Portada desafortunada (remarca lo juvenil con una estética dudosa). Estilo bien, fresquito, fluye. La
prosa carece (una vez más, sobre todo entre los jóvenes) de imágenes y metáforas
potentes (no es capaz de presentar la realidad de otra forma). También falta
léxico, variedad de términos. Hay muchos momentos en los que resulta poco literario, muy coloquial,
muy entre colegas, y eso transmite un aroma infantil/juvenil que no creo que
ningún escritor desee para su obra (aunque la autora tenía 21 años y en parte es normal). Al
traspasar la mitad es difícil no dejar la lectura porque tanto la estructura como el contenido empiezan a hacerse repetitivos: grupos de música + el diálogo del bar + artículos chulis +
algo sobre la particularidad del protagonista. Aquí no ha conseguido gran cosa, pero no digo yo que con 10 años más la
autora no pueda hacer algo bueno. Tiene estilo y asoman algunas ideas interesantes.
Con un poco más de variedad en el desarrollo, con más léxico y algo más de profundidad,
podría ser.
Anora
Hace 2 horas
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