30 de agosto de 2024

La palestra personal

Palestina de Rashid Khalidi.

Y me quedo en la mitad del libro porque:
1. He leído bastante del tema y esta vez sentí que no me estaba aportando nada.
2. Es más engorroso que otros libros que abordan el conflicto, pues Khalidi no presenta una cronología bien definida.
3. Introduce el punto de vista de algunos familiares suyos, pero no por ello consigue que el texto sea más humano o atractivo.
4. Incluye infinidad de notas a pie de página extensísimas.
5. Falta mucha síntesis.

Anotaciones (altamente redundantes, por si hay despistes):

- Los judíos llevaron a cabo una guerra colonialista, apoyados por los británicos. Los británicos fueron los grandes impulsores del sionismo.

- Pese a afirmar lo contrario, los sionistas ya sabían que para imponerse en territorio palestino tendrían que recurrir a las armas.

- Los sionistas se apoyaban en la idea de que no existía una identidad nacional palestina, lo cual era falso.

27 de agosto de 2024

Soñando que estamos despiertos

Física de la tristeza
de Gueorgui Gospodínov.

A las pocas frases nos encontramos un "yo somos". Puntos de vista que son un Todo, una unidad.

Somos una novela extraordinaria.

Gueorgui narra como si fuera la babosa que entra en el estómago del abuelo para curarle. Empatía extrema: "compadecerse de todo, ser a la vez aquel que se traga la babosa y la babosa tragada".

Se dirige a los lectores directamente.

Historia no lineal sobre el abuelo, la infancia del Minotauro, la Segunda Guerra Mundial, su infancia en los años 70 y 80 en la Bulgaria socialista...

"En el comienzo de todo, ya lo dije, hay siempre un niño al que arrojan a un sótano". Niños abandonados, Edipo, al abuelo le abandonaron...

Gueorgui me lleva en volandas y voy flotando de nube en nube.

"Los muertos me enseñaron a leer" y lo que conlleva esa frase... aprendió leyendo tumbas (visitas al cementerio), 
leyendo libros de gente muerta y además los que le enseñaron ya no están.

Despliega diferentes capas conceptuales y las va relacionando sutilmente.

En el laberinto del oído se le quedó para siempre el aullido de un loco del manicomio.

Su enfermedad es el exceso de empatía: empatiza con el dolor y la tristeza de los relatos de los demás.

Un minuto de silencio por los radiocasetes, los reproductores VHS, los gramófonos, las máquinas de escribir...

La lectura de novelas fomenta la empatía.

Es importante recordar las minucias, los detalles efímeros que ya han muerto. Y añade "sé que el pasado es infértil como una mula, pero eso solo consigue que le tenga aún más cariño".

Fascinante cuando reflexiona sobre cómo las armas hacen que la muerte llegue de otro humano, pero desde la distancia, sin apenas contacto, y sin espacio para la despedida o para un mínimo de preparación. Te disparan desde lejos y mueres sin darte cuenta. Afirma que va en contra de la naturaleza y que ningún animal haría algo así.

"Mi padre es vegetariano. Y veterinario. Simplemente no se come a sus pacientes".

El padre se queda anonadado observando una boñiga de búfalo y comparte su asombro con su hijo. Él, ejerciendo de escritor, habla de cómo se puede encontrar lo sublime en todas partes, en cualquier pueblo abandonado o incluso siendo analfabeto. "Aunque no hayas nacido en Versalles, Atenas, Roma o París, lo sublime terminará encontrando la forma de revelarse ante ti [...] aunque vivas en las eternas praderas analfabetas de cualquier pueblo o ciudad anónima, hecha de yermos días y noches, aun así lo sublime te será revelado, y en tu propio idioma".

Algunas reflexiones de Gueorgui resultan escalofriantes.

Filosofando sobre lo perecedero y lo imperecedero habla de cómo lo que perece es más eterno que lo que no perece. El oro no genera más oro, pero un cuerpo muerto sí genera más vida, es un proceso continuo y de ahí que sea eterno. 
Y añade: "Existe una sola identidad: la de ser una criatura viva entre criaturas vivas. Ser perecedero y valorar al otro porque es perecedero".

