La uruguaya de Pedro Mairal.
Estilo expeditivo, ágil, voraz en expresión y en su toma de contacto con los suelos que pisa el protagonista, aunque las enumeraciones son excesivas y muchas sobran, mucha coma, se producen atascos y mis ojos acaban saltándose los semáforos, "sonreía, me mantenía la mirada, giraba y me volvía a mirar, enganchados con los ojos, y la fuerza que tenía, la fuerza en las manos" etc., eso no quiere decir que me haya saltado páginas, ni mucho menos, las escasas gotitas de perfume embriagador que Mairal arroja al texto, y que a veces se manifiestan como rozaduras agradables que no llegan a dejar la piel en carne viva, no son suficiente para elevar una historia tan lisa, tan plana, tantas veces vista, tan común y corriente, tan...
Jesús Moncada: Camino de sirga
Hace 5 horas
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