1 de octubre de 2021

Palidece frente a otras obras del autor

El rey pálido
de David Foster Wallace.

Cóctel que agita y mezcla las ideas sobre la entropía de la información de Thomas Pynchon y el enfoque del propio Wallace sobre el aburrimiento y la gratificación. Se establece una relación entre la relevancia de la información que se presenta y el aburrimiento que esta genera, con resultados altamente irregulares.

Todo empieza bien, con toques de humor y la típica elocuencia hiperconcentrada e hiperconsciente de Wallace, pero poco a poco los aspectos más soporíferos de una de las protagonistas, la Agencia Tributaria estadounidense, van saliendo a la luz. Sólo nombrarla ya cansa. Uno aguanta el tostón por los fragmentos metanarrativos que gradualmente incluye el autor, ya que van abriendo el texto a posibles reflexiones futuras potencialmente interesantes, pero esto, apretando los dientes durante la lectura, funciona hasta la página 400 (de un total de 616).

Esta novela resulta decepcionante principalmente porque el ratio genialidad/aburrimiento no compensa, algo que sí sucedía por ejemplo en La broma infinita (infinitamente mejor, tratada aquí). Parece que en todo momento falta ese golpe maestro que dé más sentido a todo y haga que la obra sea más significativa. 

Es cierto que Wallace quiere que todo sea aburrido a propósito, pues el objetivo es que el lector saque algún tipo de enseñanza trascendental a través del aburrimiento. Pero insisto, eso ocurría en La broma infinita, aquí no; falta ese pasito extra que nos permita beber del vino de los dioses. Wallace se limita a ofrecer un texto aburrido para que entrenemos nuestra resistencia, para que seamos héroes aguantando el tedio, ya que "es la clave de la vida moderna. Si eres inmune al aburrimiento no hay literalmente nada que no puedas conseguir" (p. 478).

Quizá lo más sugerente del libro es que Wallace crea una paradoja. Cito de la página 288: "Una lista exhaustiva y cien por cien precisa del tamaño y la forma exactos de cada hoja de hierba de mi jardín es 'verdadera', pero no es una verdad que le vaya a interesar a nadie. Lo que hace que una verdad sea significante, valiosa, etcétera, es su relevancia". ¿Qué pasa si lo relevante es lo aburrido, lo que no interesa a nadie, porque te enseña una lección valiosa?

Observaciones y anotaciones en crudo (puede haber spoilers):

- P. 105: el tedio como escudo, ¿por qué no se habla del aburrimiento, qué hay oculto detrás de él, por qué nos molesta tanto? Relación entre información y tedio.

- P. 128: obra de teatro que es aburrida y el público se va y empieza la acción cuando todo el mundo se ha ido.

- P. 137: después de una charla soporífera, dice que tiene mucha tolerancia al dolor... Aburrimiento = dolor.

- P. 138: quedarse repasmado = concentración absoluta / perro que aceptaba los límites de su vida (la cadena) / persona claustrofóbica a la que encierran en un cuarto pequeño porque grita, lo que le hace gritar más y demuestra que ciertas reglas tienen que ser flexibles.

- P. 145: médium de datos, percibe datos irrelevantes de cosas aleatorias.

- P. 175: crítica al capitalismo: comprar cosas para distinguirse de los demás y sentir que existes.

- P. 249: ve una serie en la tele sin ser consciente de lo que está haciendo, el aburrimiento hace que el lector sea consciente de que está leyendo.

- P. 257: "el verdadero coraje consiste en soportar el tedio minuto a minuto y dentro de un espacio cerrado" esa resistencia = heroísmo / "todo está diseñado para parecer heroico, para excitar y gratificar al público" (apariencia de heroico) / "el heroísmo verdadero no recibe ninguna ovación y no entretiene a nadie" / "el heroísmo verdadero son ustedes a solas en su puesto de trabajo" (referido a los funcionarios de la Agencia Tributaria, quizá extrapolable).

- P. 258: el heroísmo es incompatible con el aplauso popular... cuanto menos emocionante es un trabajo, más potencial tiene para ser escenario del heroísmo verdadero, lo que puede dar un placer inimaginable.

- P. 259: el aburrimiento, la rutina, el desorden... son los enemigos del héroe y son temibles porque son reales.

- P. 260: "en el mundo actual, las fronteras están fijas y ya se han generado los datos más importantes. Caballeros, la frontera heroica de hoy día está en el ordenamiento y la utilización de esos datos" (una visión de la entropía de Pynchon).

- El capítulo 22 es bastante largo y podría haberse dividido a su vez en capítulos, pero Wallace no lo hace, buscando así transmitir ese tedio voluntario que refleja una de las ideas principales. Aguantar el tedio como tarea heroica que ofrece un placer inesperado en el lector.

- P. 276: la Agencia Tributaria te hace una prueba para entrar: aguantar el aburrimiento de lo que te tienes que aprender.

- P. 348: los examinadores veían espectros/alucinaciones por tanto aburrimiento concentrado.

- P. 377: invertir tiempo en lo que más "ingresos netos" genere o sea más prometedor (lector - libro - recompensa). Tener herramientas para detectar qué casos requieren un examen más profundo (cómo leer, qué promete profundidad, etc.).

- P. 421: el término "aburrimiento" surge por necesidad cultural.

*Las páginas corresponden a la edición de Debols!llo.

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