14 de octubre de 2010

Las plateadas sombras de las flores amarillas y el viento resoplando 3 junto al barco

La señora Dalloway de Virginia Woolf.

La virginal damisela feminista siempre fue aburrida. Innovador estilo narrativo tipo collage, torrente de consciencia, información por to los laos viniendo aka me quiero fusionar con el todo, así tienes varias perspectivas diferentes, el inconsciente colectivo de la escena, en un día, la realidad frente a la fantasía, vida y muerte, dos vertientes, dos protas: Clarissa, Septimus. ¡Y cómo hace los flashbacks y une las historias cual famoso mago irlandés! Lo que tú quieras pero al final se me queda en un mero ejercicio estilístico falto de contenido. Estos ingleses se preocupan demasiado por la forma. Superficiales que son (ahora castíguenme en inglés).

R/S-itu

Otra vuelta de tuerca de Henry James.

Institutriz cuidando a dos niños en una casa... de repente ve fantasmas. Ambigüedad en la narración de tal forma que deja muchos cabos sueltos. Misterio. No sabemos si es que la institutriz está loca o los fantasmas son reales. Todo un ambiente oscuro rodeando el asunto. Otra vuelta de tuerca porque ¿hay narradores dentro de narradores dentro de narradores que nos pueden engañar malditos narradores? La institutriz proyecta una realidad (o no), de la misma forma que el lector lo hace gracias a la ambigüedad del narrador. No sé por qué no me sorprende nada la conclusión a la que he llegado. O es un mensaje demasiado obvio o la narración es una pesadez, el algodón no engaña.