Obra de teatro sobre una enfermedad misteriosa que se propaga rápidamente y es letal. La portada y la introducción remarcan que es una crítica al fascismo, que posteriormente iba a reinar en Europa, con menciones claras a Alemania. Ese punto de vista es válido, por supuesto, pero a mí me ha parecido más interesante su dimensión utópica (spoiler a continuación).
Me parece estupenda la idea de que un médico descubra la cura de una enfermedad mortal y quiera intercambiarla por la paz y el fin de las guerras. Karel Čapek demuestra un idealismo audaz y lo expresa con unos diálogos concisos que funcionan a la perfección. El final es idóneo porque demuestra la ignorancia y el embrutecimiento de las masas cegadas por la política. Lectura breve, sencilla y sugerente, poco más se puede pedir.
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