La lección de música
de Pascal Quignard.
Suma de párrafos que relacionan de forma poética la música
con la "muda" (así viene en la traducción), esta última asociada con el cambio
de voz, el paso de la adolescencia a la madurez, la sexualidad (virginidad y
castración), etc. Es un texto más ensayístico que narrativo (semejanzas con
Cioran). La novela cumple, pero no me parece nada del otro mundo. A veces
resulta irritante, pues intenta ser tan poéticamente intelectual que cae en la
ambigüedad petulante: "todas las creaciones humanas más pretenciosas están
subordinadas al elemento mínimo de un recitado, de una predación que se
recrimina a sí misma el apetito de cierto sentido, de cierta presa, su visión, la
emoción primera de motilidad, la captura" (hay que releer varias veces para
intentar entender algo). Además, la última parte de la novela parece un añadido
(cambia el contexto, el tono, el estilo...) y descompensa la estructura general. Mucho
énfasis en el componente poético (con algunas pinceladas interesantes), pero poca consistencia global, tanto a nivel estructural como contentual (me invento la palabra).
Quignard supuso para mí, una rotunda decepción. Prosa sonajero llevada al límite. Pero sonajero de plástico rosa y con cenefa de ovejitas. julian bluff
ResponderEliminarMe recuerda a Bufalino y Michon, pero menos exagerado estéticamente y más ambiguo.
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