Arrojo mis apuntes:
Prosa refinada llena de destellos poéticos y pinceladas humorísticas. Una novela reflexiva con un aura espiritual muy agradable.
"Todo tiene un alma".
Parafraseo a Zorba: ¿Quién tiene razón, el que vive como si fuera inmortal o el que vive como si fuera a morir en cualquier momento?
El narrador: "actuar como si la muerte no existiera y actuar teniendo en todo momento a la muerte en la cabeza es, quizá, lo mismo".
Si te crees inmortal puedes desaprovechar el tiempo, si crees que vas a morir, no.
"La felicidad es una cosa sencilla y frugal".
Zorba es una figura dionisiaca, amante de la buena comida, el vino y las mujeres, pero con un toque espiritual teñido de carpe diem. Es un personaje cautivador, bien acompañado por el narrador.
"Y aun las ideas más grandes, si les abres la panza, ves que también son títeres, rellenos de paja, y hundido entre la paja, un resorte de hojalata".
La comida, el calor de un brasero, el cuerpo de la mujer, los olores agradables, "estos pequeños placeres corporales, tan humanos, con cuánta simplicidad y rapidez se transformaban en una gran dicha espiritual".
Sobre Zorba... "los grandes visionarios, y lo mismo los grandes poetas, lo ven todo por primera vez [...] Cada mañana ven frente a ellos un mundo nuevo; no ven un mundo nuevo, lo crean". Zorba vivía "sin la intervención deformante de la razón", por eso lo disfrutaba todo.
Zorba dice "la locura más grande es, pienso, no tener una locura".
De un libro que lee el patrón: "¡Pobre de aquel que no tenga dentro de sí la fuente de la felicidad! ¡Pobre de aquel que quiera gustar a los otros! ¡Pobre de aquel que no sienta que esta vida y la otra son una!".
Zorba: "¿cómo te salvas del diablo si no te vuelves diablo y medio?".
"Todo lo que hay de bueno en este mundo es invento de Satanás. La mujer hermosa, la primavera, el vino, son hechuras del Diablo" (hay cierta objetificación de la mujer que seguramente no agrade a algunos, pero me parece coherente con el relato).
Sobre los escritores... el narrador le pregunta a Zorba por qué no escribe "y nos explica los misterios del mundo". Y él responde que "los que viven los misterios no tienen tiempo; y los que tienen tiempo, no viven los misterios".
Zorba se ríe de la religión y de cómo cambia al ser humano. "¿Tienes fe? La astilla de una vieja puerta se transforma en la Santa Cruz, ¿no tienes fe? La Cruz entera de Cristo se transforma en una vieja puerta".
Zorba cuenta que hubo una época en la que cometió atrocidades por la patria, porque los otros eran turcos o búlgaros y añade: "después entré en razón, ahora miro a las personas y digo: éste es un buen hombre, aquél es malo. ¿Qué importa que sea búlgaro o griego? Me da lo mismo; es bueno, es malo, es lo único que ahora quiero saber. Y cuanto más viejo me hago [...] creo que comienzo a no querer saber ni eso. ¡Qué más da que sea bueno o malo! A todos los compadezco, se me desgarran las entrañas cuando veo a un ser humano, aunque finja que me importa un bledo". Todos somos hermanos y acabaremos siendo alimento para los gusanos. Y añade: "mientras exista la patria, el hombre seguirá siendo una fiera, una fiera salvaje".
Parafraseo a Zorba: ¿Quién tiene razón, el que vive como si fuera inmortal o el que vive como si fuera a morir en cualquier momento?
El narrador: "actuar como si la muerte no existiera y actuar teniendo en todo momento a la muerte en la cabeza es, quizá, lo mismo".
Si te crees inmortal puedes desaprovechar el tiempo, si crees que vas a morir, no.
"La felicidad es una cosa sencilla y frugal".
Zorba es una figura dionisiaca, amante de la buena comida, el vino y las mujeres, pero con un toque espiritual teñido de carpe diem. Es un personaje cautivador, bien acompañado por el narrador.
"Y aun las ideas más grandes, si les abres la panza, ves que también son títeres, rellenos de paja, y hundido entre la paja, un resorte de hojalata".
