Después de un accidente de bici, un padre de familia descubre la quietud del bosque y decide dejar la ciudad (Oslo) e instalarse en él. El protagonista insiste en que no le gusta la gente, no le interesa el dinero... Rechaza todas las convenciones sociales.
La novela es simpática y entretenida, y la sencillez del estilo hace que se lea con facilidad. No obstante, es demasiado simplista y aunque Loe ofrece algunas observaciones interesantes sobre la sociedad actual, las ideas no acaban de cristalizar del todo.
La falta de trascendencia en los motivos y la experiencia del protagonista invita a pensar que el autor, aunque apunte alto, sólo está presentando a un personaje que actúa de forma irresponsable, ya que parece que el hombre deja de lado a su familia por un impulso caprichoso, no por un sentimiento genuino o una idea verdaderamente significativa.
Algunos fragmentos rescatables:
- El protagonista cree que ser aplicado en la vida es negativo y espera que sus hijos estén a tiempo de no serlo. En cierto momento le dice al hijo que mejor "ir a un colegio en el que no haya que aplicarse tanto, quizá algo de tipo artístico, un colegio que te enseñe a desplazar los límites en vez de a mantenerlos".
- Renuncia a la ambición. "No pienso tratar de lograr nada más en lo que me quede de vida. No pienso conseguir nada en absoluto".
- La historia del señor Düsseldorf es sugerente: está recreando en su salón, con figuritas, el momento exacto en el que su padre murió, en la ofensiva de las Ardenas en 1944. Está obsesionado con ese momento, a las 14:20, y se pregunta "¿Qué horas son esas de morir?". Suena cómico pero a su vez es trágico.
- "Para mí, ver la televisión es como abrir una enciclopedia de por qué no me gusta la gente. La televisión es la quintaesencia de todo lo repulsivo de las personas". Y remarca cómo los reportajes de la tele simplifican la vida de las personas.
- Su hijo tiene un tío que se llama Tom y Loe lanza un guiño a la cabaña del tío Tom, sugiriendo que la gente es esclava de las normas y las convenciones.
- Poco a poco empieza a venir más gente al bosque y eso no le gusta. "El problema de la gente es que, una vez que ocupa un espacio, dejas de ver el espacio y solo la ves a ella. Grandes paisajes desolados dejan de ser paisajes desolados en cuanto contienen a una o más personas. La gente determina el punto donde fijas la mirada, de hecho, la mirada de las personas casi siempre se dirige hacia otras personas. Así ha surgido la ilusión de que las personas son más importantes que las cosas de la tierra que no son personas. Es una ilusión asquerosa".
- Cree que debería surgir otra especie humana con "menos cualidades agresivas" y "menos sentido de la propiedad".
- Dice que Noruega es rica gracias al petróleo pero invita a que te preguntes "a quién pertenece el petróleo del fondo del mar o la electricidad que se saca de los ríos. ¿Y cómo es posible comprar o vender nada? Noruega es un insignificante suburbio del mundo real, del cual nos apartamos más cada día". Hay un fallo en esta reflexión y es que para explotar los recursos necesitas tecnología y gente cualificada y ahí es donde entran los países y su desarrollo, pero entiendo por dónde va.
- El protagonista cree que ser aplicado en la vida es negativo y espera que sus hijos estén a tiempo de no serlo. En cierto momento le dice al hijo que mejor "ir a un colegio en el que no haya que aplicarse tanto, quizá algo de tipo artístico, un colegio que te enseñe a desplazar los límites en vez de a mantenerlos".
- Renuncia a la ambición. "No pienso tratar de lograr nada más en lo que me quede de vida. No pienso conseguir nada en absoluto".
- La historia del señor Düsseldorf es sugerente: está recreando en su salón, con figuritas, el momento exacto en el que su padre murió, en la ofensiva de las Ardenas en 1944. Está obsesionado con ese momento, a las 14:20, y se pregunta "¿Qué horas son esas de morir?". Suena cómico pero a su vez es trágico.
- "Para mí, ver la televisión es como abrir una enciclopedia de por qué no me gusta la gente. La televisión es la quintaesencia de todo lo repulsivo de las personas". Y remarca cómo los reportajes de la tele simplifican la vida de las personas.
- Su hijo tiene un tío que se llama Tom y Loe lanza un guiño a la cabaña del tío Tom, sugiriendo que la gente es esclava de las normas y las convenciones.
- Poco a poco empieza a venir más gente al bosque y eso no le gusta. "El problema de la gente es que, una vez que ocupa un espacio, dejas de ver el espacio y solo la ves a ella. Grandes paisajes desolados dejan de ser paisajes desolados en cuanto contienen a una o más personas. La gente determina el punto donde fijas la mirada, de hecho, la mirada de las personas casi siempre se dirige hacia otras personas. Así ha surgido la ilusión de que las personas son más importantes que las cosas de la tierra que no son personas. Es una ilusión asquerosa".
- Cree que debería surgir otra especie humana con "menos cualidades agresivas" y "menos sentido de la propiedad".
- Dice que Noruega es rica gracias al petróleo pero invita a que te preguntes "a quién pertenece el petróleo del fondo del mar o la electricidad que se saca de los ríos. ¿Y cómo es posible comprar o vender nada? Noruega es un insignificante suburbio del mundo real, del cual nos apartamos más cada día". Hay un fallo en esta reflexión y es que para explotar los recursos necesitas tecnología y gente cualificada y ahí es donde entran los países y su desarrollo, pero entiendo por dónde va.