Peregrino transparente de Juan Cárdenas.
La contraportada asegura que estamos ante "una novela imponente e hipnótica", pero esto más bien parece una lección de historia cuya capacidad para cautivar al lector se mide en galones de bostezos (que me ayuden a contar Bruce Willis y Samuel L. Jackson). Le dediqué unas 40 páginas de espiraciones disconformes y llegué a la conclusión de que esta obra sólo podría resultar atractiva con transparencias.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 3 horas
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