Yo serví al rey de Inglaterra de Bohumil Hrabal.
Las andanzas de un camarero checo durante el nazismo sirven a Hrabal para demostrar la calidad de su prosa. Y para poco más. Esto es un ejercicio de estilo mayormente insustancial que salta de una anécdota a otra con algo de humor pero sin profundizar demasiado en los personajes y las situaciones. La verdad es que esperaba mucho más de un escritor que me deleitó con Una soledad demasiado ruidosa (aquí) y con Trenes rigurosamente vigilados (aquí). Sí que es cierto que la historia mejora cuando se conecta directamente con la Segunda Guerra Mundial y el nazismo, pero no lo suficiente como para elevar a todo el conjunto.
Solvej Balle: El volumen del tiempo II
Hace 8 horas
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