasas. Defectos: la estructura es muy básica, introducción, nudo y
desenlace, y hay un objetivo claro desde el principio. Todo eso transmite demasiado
orden y planificación y resta naturalidad. La prosa en general está bien
pero a veces tiene un aire excesivamente antiguo-culto-rimbombante, véase: "mediante
añagazas que iba pergeñando", "olía a morocho, no a garanza", o infinidad de
términos como "denuedo", "nesciencia", "concitemos", "mamerto", "coyunda", "caireles", "edecán", "manolífico", "leguleyo", etc. El uso de estas
expresiones hace que el lector no llegue a conectar del todo con el autor, ya
que hay una gran distancia entre el lenguaje del día a día, o más estándar, y
el que se presenta en el texto. El argumento es un gran cliché, personajes que necesitan
dinero y para ello tienen que crear algo sin recursos. Lo hemos visto mil
veces. Lo peor es que el final aumenta el cliché, es happy, y además resuelve el conflicto de forma demasiado
espontánea, como si se lo quitara de encima, incluso empaña la intensidad
dramática de lo sucedido anteriormente. Por último, lo que suelo achacar a la
gran mayoría de libros: no tiene contenido, no transmite ninguna idea. Bajo el
foco del entretenimiento es un buen libro, bajo la lupa de la literatura,
quitando la prosa, no es nada especial.
Anora
Hace 5 horas
Coño, me hoy a desahogar de una vez y voy a decir aquí algo que he pensado siempre. Poner "pergeñar" por escrito en un libro (¡con todos los sinónimos que hay para idear, madre mía!) es una cantada de putísima madre. Tarjeta Roja Directa y sodomización bantú en los vestuarios.
ResponderEliminarPues nada, nos limitaremos a escribir solamente el verbo HACER y el verbo SER, y un par de adjetivos muy utlitarios, para no dificultar la lectura, como por ejemplo "bonito" y "feo". Así, un escritor no parecerá antiguo-culto-rimbombante
ResponderEliminarCuando tengas algo que decir más allá de meter mierda gratuita, puedes escribir, si no, existen muchos otros blogs en los que puedes descargar tu ira.
EliminarP.D.: supongo que un intelectual de tu talla sabe que la calidad de un texto no depende de la dificultad o rareza de las palabras utilizadas. Ejemplos hay muchos. Bernhard no usa palabras rimbombantes ni extrañas y construye obras maestras. Bufalino es poesía pura y no recuerdo yo palabras demasiado extrañas para conseguir el efecto poético.
Perdon por las molestias. No creo haberme expresado de manera tal como para que te pongas así. En cualquier caso, no era mi intención.
EliminarMis sinceras disculpas y mi triste adiós.
A lo mejor si no me hubieras metido mierda en varias ocasiones, incluso en otros blogs, no me parecería tan negativo tu comentario.
EliminarPermíteme decirte que tienes la piel muy fina, amigo (y no es un chiste a costa de tu alias). Si a disentir le llamas meter mierda, qué es lo que opinarás de algunos opinadores que frecuentan blogs en los que tu yo participamos.
EliminarSé meter mierda como el que más, pero te aseguro que cuando hablo de literatura no suelo hacerlo, porque casi todo es subjetivo y por tanto opinable.
Que no hay química entre tu y yo, y ya está; entre tu personalidad bloguera y la mía. Quizá ante una cerveza hasta nos echábamos unas risas
Lo dicho: triste y apresurado adiós
Tengo ganas de leer algo de este autor, el gusanillo me lo inculcó el Kiko Amat con una reseña muy potente que colgó en su blog en referencia a "Los millones", de hecho esa la que me apetecería leer, el caso es que me parece carísima la edición de Blackie Books. A ver si me toca la lotería en alguna visita a la biblioteca...
ResponderEliminarSaludos.-
A mí me tocó :)
EliminarVete de putas.
EliminarA los escritores jóvenes españoles, una de las cosas -entre otra muchas- que les falta para escibir más o menos "apañaillo", es "puticlub".
De cajón ;-)