Los edificios seguirán existiendo después de nuestra muerte. Se pregunta ¿por qué "lo edificado en piedra tiene que ser más longevo que lo edificado en carne? No veo en ello ni sentido ni justicia. Me pregunto qué sensación de tiempo y eternidad tendrían aquellos anteriores a nosotros, en la noche de lo primitivo, aquellos que vivían en cabañas perecederas, que sobrevivieron a sus cabañas, a sus fogones, que cambiaban de lugar, que medían en días y noches, en fuegos encendidos y apagados su propia vida... Ellos sí que vivieron eternamente, aunque muriesen con treinta años". La sensación nuestra es que lo eterno es lo que dejamos. En el caso de los primitivos, todo es igual de perecedero y de ahí que todo sea eterno.

Afirma que el mundo es maravilloso porque todo perece, se arruga, se pudre, se deteriora...

Sugiere que las técnicas poéticas (como el hexámetro de Homero) son recursos mnemotécnicos, para recordar mejor.

Toda la novela es una reflexión sobre el tiempo y la memoria. El propio autor menciona que el libro es una cápsula del tiempo y que escribe sobre las tristezas del mundo y la nostalgia.

Se supone que viaja para huir del "saddest place in the world" (el lugar más triste del mundo) que es Bulgaria, pero se da cuenta de que la tristeza está en todas partes. Llega a la conclusión de que "el viaje tampoco cura la tristeza. Es preciso encontrar otra cosa. The saddest place is the world".

Además del lirismo y de sus exquisitos vuelos oníricos, Gueorgui tiene una capacidad deslumbrante para transmitir la melancolía y la tristeza de forma delicada.

"La tristeza, al igual que los gases y los vapores, no tiene un volumen y una forma propios sino que adopta la forma y el volumen del recipiente o el espacio que habita [...] La tristeza tiene olor y color. Es una especie de gas camaleónico que cambia todos los colores y olores del mundo, y a la que también todos los colores y olores pueden activar con facilidad". 
Me parece sublime.

El ADN "tiene la estructura de un laberinto. Un laberinto vertical que se despliega en una espiral. Las instrucciones genéticas para todas las formas de vida están escritas en un laberinto. Así que esa es la forma ideal para conservar y transmitir la información. Por eso el ADN ha permanecido tanto tiempo codificado. Estamos hechos de laberintos".

A veces atraigo alguna "nube de tristeza extraviada de alguna tarde del pasado, mía o ajena".

Cosas que se parecen a un laberinto:
El cerebro de los mamíferos.
El sistema nervioso y los nervios y sus ramificaciones.
El vuelo y el lenguaje de las abejas.
El bosque.
Este libro.

22 de agosto de 2024

Carla FX

Tener la carne
de Carla Nyman.

Frases que buscan efectos.
Efectos que buscan frases.
Traspaso el ecuador y libro al suelo.
No me queda claro si Nyman, además de escritora, es directora de escena o DJ.
Seguro que daría la talla como animadora infantil.
Y en la novela sucede lo siguiente: mucha provocación sexual y poca polla.
Perdón... y poca prosa.
Los personajes son mininos que no engatusan.
La historia es un mero marramiau.
Si me animo con los registros nymanianos, en su modalidad más literal y genitalmente afilada, esta novela vendría a ser una calientapollas.
Me disculpo otra vez por repetir la palabra "polla".
No me disculpo por usar el término "calientapollas".
¿Hemos venido a provocar o no?

19 de agosto de 2024

Johann Sebastian Bahh

Las variaciones Bradshaw
de Rachel Cusk.

Desde el principio percibo frialdad, gelidez, como si la autora quisiera mantenernos a cierta distancia del texto y de los personajes. Esto tendría sentido si el objetivo fuera lograr que el lector adoptara una postura pronunciadamente crítica frente a lo leído, pero en este caso resulta contraproducente, ya que no estamos ante un tratado filosófico, sino ante una historia cuyos cimientos son los vínculos personales. El distanciamiento que impone la autora reduce la intimidad y la capacidad del lector para conectar con lo narrado. Abandono después de leer 100 páginas. Me da pena porque es evidente que Cusk sabe escribir y de vez en cuando ofrece observaciones agudas, pero a esta novela le faltan tripas.

14 de agosto de 2024

At the violet hour

La hora violeta
de Sergio del Molino.

Este libro lo tenía apuntado prácticamente desde que salió, pero una parte de mí me decía que era mejor leerlo más adelante (¿después de tener hijos?).

