8 de agosto de 2013

No te olvides del relleno

La fábrica de sedas de Tash Aw.
 
Contenido político. Estilo parsimonioso, no escribe mal, escribe lento. Lo que cuenta se hace un poco cansino, sobre todo porque no sabe medir su discurso. Un ejemplo: "El mitin se celebró en una amplia cabaña de madera, en la margen occidental de la plantación Lee, cercana a Kuah. La ingobernable maleza de la selva había progresado entre las hileras de árboles del caucho y era difícil ver los senderos que conducían a la cabaña. No era un lugar confortable. Muchos años atrás había servido para almacenar láminas de látex, pero quedaba muy lejos del núcleo administrativo de la plantación, y ahora, abandonada tiempo atrás por los dueños de la finca, era utilizada como lugar no muy secreto de reunión por jóvenes de la localidad, que se dedicaban a beber aguardiente y samsu". Todo eso para decir que hay un mitin en una cabaña abandonada. Cuenta más cosas de las necesarias, incluso hay cierta redundancia temporal. Es una exposición que tiene más contenido irrelevante que relevante, y es así todo el libro. Un lector amante de la descripción podría apreciarlo, pero ese lector tendría que aceptar la irrelevancia que acompaña a ese exceso narrativo. Personalmente lo aceptaría si me aportara algo a nivel estético, pero no es el caso. Porque algo puede estar bien escrito, pero si sobran tantas palabras...

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