Soporté 30 y pico páginas. Si algo tiene este libro es la
capacidad de hacerte sentir que estás viendo una película de serie B, que se ha
intentado hacer A, pero no ha podido ser. Te empieza hablando de fútbol y de
zonas de Madrid (muy empático) y te bombardea con nombres propios y temas históricos que
personalmente no me interesan nada. Luego te das cuenta de que Madrid es como
Venecia, las calles son acuáticas. Muy bien, gran idea, mi pregunta: ¿cómo es
posible que el libro trate ser algo cercano a la ciencia ficción y parezca tan
antiguo? Remarco con tono más crítico: no se puede plantear un libro que quiere
ser ciencia ficción a través de un estilo y una prosa que resultan antiguas, y
menos si gran parte del contenido es de carácter histórico, por no mencionar
que todo está salpimentado con un toque de novela negra. ¿A lo mejor ahí está
la gracia? Puede ser, pero a mi paladar no intentes darle amargo, agrio, dulce
y salado al mismo tiempo de una manera tan poco elaborada porque lo va a
escupir. Está claro que el autor quiere hacer un popurrí de novela negra, ciencia
ficción, historia... y no funciona, no encuentro los motivos detrás de eso, y el estilo no acompaña.
Bueno, sí hay motivos, supongo que el autor busca ser original, hacer algo nuevo, pero no creo que mezclar géneros sea algo que en sí mismo se pueda considerar moderno o innovador.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 5 horas
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