Autobiografía en la que Gabriel Josipovici se disfraza de Jack Toledano para actuar como un flâneur, esto es, un caminante que deambula tanto por las calles de Londres como por los rincones de su pensamiento, dejándose llevar y brindándonos, como el propio texto señala, una mezcla de caos y orden, pero a través del punto de vista de otro personaje que describe lo que cuenta el propio Toledano.
Lectura muy adictiva y estimulante (quizá porque conecto con muchas ideas que se plantean), pese a ser extremadamente intelectual y algo abrumadora con su sobrecarga de nombres y reflexiones. Me recuerda a David Markson por su lluvia de referencias y su atemporalidad y a Proust por su dejarse llevar. He de decir que alrededor de la página 100 (de 151, edición de Carcanet) pierde algo de fuerza, pero eso no impide que sea una obra remarcable por su autenticidad y su idealismo.
Observaciones con spoiler:
- El título se conecta con varias referencias que da el autor:
1. Moor Park es el parque más maravilloso de Londres según Jack Toledano. También se menciona que los parques son como oasis dentro del frenesí de las ciudades, así que el libro sería como un oasis literario.
2. Moo Pak equivaldría a Moor Park, pero pronunciado por un mono que está aprendiendo a hablar o por el propio autor cuando emigró a Reino Unido y tuvo que aprender el idioma.
3. Moor Park también fue el nombre de la casa de campo de William Temple, jefe de Jonathan Swift, y de la residencia de la Condesa de Bedford, amiga de John Donne y George Herbert. En el primer caso, durante un tiempo fue un centro de investigación de primates para el aprendizaje del lenguaje.
4. El nombre del parque es una contradicción porque un parque (park) no es un páramo (moor); el parque es civilizado y el moor es naturaleza salvaje; el parque es naturaleza con límites y el moor sin ellos. Se llega a afirmar que "todos los libros son 'moor parks'". Caos y orden.
5. En el propio texto aparece Moor Park como Moo Pak, escrito por un asiático.
- Que la conversación nos llegue a través de un narrador misterioso permite que el discurso de Josipovici no resulte sermoneador.
- Habla de la pureza de los escritores que no sucumben ante el éxito y la fama y acaban siendo como "verdaderos amigos" que "conservan su autenticidad". Percibe la arrogancia de algunos escritores y eso no le impide disfrutarlos, pero no puede considerarlos "amigos verdaderos".
- Se pregunta por qué parece más real el gángster que el profesor, el puñetazo en la cara que el viento en el pelo...
- "El arte no se trata de belleza o tristeza, sino de verdad".
- Sobre la deforestación por publicar muchos libros y muy gruesos: "deberíamos hacer que los escritores plantaran los árboles que fueran a ser usados para hacer el papel de los libros que escriben, así aprenderían el valor de las palabras".
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