Lo que empieza con visos de obra maestra absoluta acaba diluyéndose en las últimas 100 páginas, pero eso no impide que sea una obra maestra igualmente (le pongo 4 estrellas en lugar de 5).
Jonathan Franzen ha elaborado un retrato de una familia que pocos lectores olvidarán con facilidad. La novela está centrada casi exclusivamente en los personajes y como debe ser en estos casos, estos están perfectamente desarrollados. Acompaña una prosa exquisita, con multitud de destellos y observaciones agudas e inteligentes, unos diálogos creíbles y un humor que suele funcionar y que no duda en introducir algún toque picantón.
En general, el problema de este tipo de novelas es que suelen quedarse huérfanas de ideas, no hay brújula que marque el norte, no hay un concepto sobre el que gire todo, y eso es lo que sucede aquí. Hay alguna crítica tímida al capitalismo, está el tema de las correcciones, algún contraste entre el Medio Oeste y el este, pero nada que se desarrolle al mismo nivel que los personajes y resulte memorable.
Quizá por eso se deshinche al final, porque no hay eyaculación conceptual, no hay orgasmo ideológico. Nace con los personajes y muere junto a ellos, para bien y para mal. Y la idea que debería dar solidez al conjunto, las correcciones, está poco trabajada. No obstante, aunque no tenga una gran idea detrás, la novela se disfruta igualmente y un lector que le dé menos importancia a las ideas no echará en falta nada.
Y las correcciones se refieren a (spoilers a continuación):
1. Los cambios que tiene que hacer Chip en el guion.
2. El invento de Axon que cerraría las cárceles (centros de corrección), ya que cambiaría la conducta de las personas.
3. Las correcciones como labor de un padre; el tercer hijo de Alfred podría servir para corregir defectos paternales en la crianza de sus hijos.
4. Mejorar nuestras ideas y nuestros sentimientos.
5. Los vuelcos del mercado, cambios en la bolsa.
6. Correcciones de los ingenieros de señalización.
7. Los cambios que ha intentado Enid en el carácter de Alfred a lo largo de los años, pero que no han servido para mucho. Aunque ella, a sus 75 años, como refleja el final del libro, sí que está dispuesta a hacer las correcciones necesarias en su vida.
2. El invento de Axon que cerraría las cárceles (centros de corrección), ya que cambiaría la conducta de las personas.
3. Las correcciones como labor de un padre; el tercer hijo de Alfred podría servir para corregir defectos paternales en la crianza de sus hijos.
4. Mejorar nuestras ideas y nuestros sentimientos.
5. Los vuelcos del mercado, cambios en la bolsa.
6. Correcciones de los ingenieros de señalización.
7. Los cambios que ha intentado Enid en el carácter de Alfred a lo largo de los años, pero que no han servido para mucho. Aunque ella, a sus 75 años, como refleja el final del libro, sí que está dispuesta a hacer las correcciones necesarias en su vida.
Apuntes:
- Interesante que Franzen use la filosofía de Schopenhauer, pesimista, centrada en el sufrimiento, para representar la personalidad de Alfred. Este último llega a decir que la vida está hecha para sufrir.
- Sugerente observación con corrientes semióticas: que Alfred sea un individuo ejemplar podría ser una cosa de sentimientos, de percepción, no algo real. Y si no es real, eso da paso a la soledad.
- Faltan más partes de Chip, sus aventuras por Lituania se han relegado al final de la novela.
- Sugerente observación con corrientes semióticas: que Alfred sea un individuo ejemplar podría ser una cosa de sentimientos, de percepción, no algo real. Y si no es real, eso da paso a la soledad.
- Faltan más partes de Chip, sus aventuras por Lituania se han relegado al final de la novela.
Hola, soy tu comentarista procapitalista favorito (por cierto, ¿por qué no comenta nadie más? Tu blog está muy bien!)
ResponderEliminarCon Franzen no vamos a discutir, es mi novelista vivo favorito. Su novelas son como dices, no pretende venderte sus ideas personales, te presenta unos personajes cuyas relaciones se desarrollan durante décadas y eres tú el que reflexiona sobre ellos (por cierto ¿cómo hará para no perderse con tanto personaje y tanto cambio en la línea temporal de la narración?) No sé si has leído el resto de sus novelas, mi favorita es Libertad, aunque es una novela menos coral, prácticamente solo un triángulo amoroso que se dilata toda una vida. Pureza incorpora ciertos elementos de novela de intriga que no le sienta mal a su estilo. Y actualmente estoy leyendo la que acaba de editar, Encrucijadas, es como Correcciones la historia de una familia, aunque menos dilatada en el tiempo, más centrada en unos días concretos, de momento me parece algo más floja que las demás, a ver si remonta. Saludos
Hola :)
EliminarTe agradezco el comentario. Hace unos años comentaba más gente en el blog, pero lo dejé por un tiempo y perdió impulso. Tampoco es algo que me importe.
Es la primera que leo de Franzen. Tengo la de "Freedom" en inglés esperándome en la estantería. Pero tengo otras tantas en la lista de espera.
Un saludo.