Lo primero que aparece es una introducción aclaratoria sobre
el objetivo del libro (aquí empiezan las arcadas). Pregunta: ¿qué autor necesita
escribir una introducción explicando lo que ha hecho en el libro? Respuesta:
uno que no está seguro de la efectividad de su obra. Y es que sin la
introducción a ver quién es el listo que ve algo de lo que se explica ahí. Es
cierto que se perciben algunas pinceladas, vale, pero ni mucho menos tienen la
carga que se quiere atribuir en la introducción. Resumiendo: el texto es
incapaz de transmitir lo que el autor quería así que le mete una introducción
cargando el texto de más significado del que realmente alcanza por sí mismo.
Sigamos. La mirada por encima del hombro no falta. Aquí tenemos al señor
Calvino aleccionando: "Para leer bien tú debes registrar tanto el efecto
zumbido cuanto el efecto intención oculta, que aún no estás en condiciones (y
yo tampoco) de captar. Al leer debes pues mantenerte a un tiempo distraído y
atentísimo". Fíjense cómo mete el paréntesis para que el lector no se sienta
inferior. Bien hecho, listillo. Bueno, pues eso, a lo
largo de la obra va explicando lo que hace y lo que se requiere del lector,
porque para el señor Calvino todo lector es retrasado mental. Su gran problema
es que no sabe ocultar la información y se ve obligado a dirigirse directamente
al lector, en vez de incluir el contenido metanarrativo de forma sutil, lo hace
de forma explícita. ¿Y qué nos queda?, una novela tosca, basta, muy racional, con
muchos círculos explicando lo que hace y lo que deja de hacer... el aburrimiento
es máximo. La idea según se plantea en la introducción suena bien, pero
luego empiezas a leer y no es lo mismo. Un libro que te hace parecer idiota y además te deja frío.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 6 horas
Más que una novela, serían muchos inicios de novela, o relatos, si se quiere, ¿no? Yo reconozco que la empecé pero la dejé a mitad, me estaba gustando en general, aunque algunos pasajes se me hacían demasiado aburridos. La idea es sumamente interesante, un volver a empezar y volver a empezar y....
ResponderEliminarLa idea es interesante, otra cosa es que haya sabido plasmarla de forma adecuada en el texto.
EliminarHombre, claro, tendrías que haberle indicado cómo plasmar esa idea interesante tú.
EliminarSi es que no provocas más arcadas porque es imposible.
Calvino siempre deja esa desazón... qué pena.
ResponderEliminarSí, me pasó algo parecido con "Tiempo cero".
EliminarDe Calvino, sí que he leído algo y estoy totalmente de acuerdo con usted. Un protésico literario -igual que existen los protésicos dentales- de la literatura. Está bien, como tantas veces, que se haya atrevido usted a decirlo. Let's go!.
ResponderEliminarSí, un cuerpo de naturaleza quística en el organismo literario.
EliminarOtro gilipollas frustrado con la picha corta.
EliminarMe refería al bluff cuando hablaba de pichas breves, tan breves como los cerebros de sus dueños.
EliminarMr. Condon
ResponderEliminarNo me he sabido explicar. Me estaba refiriendo al profesional técnico que le prepara los implantes al dentista. Su labor es necesaria, pero no debemos perder de vista que se trata de alguien que trabaja con materiales y no con los pacientes ;-)
Así sí. Estoy de acuerdo.
EliminarQue hayas dedicado gran parte de tu opinión a hablar de la introducción, dice mucho del libro. Que no es gran cosa, básicamente.
ResponderEliminarSin la introducción la novela pierde contenido.
EliminarCalvino sólo escribe aceptablemente cuando trata de imitar a Borges. Un caso triste donde los haya.
ResponderEliminarLa verdad es que ambos autores tienen cosas en común. Ninguno de los dos me entusiasma.
EliminarNo hay espectáculo más terrible que la ignorancia en acción. (Goethe)
ResponderEliminarTú sí que provocas arcadas, anormal de manual. Pero qué osadía la tuya... Me encantaría creer que el mecanismo que mueve este puto blog es la envidia, pero para sentir envidia por estos grandes primero deberías entender de qué hablan, qué cuentan, la maestría con la que narran. En fin, que no, que la envidia no, así que debe de ser la necedad, la estulticia.
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