Nada más acabar la lectura (en inglés) busqué en Google si la autora es poetisa y efectivamente... Esto es una novela de poeta de principio a fin, y para bien y para mal, aunque en este caso la balanza se inclina más hacia el lado positivo.
Doireann Ní Ghríofa escribe muy bien y su habilidad poética es deslumbrante. La calidad narrativa de esta obra, en general, es alta. Destacaría la sutileza con la que la autora despliega diferentes capas de simbolismos y relaciones conceptuales singulares (ejemplo: dice que lee siguiendo las frases con el dedo y relaciona el blanco que le dejó una cicatriz en el dedo con el blanco que separa a las líneas de texto).
La autora insiste en que esto es un texto femenino y se dedica a entretejer fragmentos sobre la maternidad con su preocupación por la poetisa irlandesa Eibhlín Dubh Ní Chonaill, a la que de alguna manera homenajea y saca del olvido. Cito: "[mi hija] lleva un cárdigan rosa brillante tejido por su abuela, un texto femenino en el que cada puntada es una sílaba". Historia, texto y tejido forman un vínculo generacional entre mujeres (abuela>hija>nieta / Eibhlín Dubh>Doireann).
Esta novela tiene muchas virtudes poéticas y mantiene un buen equilibrio en gran parte de su extensión (mezclando momentos líricos, generando una atmósfera oscura y siendo precisa cuando es necesario), aunque pasado el ecuador, hay algunas páginas que flaquean. Creo que el único punto negro de la obra es que Ní Ghríofa acaba obsesionándose con la biografía de la poetisa, hasta el punto de que pierde de vista el tema de la maternidad y el interés de la narración se resiente.
Hablo bien de esta obra y de la autora si digo que me dio pena el hecho de que alguien con tanto talento haya gastado tantas páginas en un recorrido genealógico (el de la poetisa del siglo 18) que no es tan interesante como los aspectos sobre la maternidad y la feminidad que se plantean.
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