Brooklyn de Colm Tóibín.
Grata sorpresa me he llevado con esta novela elemental que se acerca peligrosamente a los territorios del marujeo, pero que poco a poco va cogiendo fuerza. Es mérito de Tóibín que el texto se lea con facilidad y que uno no pierda las ganas de retomar la lectura en ningún momento.
No es una historia complicada y no hay demasiadas ideas en juego, pero el autor consigue que todo tenga mucha autenticidad, con una ambientación y unos personajes que están perfectamente construidos. La narración es precisa y fluye armónicamente y hay suficientes incidentes para satisfacer hasta al lector más inquieto y hambriento de estímulos.
El realismo socialista
Hace 1 hora
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