Idaho viene a ser la Albacete de Estados Unidos, pero con más naturaleza salvaje y con hachas en lugar de navajas. Puede que el Estado tenga más cualidades místicas que la provincia manchega, aun así abandoné su flora y su fauna a las 144 páginas.
La autora pone sobre la mesa una prosa y un tono muy cuidados, pero también hace trampas (sigo con spoilers), porque ya desde el principio nos habla de la muerte de las hijas de Wade, pero nos oculta la información más relevante para dejarnos el misterio abierto y que sigamos leyendo. La sensación general es que la autora está escondiendo información constantemente para darle una atmósfera más oscura a la novela y para mantener cierta tensión. Eso en Idaho lo llamarían "cheap tricks" y en Albacete algo como "soltar embustes a cascoporro".
Hay que mencionar que Ruskovich presenta una situación dura con bastante tacto, pero la narración es tan lenta y está tan llena de detalles insignificantes que uno acaba aburriéndose. Además, tiene la desafortunada idea de cambiar de protagonistas en la página 90, lo que descoloca al lector y acentúa el sopor.
Hay que mencionar que Ruskovich presenta una situación dura con bastante tacto, pero la narración es tan lenta y está tan llena de detalles insignificantes que uno acaba aburriéndose. Además, tiene la desafortunada idea de cambiar de protagonistas en la página 90, lo que descoloca al lector y acentúa el sopor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario