No es país para viejos de Cormac McCarthy.
Un señor va al desierto y se encuentra un montón de dinero en los restos de un tiroteo entre traficantes. Un asesino es contratado para buscarle. Y así sucede.
Las primeras páginas son muy pesadas, demasiado descriptivas, pero si aguantas el tipo, más tarde encuentras un ritmo narrativo muy bueno (no sé si estará hecho conscientemente lo de ser un peñazo al principio). El texto alterna entre monólogos y el flujo principal, con un énfasis subliminal en el azar. Dentro de la acción parece que el asesino es la personificación de la muerte, la fatalidad. Es una lectura sencilla pero que encierra cierta oscuridad que escapa al entendimiento, como si algo quedara inconexo. Todos sabemos que si eres viejo es porque el azar no te ha matado todavía.
Historias patagónicas. Falsa calma, María Sonia Cristoff
Hace 18 horas
Me alegro de que te guste mi música.:)
ResponderEliminarY no sé qué será lo que me mate...
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