3 de octubre de 2025

El informe del prisionero n.° 119.104

El hombre en busca de sentido
de Viktor Frankl.

Segunda lectura. En la primera me deslumbró (también por las circunstancias en las que encontré el libro, tirado en el suelo cuando perseguía a la luna una noche en la que yo mismo buscaba sentido). Esta segunda vez no me ha parecido tan brillante, pero sí una lectura imprescindible.

El libro intenta responder la pregunta: "¿Cómo se veía afectada la psicología del prisionero por el día a día en un campo de concentración?".

"Pasados los primeros días se observaban las cámaras de gas con un horror atenuado: a fin de cuentas, le ahorraban a uno la decisión de suicidarse".

A los que cojeaban o estaban enfermos les llamaban musulmanes porque recordaban a los árabes por su inclinación cuando rezan.

La primera fase, la del internamiento, se caracteriza por el shock.

La segunda fase desata una apatía que lleva al prisionero a "una especie de muerte emocional". Se contradice un poco, porque más adelante afirma que "la tortura interior se intensificaba con sensaciones más dolorosas que el prisionero intentaba apaciguar. La principal era la intensa añoranza del hogar y la familia".

Un compañero estaba teniendo una pesadilla y "como siempre me han conmovido las personas que sufren pesadillas angustiosas, quise despertarlo. Estaba a punto de hacerlo cuando de repente retiré la mano, asustado por lo que iba a hacer. En aquel momento comprendí, con toda crudeza, que ningún sueño, por horrible que fuera, podía ser peor que la realidad del Lager a la que cruelmente iba a devolverlo".

"La supervivencia absorbía la personalidad hasta provocar un torbellino mental que ponía en duda la jerarquía de valores que había sostenido al prisionero antes del internamiento. Influido por un entorno que no reconocía la vida y la dignidad humanas, que despojaba al hombre de voluntad y lo reducía a 'carne de exterminio' [...] la persona acababa por perder sus principios morales".

Cometí el error de leer hace poco Si esto es un hombre (aquí) y en la cercanía, este libro sale perdiendo. Es más racional, aunque no menos valioso. El libro de Levi tiene un equilibrio magistral entre racionalidad y emotividad.

Se pregunta si el hombre puede ser libre en un entorno tan opresivo y negativo. Dice que sí y cita a Dostoyevski: "Solo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos" (una de mis frases favoritas). Si la persona está a la altura puede convertir el sufrimiento en algo transformador que le dé impulso.

Fragmento revelador: "La actitud con la que un hombre acepta su destino y el sufrimiento que este conlleva, la forma en que carga con su cruz, comporta la singular coyuntura 
incluso en circunstancias muy adversas de dotar de sentido profundo a su vida. Puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad o, arrastrado en la amarga lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y actuar como un animal, como sucede con los prisioneros de los campos. En esa decisión reside la oportunidad de atesorar o despreciar los valores morales que su dolorosa situación y su duro destino le brindan para su enriquecimiento interior. Y eso determina si será o no digno de sus sufrimientos".

Aprovechar el sufrimiento para lograr una madurez interior demuestra que "la libertad interior puede elevar al hombre por encima de un destino adverso".

"La observación psicológica de los prisioneros ha demostrado que el que sucumbía a las influencias degradantes del Lager era quien ya previamente se había abandonado en el nivel espiritual y humano, quien ya no poseía amparo moral".

La clave de la experiencia en el Lager era convertirla en una victoria, transformarla en un triunfo interior.

Tercera fase: después de la liberación.

"Habíamos perdido la capacidad de sentir alegría y teníamos que volver a aprenderla lentamente".

La libertad parecía un sueño, algo irreal.

La ruptura brusca de la tensión psicológica vivida en el campo era peligrosa.

"Se necesitaba tiempo y paciencia para que estos hombres aceptasen la lisa y llana verdad de que nadie tiene derecho a hacer el mal, aunque se haya sufrido una atroz injusticia".

Capítulo final sobre la logoterapia:
"De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivadora del hombre es la lucha por encontrar un sentido a su vida".

La función de la logoterapia es "ayudar al paciente a encontrar el sentido de su vida".

"Lo que el hombre necesita no es vivir sin tensión, sino esforzarse y luchar por una meta que merezca la pena. vivir sin tensión a cualquier precio no es un proceder psicohigiénico; beneficia más sentir el apremio de un deber o la urgencia de una misión por cumplir".

"La logoterapia intenta que el paciente tome plena conciencia de su responsabilidad personal", es responsable del sentido de su vida.

"El hombre está dispuesto a aceptar el sufrimiento, si el sufrimiento tiene sentido. Pero quisiera dejar bien claro que el sufrimiento no es necesario para otorgar sentido a la vida".

Cree que hay que sustituir la "hiperintención" (concentración extrema en que algo suceda) y la ansiedad anticipatoria (ej: el miedo a sudar te genera ansiedad que te hace sudar) por la "intención paradójica" (hacer lo contrario). El insomne que se centra en dormir no duerme. La intención paradójica sería intentar no dormir para solucionar el insomnio.

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