Cómic que se desarrolla en cuatro volúmenes y que recuerda a las series de crímenes de las plataformas de streaming. El apartado gráfico es excelente y la historia tiene cierto misterio y está bien contada. Se agradece mucho la dimensión espiritual del protagonista y sus reflexiones sobre la sociedad, las normas, la identidad, la justicia... Podría cuestionar la tendencia de Larcenet a repetir conceptos y a extenderse demasiado en aspectos sórdidos, pero creo que en general es un cómic disfrutable que funciona bastante bien.
Apuntes en crudo (con spoilers):
- Contando su historia, el protagonista dice que los policías no están preparados para oír algo con matices, quieren simplificar los hechos. La gente cree que todo se puede explicar, que todas las soluciones están en Internet. Hay cosas más oscuras y ambiguas.
- Para justificar sus actos, él afirma que sólo obedeció a su naturaleza y que el mundo natural no conoce de moralidad, justicia, razonamiento, obligaciones...
- Se va al bosque y encuentra a un grupo de vagabundos que forman una especie de república y le sugieren que se una, pero él precisamente quiere estar solo porque quiere sentir el vacío.
- A ojos de los demás, su gordura define su identidad y al final recibe tanto odio que acaba odiándose a sí mismo.
- Tiene momentos de conexión con la naturaleza, pero bebe alcohol y la policía se lo recrimina. Él argumenta que la gente se hace tatuajes, piercings, se hace cirugía, pero si te intoxicas para cambiar tu espíritu está mal.
- Se cuela en casas y comenta que en todas ellas encontró medicinas para tratar la infelicidad. Esto le parece raro, ya que la supervivencia ya no es un problema. Podríamos decir que la ansiedad nace del confort.
- Al final no sabemos si es un loco o alguien extremadamente lúcido.
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