Contre-jour de Gabriel Josipovici.
Contre-jour significa "iluminado desde el fondo" o "a contraluz". Gabriel Josipovici plantea una narración a la que le da la luz de fondo, es decir, a duras penas se distingue lo que el escritor nos pone delante. Remarcar que el subtítulo menciona a Pierre Bonnard y deduzco que el autor aplica algunos conceptos del pintor a su escritura, empezando por la frase que abre el libro (traducción mía): "hay una fórmula que encaja a la perfección con la pintura: usar muchas mentiras pequeñas para llegar a una gran verdad".
El problema principal es, precisamente, que falta luz. La idea que propone el autor es interesante, pero la ejecución no acompaña. La opacidad del texto es tan marcada que es difícil que el lector conecte con él. Entiendo que tiene que ser así para que forma y contenido se den la mano, pero lo que ocurre es que Josipovici acaba tropezando consigo mismo. Después de 40 páginas estaba más que harto, incluso habiendo conectado bastante con otros trabajos del autor (aquí y aquí). No descarto darle otra oportunidad más adelante.
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