4 de agosto de 2013

¡Aleluya!

Andanzas del impresor Zollinger de Pablo d'Ors.

¡Y digo aleluya! Tiene que venir un sacerdote a sacar las castañas del fuego. Porque la literatura española no sería fuego, sería fogata si no fuera por libros como éstos. Historia que crece como un árbol, prosa que fluye como un río. Muy natural. Muy sutil. Muy emotivo. Sin alardes. Sin pretensiones. Una mezcla de Hrabal y Handke. Parece más literatura de Europa oriental que de España (y es preocupante que así sea, pero ése es otro tema). Al grano. Protagonista que quiere ser impresor pero se ve obligado a ir saltando de oficio en oficio (estructura lineal llamativa). Y es tanta su calidad humana que allí donde trabaja lo hace bien y establece relaciones significativas. Y va descubriendo que puede ser feliz en cualquier oficio y que no hay ninguna labor que sea más importante que otra. Y vive situaciones extrañas pero cargadas de emoción y significado. Y es un ser íntegro porque disfruta de sus sentidos y presta atención al mundo que le rodea. Y sus recuerdos pueden ser dolorosos y puede sentir melancolía, pero la vida sigue. Y así el autor resalta el valor de la humildad, de aceptar los tempos que marca la vida y la importancia de tener una visión positiva, ya que tarde o temprano, si estamos en armonía con el entorno, el tiempo hace que el viento sople a nuestro favor. Más detalles... El protagonista quiere ser impresor y su vida se nos presenta ya imprimida. Se llama August Zollinger, de la A a la Z, el alfabeto, como si un destino relacionado con las letras estuviera ya marcado para él, sin olvidar la referencia al universo, de la A a la Z, el todo. Cuando trabaja con trenes se remarca el destino; cuando trabaja en el ejército se enfatiza su melancolía, el pasado; cuando está en el bosque se subraya la vida del ermitaño, en armonía con la naturaleza; cuando trabaja poniendo sellos cuestiona la autenticidad y el verdadero valor de las cosas y cómo se puede amar una rutina; cuando trabaja de zapatero resalta el camino recorrido y el porvenir, pasado y futuro, de hecho, Zollinger hace fortuna abrillantando zapatos, porque es un especialista en recorrer el camino de la mejor forma posible. Es preocupante que uno de los mejores libros que he leído de un escritor español no parezca literatura española. Reflexionemos. También es preocupante que el libro no sea tan conocido. Reflexionemos.

10 comentarios:

  1. Aquí siempre por siempre, han sido los sacerdotes: Ramón Llull, Luis de León, Juan de la Cruz, Lope de Vega, Góngora, Gracíán... y otros que como si lo seriesen: Garcilaso, Balmes, Gabriel Miró, Salvador Dalí ("in excelsis deo") los que han mantenido a flote nuestra literatura. Tal y como, por otra parte, resulta obligado en este país animista, fatalista, eminentemente católico, rabiosamente ecuménico e infinitisalmente sacramental. Palabra de julian bluff.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los valores espirituales del autor resuenan en la obra y eso la hace especial. Como es la persona, así es el libro.

      Eliminar
    2. Eso que dices es una verdad como un templo. Tanto que no se me ocurre a bote pronto ni una sola novela de entre las grandes, en la que personalidad del autor aparezca desvinculada -menos aún, sometidos sus propios rasgos definitorios a examen para terminar siendo reprobados- del contenido (y las formas) del texto.

      Eliminar
  2. ¡Hombre! Por fin un libro por el que condonumbilical y Mike & Libros comparten alabanzas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hasta los relojes estropeados dan la hora correcta dos veces al día :)

      Eliminar
  3. Ocho euros me gasté ayer por culpa, condon. Ocho. Ya lo empecé. De momento muy bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El título es completamente Walseriano. Ya nos contarás en profundidad en tu blog, me imagino, a modo de complemento de lo que concisamente, como viene siendo habitual, se testifica en este por su dueño (Aunque con una fonética similar sea un apellido inglés, me cuesta llamarle a un tío, condón; sinceramente).

      Eliminar
    2. 8 euros está bien, creo que los merece.

      Concisamente pero no por ello con menor profundidad. Precisamente de lo que pecan todos los blogs es de verborrea insustancial.

      http://es.wikipedia.org/wiki/Bill_Condon

      Eliminar
    3. ¡Coño, ya lo sé! Eso resulta tan palmario que no hace falta que lo proclames. Item más, diría, que precisamente ese comentario que has hecho, puntualizándome, es justo de lo poco superfluo que aparece por tu blog.

      Un abrazo!

      Eliminar
  4. Es cierto que esta novela (o cuento largo) tiene cierto encanto, pero no tanto como le atribuye la reseña que me parece muy exagerada. Por cierto, enhorabuena por la página.

    ResponderEliminar