Claudio Magris recorre el Danubio y nos lleva de la mano introduciendo anécdotas, reflexiones y digresiones históricas, todas ellas desencadenadas por el territorio que vamos atravesando alrededor del río. La ambivalencia es lo que define a este ensayo: a veces sientes que estás ante una obra maestra y otras veces ante una lección de historia algo pesada. No obstante, la prosa de Magris es tan poética y evocadora y su visión es tan afilada, que los atributos positivos suelen salir victoriosos.
Destacaría el cruce conceptual que se produce al mezclar el río con las conexiones entre presente y pasado que establece Magris, especialmente desde el punto de vista de que el agua del río nunca es la misma (el tiempo sigue su curso), pero el río lo identificamos siempre como lo mismo (los capítulos históricos y las vivencias del pasado se quedan grabadas, aunque sea en la memoria o en el papel). El propio autor hace algún guiño a esta idea.
En general, plantea ideas interesantes sobre el tiempo y el espacio, despliega reflexiones agudas sobre Europa y sus diferentes culturas y tiene pasajes verdaderamente maravillosos, dignos de la mejor ficción. Aunque el contenido se apoya principalmente en el pasado (información detenida en el tiempo), su estructura formada por capítulos breves consigue transmitir el dinamismo de un viaje y te sumerge por completo en los diferentes aspectos de las regiones que transita. Bastante enriquecedor.
*Apunté el capítulo "Entre los otros vieneses", página 167, como uno de los mejores.
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