Un estudiante mexicano va a viajar a Barcelona para un doctorado y justo antes de irse, su primo le mete en un lío con una organización criminal. Entro a machete en spoilers...
Villalobos plantea una novela metaficcional que está constantemente refiriéndose a sí misma y que juega con los presupuestos de la autoficción, como el propio título indica y como los personajes mencionan explícitamente en alguna ocasión.
Hay bastantes guiños a este tema, como cuando en el diario de la novia ella dice: "saber que lo que da lógica a la narración es una vida y no una estrategia, es decir, un artificio, me tranquiliza". O cuando el protagonista se pone a escribir una novela y asegura que "todo lo que cuento en mi novela es verdad. No hay lugar para la ficción en mi novela. Puedo demostrarlo todo, tengo pruebas. Todo es verdad. No voy a pedirle a nadie que me crea".
En general, Villalobos escribe bien y se muestra gracioso e inteligente, pero su novela es algo irregular. Hay unas 150 páginas buenas, 50 pasables y 70 mediocres. No sé si me salen las cuentas para recomendarla, aunque las virtudes de las 150 primeras páginas son más intensas que los defectos de las otras 120.
El final me genera muchas dudas. Además de que las últimas páginas son muy flojas, haciendo hincapié en la búsqueda de pistas y en la investigación, la sensación es que la prioridad no era resolver la novela, sino remarcar que todo es un jueguito metaficcional (o autoficcional), como si el autor no supiera cómo acabar la novela y la dejara colgando en favor de un gesto intelectual de dudosa índole.
Recomendaría leer las primeras 150 páginas y el resto mandarlo a dormir, aunque seguro que los lectores menos exigentes la disfrutarán en su totalidad.
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