Y teniendo hijos lo que sucede es que te golpea el corazón como un martillo. Una crónica muy conmovedora, bien escrita, con destellos poéticos y algunas reflexiones interesantes. Se agradecen las referencias literarias que amplían el contexto.

Al final te deja muy mal cuerpo, pero también logra que valores más la salud de tu familia e intensifica el amor que sientes por tus hijos. Imposible reprocharle algo al autor.

10 de agosto de 2024

ONAN

Paradoja del interventor
de Gonzalo Hidalgo Bayal.

Reconozco que el onanismo prosístico que lleva a cabo Hidalgo Bayal puede ofrecer momentos placenteros, pero en muchas ocasiones su estilo acaba obstaculizando al ritmo narrativo y, por desgracia, la historia, con aroma a Europa del Este, va perdiendo saturación cromática y precipitándose hacia un grisor poco palatable que paradójicamente produce fatiga precoz y coitus interruptus al mismo tiempo.

7 de agosto de 2024

Soy yo, soy yo ese trozo de carne

El colgajo
de Philippe Lançon.

Un periodista que vivió los atentados de Charlie Hebdo en primera persona nos cuenta su vida, sus batallitas como reportero y su recuperación después de la tragedia.

Leí 227 de 443, más de la mitad. Lançon quiere ser Carrère y no le llega. Cuando describe el atentado y lo relaciona con su vida posterior merece la pena. Casi todo lo demás es mayormente desechable.

El problema es que falta síntesis y precisión narrativa. Sobran páginas por todas partes. En lugar de ofrecernos reflexiones interesantes sobre el atentado y sus consecuencias, 
nos inunda de detalles personales irrelevantes. El ensimismamiento del autor alcanza cotas bochornosas y uno acaba apartando tanto la carne como las patatas.

3 de agosto de 2024

Mendel

Mendel el de los libros
de Stefan Zweig.

Qué voy a decir de Stefan Zweig a estas alturas... narrador soberbio. Aquí nos brinda una estupenda novela corta que derrocha amor por los libros y plantea ese choque arquetípico entre la realidad y el mundo de las palabras. Sigo con algún spoiler:

El narrador acude a Mendel para que le busque algunos libros para una investigación y descubre que tiene una memoria titánica y conoce todos los libros.

Mendel "leía con un ensimismamiento tan impresionante que desde entonces cualquier otra persona a la que yo haya visto leyendo me ha parecido siempre un profano. En Jakob Mendel [...] contemplé por primera vez, siendo joven, el vasto misterio de la concentración absoluta, que hace tanto al artista como al erudito, al verdadero sabio como al loco de remate, esa trágica felicidad y desgracia de la obsesión completa".

"Gracias a él me había acercado por vez primera al enorme misterio de que todo lo que de extraordinario y más poderoso se produce en nuestra existencia se logra sólo a través de la concentración interior".

Detienen a Mendel por enviar unas cartas supuestamente sospechosas cuyo único objetivo era pedir libros. Descubren que es ruso y los rusos en ese momento (época de la Primera Guerra Mundial) eran enemigos de Austria. Está dos años en un campo de concentración. Después sale pero ha cambiado. Ha descubierto lo dura que puede ser la realidad, nada que ver con la magia de los libros.

Al final Mendel muere y el narrador se olvida de él, pero una trabajadora del café al que iba Mendel guardó un libro para acordarse de él y el narrador dice: "Yo, en cambio, me había olvidado de Mendel el de los libros durante años. Precisamente yo, que debía saber que los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido".

Apuntes extra:

Zweig demuestra mucho amor por los libros, pero al mismo tiempo cuestiona su utilidad; lo hace desde diferentes ángulos: 
- Mendel se desencanta porque se da cuenta de que los libros no sirven para nada. Si él, sin ser un criminal, sólo por ser ruso, es enviado a un campo de concentración, por mucho que lea y absorba conocimientos y empatice con otros seres humanos, si los otros no lo hacen, no sirve de nada.

- Aunque no hagas nada malo, puedes acabar sufriendo por cuestiones externas que no puedes controlar. Las guerras y los conflictos no se detienen a mirar al individuo, sólo ven nacionalidades y aliados o rivales. Aquí se pone en duda sobre todo la utilidad del libro como unificador de seres humanos.

- El propio narrador que apreciaba a Mendel y los libros, se olvida de él. Aquí se cuestiona sobre todo su utilidad para defendernos del olvido.