La comida, el calor de un brasero, el cuerpo de la mujer, los olores agradables, "estos pequeños placeres corporales, tan humanos, con cuánta simplicidad y rapidez se transformaban en una gran dicha espiritual".
Sobre Zorba... "los grandes visionarios, y lo mismo los grandes poetas, lo ven todo por primera vez [...] Cada mañana ven frente a ellos un mundo nuevo; no ven un mundo nuevo, lo crean". Zorba vivía "sin la intervención deformante de la razón", por eso lo disfrutaba todo.
Zorba dice "la locura más grande es, pienso, no tener una locura".
De un libro que lee el patrón: "¡Pobre de aquel que no tenga dentro de sí la fuente de la felicidad! ¡Pobre de aquel que quiera gustar a los otros! ¡Pobre de aquel que no sienta que esta vida y la otra son una!".
Zorba: "¿cómo te salvas del diablo si no te vuelves diablo y medio?".
"Todo lo que hay de bueno en este mundo es invento de Satanás. La mujer hermosa, la primavera, el vino, son hechuras del Diablo" (hay cierta objetificación de la mujer que seguramente no agrade a algunos, pero me parece coherente con el relato).
Sobre los escritores... el narrador le pregunta a Zorba por qué no escribe "y nos explica los misterios del mundo". Y él responde que "los que viven los misterios no tienen tiempo; y los que tienen tiempo, no viven los misterios".
Zorba se ríe de la religión y de cómo cambia al ser humano. "¿Tienes fe? La astilla de una vieja puerta se transforma en la Santa Cruz, ¿no tienes fe? La Cruz entera de Cristo se transforma en una vieja puerta".
Zorba cuenta que hubo una época en la que cometió atrocidades por la patria, porque los otros eran turcos o búlgaros y añade: "después entré en razón, ahora miro a las personas y digo: éste es un buen hombre, aquél es malo. ¿Qué importa que sea búlgaro o griego? Me da lo mismo; es bueno, es malo, es lo único que ahora quiero saber. Y cuanto más viejo me hago [...] creo que comienzo a no querer saber ni eso. ¡Qué más da que sea bueno o malo! A todos los compadezco, se me desgarran las entrañas cuando veo a un ser humano, aunque finja que me importa un bledo". Todos somos hermanos y acabaremos siendo alimento para los gusanos. Y añade: "mientras exista la patria, el hombre seguirá siendo una fiera, una fiera salvaje".
Da la sensación de que el narrador tiene un punto de vista más apolíneo y Zorba más dionisiaco.
"Sentía yo, muy fuertemente, que el vértice más alto al que puede llegar el hombre no es el Saber, ni la Virtud, ni la Bondad, ni la Victoria; sino algo distinto, más alto, más heroico y desesperado: el Miedo sagrado". Es decir, miedo a la muerte.
"Sentía yo, muy fuertemente, que el vértice más alto al que puede llegar el hombre no es el Saber, ni la Virtud, ni la Bondad, ni la Victoria; sino algo distinto, más alto, más heroico y desesperado: el Miedo sagrado". Es decir, miedo a la muerte.
Intentar analizar las experiencias con el pensamiento puede hacer que no vivas las experiencias en sí mismas.
El patrón dice que hay tres tipos de seres humanos:
1. Los que tienen como meta vivir su vida.
2. Los que "sienten que todos los hombres son uno y luchan por iluminarlos, amarlos, ayudarlos cuanto puedan".
3. Los que "se ponen como meta vivir la vida del universo; todos, seres humanos, animales, plantas, estrellas somos uno, la misma sustancia que libra una misma y terrible lucha; ¿qué lucha? Transformar la materia en espíritu.
El patrón dice que hay tres tipos de seres humanos:
1. Los que tienen como meta vivir su vida.
2. Los que "sienten que todos los hombres son uno y luchan por iluminarlos, amarlos, ayudarlos cuanto puedan".
3. Los que "se ponen como meta vivir la vida del universo; todos, seres humanos, animales, plantas, estrellas somos uno, la misma sustancia que libra una misma y terrible lucha; ¿qué lucha? Transformar la materia en espíritu.
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