16 de marzo de 2015

Comida sin especias

Especies de espacios de Georges Perec.

No veo la genialidad, es más, me sobrecoge la vacuidad de sus gestos. Chistes sin gracia, reflexiones vacías, jueguitos con las palabras, enumeraciones innecesarias... Intenta hablar del espacio y su excusa es que hay que "obligarse a escribir sobre lo que no tiene interés, lo que es más evidente" para que lo común parezca extraño. Así, se lía a enumerar infinidad de lugares y decir obviedades tipo "El mundo es grande. Los aviones lo surcan en todas direcciones todo el tiempo". Es difícil obtener respuestas interesantes cuando las preguntas que se plantean son tan superficiales. Parece el cuaderno de un niño que ha empezado a escribir lo primero que se le ha ocurrido sobre su ciudad, su habitación, el campo... En las últimas páginas el colegial deja entrever sus motivos diciendo algo así como que el espacio es deformado por el tiempo y la escritura es lo que permite retenerlo, generando un espacio estático. Nada nuevo bajo la lámpara del cuarto.
Publicado por condonumbilical
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3 comentarios:

  1. Anónimo25 de marzo de 2015, 21:49

    Buenas noches condonumbilical, he leído la referencia de "Comida sin especies" de Perec y me ha sorprendido sus comentarios teniendo en cuenta que también conoce "Un hombre que duerme" No conozco la "comida sin especies" pero sí que leí "La vida-instrucciones de uso" obra que me pareció formidable no solo por su estructura tan singular, sino por frases como esta...- La habitación contiene en una esquina una jaula que encierra un pájaro.- y es que ser tan sutil y elegante para hacernos ver la cruel función que tiene una jaula merece toda mi admiración y dice muchísimo de la sensibilidad que el escritor esconde en su depurado, distante y aparentemente frío estilo. Es solo un pequeño ejemplo, por supuesto. Saludos.

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  2. Anónimo4 de abril de 2015, 20:57

    La impresión sobre las reflexiones de un escritor contenidas en un libro es un asunto sumamente subjetivo, y como he podido comprobar a través de mi propia experiencia lectora, no sólo depende de cómo escribe el autor, sino también de lo dispuestos que estemos nosotros en seguirle el juego, en aceptar las reglas con que juega en su terreno. Sí, visto desde una perspectiva las cosas que menciona Perec son evidentes; "el mundo es la mar de grande y le surcan un porrón de aviones", vale, eso ya se sabe, sin embargo la desnudez de sus palabras, la sencillez con que lo expone sin caer en la estupidez hace que se produzca un "click" en el cerebro de quienes leen la sentencia. Eso es al menos lo que me ha pasado a mi con Perec y con el "Hombre que duerme", te maravillas de lo sencillo que se ve, de lo fácil que parece, de lo bonito que queda y que suena...de lo difícil que es tratar de hacerlo tú mismo. Francamente no creo que haya nadie que enumere y describa las cosas sencillas como lo hace este autor. Francamente no creo que haya nadie que se preocupe por ellas como lo hace Perec, puede que sea porque son tan evidentes que no merecen la pena ser contadas o simplemente porque es difícil contar algo partiendo desde donde no hay nada, sólo una mesa, un avión, una nube. En todo caso su empeño no carece de mérito (ya sea que nos gusta más o menos el resultado), porque el arte, el arte en general, suele coger elementos sencillos de la vida cotidiana y transformarlos haciéndonos cambiar la óptica que tenemos de ellos. Tal vez Perec entendía de esa manera los elementos de la vida cotidiana y se valía de ellos para transformarlos y hacernos ver cosas donde en principio, al menos en apariencia, no hay nada. Sin embargo está claro, te gusta o no te gusta y ya ta. Saludos.

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    1. condonumbilical22 de abril de 2015, 12:03

      Entiendo que se puedan utilizar diferentes recursos (metonimia, metáfora, alegoría...) para presentar nuevos puntos de vista sobre la realidad, pero las enumeraciones son tan elementales y cotidianas que no funcionan para resaltar el componente especial de la realidad. Por lo menos a mí esas enumeraciones no me transmiten lo mismo que a ti.

      Por poner un contraejemplo, sí me parece consecuente lo que hacen Baudelaire o los poetas simbolistas para resaltar aspectos ocultos de la realidad. Lo veo como lo opuesto a Perec, y en mi opinión, lo que hace Perec es lo fácil, acumular cotidianidad nombrando una serie de elementos, pero sin lograr ese extrañamiento que se necesita para obtener una nueva perspectiva.

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