Libro fascinante principalmente por cómo chisporrotea la imaginación del autor y cómo la luz y el fuego del proceso se quedan grabados en el papel.
Sigo con spoilers...
1ª parte:
En un sanatorio quieren llevar a cabo un experimento disparatado: convencer a los que están a punto de morir para que "donen su cuerpo a la ciencia" con el fin de guillotinarlos para averiguar cosas sobre la muerte, pues se supone que una cabeza decapitada sigue con vida durante nueve segundos.
La premisa es killer y Larraquy está a la altura, ofreciendo una prosa de calidad para desarrollar la historia con mucho ingenio y unos destellos cómicos que varias veces consiguieron que me riera a carcajadas. Posiblemente sea uno de los libros más graciosos que he leído últimamente.
En un sanatorio quieren llevar a cabo un experimento disparatado: convencer a los que están a punto de morir para que "donen su cuerpo a la ciencia" con el fin de guillotinarlos para averiguar cosas sobre la muerte, pues se supone que una cabeza decapitada sigue con vida durante nueve segundos.
La premisa es killer y Larraquy está a la altura, ofreciendo una prosa de calidad para desarrollar la historia con mucho ingenio y unos destellos cómicos que varias veces consiguieron que me riera a carcajadas. Posiblemente sea uno de los libros más graciosos que he leído últimamente.
Resulta que la comemadre es una planta de Tierra del Fuego que produce larvas animales que "tienen la función de devorar al vegetal hasta resecarlo por completo. Los restos se dispersan y fecundan la tierra, donde se reanuda el proceso [...] Si se extraen las larvas en condiciones de laboratorio, el vegetal crece hasta que no puede sostener su propio peso, y muere sin reproducirse". La usan los granjeros para deshacerse de las plagas, ya que mata a las ratas que ingieren sus larvas (se las comen hasta el hueso). Uno de los médicos quiere usarlas para deshacerse de los cuerpos guillotinados.
Larraquy establece una división entre cuerpo y cabeza que funciona a nivel literal y metafórico. La cabeza (la dimensión racional del ser humano) cree que puede hallar algo trascendental cortando cabezas. Lo gracioso es que la literalidad de la cabeza cortada (el hecho físico) acaba guillotinando metafóricamente las cabezas de los investigadores (destruyendo sus pesquisas racionales) y subrayando el absurdo de las mismas.
2ª parte:
Se sitúa en una época posterior y se centra en un artista, niño prodigio, que usa la comemadre para una instalación en la que un individuo deja que su pierna sea devorada por las larvas. He de decir que esta parte es menos cautivadora que la primera, aunque no está mal.
2ª parte:
Se sitúa en una época posterior y se centra en un artista, niño prodigio, que usa la comemadre para una instalación en la que un individuo deja que su pierna sea devorada por las larvas. He de decir que esta parte es menos cautivadora que la primera, aunque no está mal.
Además de por la comemadre, esta parte se conecta con la primera a través de la mención de un bebé de dos cabezas (la novela tiene dos cabezas claramente diferenciadas). Al final habla la cabeza independiente, que tiene vida propia aparte del cuerpo, y dice que le gustaría matar a la otra cabeza y al cuerpo "para percibir el mundo exclusivamente desde mí".
Observaciones indefinidas:
- Podríamos afirmar que en ambas partes se sacrifica una parte del cuerpo para fines científicos o artísticos. En el primer caso, el problema es que si te quitan la cabeza pierdes la vida.
- El autor nos viene a decir que la razón tiene poco que ver con el cuerpo. La percepción exclusiva desde la cabeza, desde la razón, nunca va a dar una visión íntegra o veraz de la experiencia.
- El ser humano se aniquila a sí mismo para prosperar.
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