Uzumaki de Junji Ito.
Espirales everywhere, pero ni rastro de terror psicológico, aunque supongo que un texto en espiral no tendría puntos, final, aparte, y menos si no hay ni un solo personaje desarrollado, ni misterio, sí trazos retorcidos y quiebros, pero todo subrayado, mostrándose de manera directa, chocando con tu nariz, sin ambigüedad, sin oblicuidad, in your face, y no tiene fuerza, al hacer que todo sea obvio desaparece el misterio y la historia depende de él para elevarse y ser alguien, siempre y cuando se lo permita el autor, no obstante, al principio parece que hay un hilo argumental definido, pero poco a poco se va desvaneciendo y la espiral busca cobijo en fragmentos cortos que se han juntado porque sí, siguiendo las ocurrencias de Junji y los caprichos de Ito, lo que perjudica al flujo natural de una obra que es de todo menos integral, el paso hacia convertirse en una colección de relatos independientes es un paso en falso que confunde y las rarezas, más allá de su rareza y su truculencia, no aportan nada, no destacan ni narrativa ni conceptualmentre y uno llega a aburrirse y a repetirse en el aburrimiento que genera la repetición obvia del motivo de la espiral y qué esperas si no hay arco narrativo como tal, no hay suspense, no hay riqueza, no da miedo y cada relato parece una ocurrencia anecdótica sin sutileza, con una monstruosidad grandilocuente que busca el impacto visual sin apenas desarrollar nada, y no contento con cerrar la historia de forma medianamente coherente, con esas ruinas subterráneas que blablabla, al final añade otro capítulo que parece la ocurrencia definitiva, y cierras el cómic y los personajes principales tienen el mismo desarrollo que al principio y es imposible tener un vínculo con ellos, ni al principio ni al final.
Chinguiz Aitmátov: Yamilia
Hace 14 horas
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