15 de mayo de 2014

So-hez

Última salida para Brooklyn de Hubert Selby Jr.

Cabrón, tetas, whisky, qué guapo el buga, jodido maricón, burdel, hijoputa, te rajo, etc. Buque insignia de la vulgaridad, aguanté 40 páginas antes de chocarme contra el iceberg de la sensibilidad estética. Un libro que saca pecho por retratar los bajos fondos neoyorquinos: catedral de la palabrota, mausoleo del garrotazo vikingo. Detrás de la excentricidad, la navaja y la palabra malsonante podríamos rescatar, de refilón, el estilo, que de alguna manera es ágil. Que esta novela tenga la etiqueta de "uno de los libros más míticos de la literatura norteamericana" no es sino un canto al mal gusto, o en el lenguaje de nuestros amigos brooklynianos, una puñalada trapera.

8 comentarios:

  1. Odio los libros repletos de palabras malsonantes, sin justificación. Una cosa es que cierto personaje se exprese de esa manera, y siempre que resulte creíble, puede estar bien. La exageración es lo peor.

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    1. Intenta caracterizar a los personajes a través de la vulgaridad. Sin justificación no es, pero no me parece sutil.

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  2. ¡Vaya, y yo que tenía muchas ganas de leerlo! A partir de ahora, cuando alguien me recomiende un libro con una frase como esta: "uno de los libros más míticos de la literatura...", me lo pensaré dos veces.

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  3. Yo a Hubert Selby Jr. lo tengo en la lista de 'pendientes'. De momento no me he decidido por ninguno de sus libros, éste ya lo tiene difícil

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    1. Pues tengo entendido que éste es el mejor...

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    2. Me matas, ¿en serio? Le había echado el ojo a 'El Demonio'...

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    3. No sé, lo mismo hay otros que están bien.

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